Ciudad

Efecto Guido

Se multiplicaron las consultas por sospechas de identidad

El caso del nieto de Estela de Carlotto anima a quienes creen que pueden ser hijos de desaparecidos en la última dictadura.


La restitución del nieto 114 multiplicó por siete el nivel de llamados que se reciben en la oficina de las Abuelas de Plaza de Mayo en Rosario. Se están atendiendo diariamente entre treinta y cuarenta presentaciones, cuando hasta la semana pasada no pasaban de seis.

El impacto que generó el encuentro de Guido Montoya Carlotto/Ignacio Hurban –el nieto 114 restituido hace una semana– fue el puntapié para que centenares de jóvenes se animen a cuestionar su identidad. Las filiales de Abuelas de todo el país están trabajando a full desde el martes pasado y Rosario no es la excepción. En estos días, pasaron de recibir entre cinco y seis llamadas diarias a atender hasta cuarenta, además de tener copadas las casillas de correo electrónico y Facebook.

“Por lo general, tenemos un promedio de cinco, seis llamadas por día. A veces más, a veces menos. Pero desde el martes, cuando se conoció la noticia de la restitución del nieto de Estela, recibimos treinta, cuarenta. Llaman por dudas, para hacer denuncias, ofrecer datos y también para felicitarnos. De esa cantidad, recibiremos unos veinte o treinta por dudas de identidad. Y a todo esto tenemos que sumarles los correos electrónicos, que nos llenaron la casilla”, afirma Pamela Gerosa, una de las integrantes del equipo de la filial de Abuelas que atiende en Rosario.

Pamela está todos los días en esa tarea y puede palpar cómo de golpe el teléfono arde.

“Esto está pasando a nivel nacional. En todas las filiales explotan las consultas”, asegura.

La mayoría de la gente que está dando este paso y se comunica con esta filial nació en Rosario o vive en la ciudad. Sin embargo, se reciben también llamados de localidades cercanas, de la ciudad de Santa Fe e incluso de Entre Ríos. Las inquietudes que se reciben son de todo tipo. Muchas personas tienen dudas sobre su identidad y se animan a consultar a partir de la restitución de Ignacio. Muchas otras tienen datos para aportar o denuncias para acercar. Algunas concretas, otros son rumores. “Pero todo suma. Aquel que tiene una sensación de duda con su identidad o escuchó un pequeño dato alguna vez, sirve. Tomamos y escuchamos todo y luego lo vamos orientando. Lo importante es que nos llamen, se acerquen, poder tener una charla. Cuando hay dudas hay que animarse y venir. Esto es absolutamente confidencial. Vamos a poder contenerlos y cuidarlos. Es el momento, lo dijo Estela. Ya estamos grandes, somos adultos y hay que animarse. Nosotros estamos para acompañarlos”, alienta Pamela.

La joven no encuentra adjetivos para explicar lo que siente con esta explosión. “Alegría inmensa”, “alegría enorme”, tantea durante la entrevista. En cualquier filial de Abuelas, cuenta, la noticia de una restitución es una verdadera felicidad. “Es uno más y una nueva historia que empieza a completarse”. El caso del nieto de Estela, sin embargo, tuvo un peso mayor: el simbólico. “Estela es el emblema, la cara visible, la que nos guía y enseña. Evidentemente va a haber un cambio en la manera de tratar estos temas. La restitución de Ignacio estuvo en todos los medios de comunicación del país, algo que en otros casos no pasó. Es importante porque así el tema puede instalarse más fuertemente”.

La filial local de Abuelas de Plaza de Mayo funciona en Laprida al 500 (recuadro) desde 2009. Su primera sede se abrió en 2004, en la Secretaría de Derechos Humanos. Hasta ese momento funcionaba “informalmente” en la casa de la fallecida Darwinia Gallicchio, abuela de Plaza de Mayo y símbolo de la asociación en la ciudad.

En la filial local, trabajan cuatro personas fijas, todas jóvenes. Las cuatro están acompañadas por un equipo jurídico de tres abogados, el Archivo Biográfico Familiar de Abuelas de Plaza de Mayo en Rosario y colaboradores cercanos, que trabajan en proyectos específicos o son amigos de la casa que se acercan a, por ejemplo, atender el teléfono en estos días en que los deseos de identidad florecen por doquier.

Un proyecto por el acceso a la información

La diputada provincial Alicia Gutiérrez, del Partido Solidaridad e Igualdad, presentó un proyecto de ley que permite el acceso a los datos contenidos en los archivos del Registro Civil y de los servicios de salud de la provincia a todas aquellas personas que sospechen que su identidad ha sido suprimida o alterada en los momentos previos o posteriores a su nacimiento. Con esta medida, se busca facilitar y acelerar la búsqueda de datos y las investigaciones que permitan constatar la identidad biológica de cualquier persona y, de esta manera, garantizar el derecho humano a la identidad.

“Lamentablemente, por nuestra historia reciente conocemos muy bien lo que es desconocer de dónde venimos, quiénes son nuestros padres y hermanos, que nos oculten esa información vital para la construcción de nuestra identidad. Por eso este proyecto pretende evitar que las personas vean vulnerado ese derecho fundamental y puedan descubrir la verdad sobre su origen”, afirmó la diputada Gutiérrez.

Como señalan los fundamentos del proyecto, el terrorismo de Estado que se perpetró en el país entre 1976 y 1983 generó, además del secuestro, asesinato y desaparición forzada de miles de personas, la apropiación de los hijos e hijas de las víctimas, convirtiendo el derecho a la identidad en uno de los ejes de la lucha de los organismos de derechos humanos y, en particular, de las Abuelas de Plaza de Mayo. La búsqueda incansable de las Abuelas por encontrar a sus nietos mostró el significado profundo que tiene la identidad biológica para la constitución de la subjetividad.

Esa lucha no sólo permitió recuperar a más de cien de nietos apropiados que hoy pueden reconstruir su historia de vida, sino también alcanzar otros logros que hoy benefician a la sociedad entera. Como ejemplo, la incorporación del artículo 8 (reconocido como el “artículo argentino”) a la Convención Internacional de los Derechos del Niño, en noviembre de 1989. En uno de sus puntos establece: “Cuando un niño sea privado ilegalmente de algunos de los elementos de su identidad o de todos ellos, los estados partes deberán prestar la asistencia y protección apropiadas con miras a restablecer rápidamente su identidad”.

Contacto

Para tomar contacto con la filial Rosario de Abuelas de Plaza de Mayo hay que llamar a los teléfonos 4476776 o 448-4421. También se puede escribir a la dirección de correo electrónico rosario@abuelas.org.ar. La asociación funciona en Laprida 563, oficina “C” y los horarios de atención son los lunes y jueves de 10 a 19 y los martes, miércoles y viernes de 10 a 14. En caso de encontrarse alguna línea telefónica ocupada o no recibir respuesta inmediata, Abuelas Rosario pide que se deje un mensaje y teléfono de contacto o enviar un correo al mail indicado para contactarse a la brevedad.

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