Policiales

Ataques mafiosos

Se conocieron los pedidos de penas por balaceras al Poder Judicial: 24 años para líder de Los Monos

Las más elevadas son para Ariel "Guille" Cantero, Lucía Uberti y Matías César, quienes enfrentarán un pedido de prisión de 24 años. El dato se conoció en una audiencia preliminar desarrollada este viernes y que pasó a un cuarto intermedio


En estos últimos años los ataques armados se hicieron moneda corriente en Rosario, comenzaron a acentuarse a partir de 2018 y generaron conmoción en la ciudadanía ya que, en ese año, los disparos fueron dirigidos a propiedades de funcionarios o edificios del Poder Judicial. El alerta radicó en que a partir de estos atentados se consideró como un avance para amedrentar a las instituciones democráticas. Según la investigación fiscal, detrás de los primeros ataques estuvo el líder de Los Monos y sus integrantes aunque luego, el nombre del clan de La Granada fue usado en otras agresiones por sus enemigos u otras gavillas para poder amenazar a sus víctimas.

Este viernes comenzó una audiencia preliminar, la última antes del juicio oral y público para los 9 imputados que se sentarán el banquillo con distintos grados de responsabilidad por una decena de atentados al Poder Judicial.

En esta jornada; la Fiscalía adelantó que pedirá penas que van desde 24 años como por ejemplo para el líder de Los Monos, Ariel “Guille” Cantero hasta 9 años de prisión por los 10 ataques armados. La audiencia pasó a un cuarto intermedio. Guille Cantero está preso desde 2013 y ya cuenta con seis condenas tanto del fuero provincial como federal. Además de este proceso, también tiene otra causa abierta en la Justicia Federal.

El equipo de fiscales –integrado por Gastón Ávila, Miguel Moreno, Aníbal Vescovo y Matías Edery– buscará probar la responsabilidad de estas 9 personas que –según su acusación– tuvieron distintas participaciones y roles en los tiroteos que van desde instigadores a participes primarios o autores de ataques armados contra viviendas o edificios públicos que no terminaron en tragedia de milagro.

La acusación formal está dirigida a 10 hechos, donde no todos los acusados tomaron parte a la vez o tuvieron la misma participación en los delitos de amenazas coactivas agravadas por ser anónimas utilizando arma de fuego y con el propósito de lograr alguna medida o concesión de un miembro del poder público provincial, en concurso real, con daño calificado.

Los atentados comenzaron al mes siguiente de dictarse la sentencia condenatoria a gran parte de la banda de Los Mo-nos en la llamada megacausa donde las penas más altas fueron para Guille a 22 años y para su hermano de crianza Ramón “Monchi” Machuca, a 36 años y medio de cárcel en abril de 2018.

Las primeras balaceras fueron contra una casa ubicada en Italia entre Cerrito y Riobamba y de un departamento en Montevideo 1000. En ambas propiedades supo habitar el juez Ismael Manfrín, quien fue el presidente del tribunal que condenó a la banda tras el juicio oral y público.

El 26 de julio de 2018, atenta-ron contra las propiedades ubicadas en Zeballos al 2500 y Dorrego al 1600. El 4 de agosto balearon una propiedad en Libertad al 300 y el 10 de agosto en Buenos Aires al 1700. Todos estos domicilios tuvieron relación con la jueza Marisol Usandizaga, otra de las integrantes del tribunal.

Mientras que el 5 de agosto balearon una casa ubicada en Tarragona al 700 vinculada a la magistrada Carolina Hernández y el 13 de agosto la propiedad ubicada en San Luis al 1400 relacionada a la jueza Gabriela Sansó, ambas participaron como camaristas en la revisión de la sentencia dictad por el tribunal del juicio oral a la banda de Los Monos.

El 14 de agosto atacaron a tiros la sede de la Fiscalía de calle Montevideo al 1900 y el 28 de agosto también de ese año atacaron con una bomba de gas lacrimógeno la sede de la entonces Policía de Investigaciones (PDI)  –hoy reconvertida a Agencia de Investigación Criminal (AIC)– de Lamadrid al 500.

Imputan a Guille por intimidaciones a funcionarios

Por estos diez atentados, hay 9 personas que llegarán a juicio oral y público tras la audiencia preliminar que se está llevando adelante.

Se trata de Guille Cantero, a quien se lo acusó de instigar 7 de estas balaceras desde la cárcel. Considerado el mandamás del grupo, los fiscales Ávila, Moreno, Vescovo y Edery adelantaron que pedirán en el juicio 24 años de prisión para Guille. La misma pena pretende la acusación para Lucía Estefanía Uberti, en calidad de participé primario en 9 hechos e instigadora en el restante y para su novio Matías Nicolás César la misma pena por los 10 ataques en calidad de partícipe primario.

Para Daniel Alejandro “Teletubi” Delgado pedirán una pena de 13 años de prisión. La Fiscalía tiene la hipótesis de que este joven operaba desde la cárcel donde cumple condena a 21 años de prisión por el triple crimen de Villa Moreno y adelantó que requerirán una pena única de 34 años.

En cuanto a los ejecutores de los ataques, la acusación tiene como imputados a Claudio  Canavo, por su participación en 4 hechos y pedirán una pena de 15 años; para Leonel Fernández –al que le atribuyen un hecho– el requerimiento es de 12 años y para Oscar  Chávez pedirán 9 años por un ataque armado.

Los últimos dos acusados del grupo son Leonardo “Chulo” Olivera que llegará a juicio por tres balaceras y enfrentará un pedido  pena de 13 años mientras que José Alberto Castillo, a quién le atribuyen un solo ataque, pedirán 12 años de prisión en su contra.

Preso desde 2013, Guille recibió seis condenas
Guille Cantero en el último juicio donde estuvo por videoconferencia desde el penal de Marcos Paz.

 

Guille Cantero tiene 32 años y está preso desde el 21 de junio de 2013 cuando se entregó en las oficinas de la División Judiciales, ubicada en Ovidio Lagos al 5200 en la Jefatura de la Unidad Regional II, departamento Rosario. Hacía un mes que lo buscaba por estar sindicado como uno de los herederos de la jefatura de la banda Los Monos, una asociación ilícita a la que achacaron diversos delitos. El 26 de mayo de ese año habían asesinado al líder del clan  con asiento en La Granada; su hermano mayor Claudio “Pájaro” Cantero. Fue un domingo y al día siguiente comenzaron los asesinatos para vengar su muerte. El crimen del Pájaro sigue impune.

Guille acumula seis condenas, tres en el fuero federal, y si se sumaran tendría que cumplir 62 años y 8 meses de prisión. También le resta este proceso y la resolución de otro expediente en el fuero federal.

Y aunque estas penas no están firmes, no pasará esa cantidad de años privado de la libertad, ya que serán unificadas en una sola pena que no superará los 50 años de encierro según la legislación vigente, pero que igual es lo que resta de vida.

Sólo una de las condenas está  firme y es la del 14 de marzo de 2014 cuando fue conde-nado a dos años de prisión por la tenencia de un arma de guerra que se encontró en un allanamiento  por el crimen de Walter Cáceres. El adolescente de 14 años recibió un tiro en la cabeza el 4 de febrero de 2010 cuando volvía en un colectivo con hinchas de Newell´s tras el encuentro en Buenos Aires. El transporte fue atacado en la autopista en medios de una disputa por el paravalanchas leproso.

En abril de 2018 en la conocida megacausa, lo condenaron a 22 años por considerarlo jefe de una asociación ilícita, cohecho agravado y autor del homicidio de Diego “Tarta” Demarre, el primero de los asesinatos en venganza por el crimen de su hermano.

En diciembre de ese mismo año, en el fuero federal, lo condenaron a 15 años como organizador de una banda que comercializaba, estiraba y traficaba drogas en barrios de las zonas sur y sudoeste de Rosario en la causa conocida como Los Patrones.

En octubre de 2019, la Justicia federal lo condenó a 10 años de prisión por un secuestro extorsivo ocurrido en 2017 que Guille Cantero comandó vía teléfono desde el teléfono fijo de la cárcel de Coronda.

En diciembre de 2019, lo sentenciaron a 7 años como organizador de la llamada banda de las Flores que traficaba cogollos de marihuana desde Misiones a Rosario en una causa que también se conoció como Operativo Gringo.

El 8 de julio de 2020, recibió la sexta condena a 6 años y 8 meses de prisión donde también se lo declaró reincidente en base a la primera sentencia de 2014, ya que es la única que está firme. Guille fue juzgado por el delito de coacción agravada al juez Edgardo Fertitta. Fue en agosto de 2016 cuando  estaba en una cárcel federal  en el sur del país y el magistrado que estaba a cargo del Juzgado de Sentencia 3º le denegó un pedido de traslado a un penal en la provincia de Santa Fe.

“Bueno te dejo un mensaje. Decile que se meta el traslado ya sabe dónde y que lo voy a matar”, dijo Guille a la empleada judicial que atendió el teléfono fijo del despacho de Fertitta y eso le valió la última pena.

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