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Frágil

Se desplomó parte de una casa

La habitación donde un joven de 25 años dormía se derrumbó en horas de la madrugada: no hubo heridos, pero sí un susto grande. La familia que vivía allí culpa a un vecino, que se largó a hacer movimientos de suelo, afirman, sin permiso.


Parte de una vieja vivienda se derrumbó en plena madrugada en Río de Janeiro al 900, entre las calles San Luis y Rioja. El hecho no causó una tragedia de milagro. Es que en el sector que “se vino abajo” estaba durmiendo un joven de 25 años, quien apenas comenzó a notar que algo sucedía pudo reaccionar y salir rápido hacia la cocina, movimiento que lo puso a salvo. En tanto, desde el municipio destacaron que los destrozos se produjeron producto del movimiento en los cimientos que generó una obra que comenzaba a edificarse en el terreno lindero, la cual no tenía ningún de permiso estatal.

El derrumbe se produjo cerca de las 3 de la mañana. En la vivienda, ubicada en Río de Janeiro 975, habitaba la familia Longo, que cuenta con cuatro integrantes. Uno de ellos, Jonathan, de 25 años, comenzó a notar entredormido a esa hora que algo no estaba bien en su pieza. Todo se precipitó tras un fuerte estruendo que terminó de despertarlo. “Ahí fue cuando me empecé a dar cuenta de que el techo se me venía abajo y salí corriendo para el lado de la cocina”, relató el muchacho.

El sector que se desplomó es el de la habitación del muchacho, producto de la caída inicial de una pared. La pieza se situaba en un primer piso. En la planta baja funcionaba un “taller” (según definió el joven), propiedad del papá de Jonathan. Los dos espacios quedaron bajo los escombros, al igual que todas las pertenencias y elementos que allí había. La imagen más impactante que entregaba ayer la zona era la del colchón del joven, “aplastado” por un gran bloque de cemento.

“No sólo lamento las pérdidas materiales. En la pieza también tenía algunos discos de vinilo que hace tiempo venía guardando. Había varias cosas de mucho valor personal”, dijo Jonathan con resignación a este medio.

Según el muchacho, hacía unos meses en el terreno lindero los propietarios demolieron una vieja vivienda. Y desde hace poco tiempo venían preparando el terreno para una nueva edificación. Y lo que podía verse ayer era una larga zanga construida pegada a los cimientos de la pared que se derrumbó, que además de ser muy alta tenía unos 100 años, según estimaron desde el área de Defensa Civil del municipio. Las abundantes lluvias caídas la semana pasada podrían haber colaborado para el derrumbe, indicaron las fuentes consultadas en el lugar.

En tanto, Nelson Longo, el padre de Jonathan, contó que tenía contacto con su vecino y le venía advirtiendo que estaban haciendo mal las cosas.

“Lo que sucedió fue que el vecino por su cuenta empezó a remover la tierra y terminó socavando mis cimientos. Hace rato que le venía diciendo que por sus pozos a mí se me venían generando rajaduras en las paredes. Pero él me respondía que me quedara tranquilo, que no iba a pasar nada más allá de eso”, señaló Nelson.

Jonathan contó que la Secretaría de Promoción Social del municipio comenzó brindarles desde ayer mismo asistencia a toda la familia para que puedan pasar los próximos seis días en un hotel. A la par, personal de la Defensa Civil y la Guardia Urbana Municipal se turnarán desde ahora para cuidar las partes que quedaron en pie del inmueble de posibles robos. También el Ejecutivo se ocupará del apuntalamiento con el fin de evitar nuevos derrumbes y daños a las viviendas linderas.

Por su parte, desde la Dirección de Obras Particulares también dejaron trascender que la insipiente construcción que provocó el desplome no contaba con permiso de edificación oficial. Incluso, otras fuentes indicaron que por la precariedad de las tareas iniciales la obra podría estar a cargo de alguien con muy poco conocimiento del asunto.

“Lo que se estaba realizando allí era una autoconstrucción muy peligrosa con una total irresponsabilidad”, sostuvo Carlos Ion, integrante de Obras Particulares.

La asistencia del municipio

La secretaria de Promoción Social de la Municipalidad de Rosario, Cecilia González, brindó precisiones sobre el Protocolo de Situaciones de Emergencia aplicado por las diferentes áreas municipales tras el derrumbe ocurrido en la vivienda de Río de Janeiro al 900, a los efectos de contener y acompañar la difícil situación en la que se encuentra la familia afectada.

Con relación al caso, la funcionaria explicó: “Al momento de ocurrido el hecho acudió al lugar Defensa Civil para contener la situación familiar y brindar recursos y la asistencia necesaria ante la emergencia. Luego de ello, las áreas sociales del municipio tomaron intervención y acordaron con la dueña de casa, en primera instancia, el alojamiento de la familia en un hotel céntrico de la ciudad, al igual que la asistencia social para el sostenimiento familiar. Y por otra parte, se le ofreció a la familia afectada asesoramiento psicólogico para afrontar la situación y asesoramiento legal sobre el caso”.

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