A 10 años de la clausura del “sexy bar” La Rosa, la presidenta del Concejo María Eugenia Schmuck, impulsora de la ordenanza de cierre de cabarets y whiskerías, sostuvo la necesidad de seguir profundizando, desde la política, la lucha contra las mafias y las redes de narcotráfico, trata y explotación: “Hace 10 años, cuando todos miraban para otro lado, nos pusimos al frente de la lucha contra la trata de personas y la explotación sexual. No fue fácil. Soportamos amenazas, aprietes y operaciones, convencidos de que jamás fuimos, somos ni seremos cómplices del delito”.
Schmuck vinculó aquel desafío con la situación actual de la ciudad. “Rosario necesita más que nunca, representantes con coraje que se enfrenten a las mafias, que no sean cómplices del negocio por acción u omisión, que no eludan responsabilidades”, enfatizó la edila. “Con el cierre de La Rosa demostramos que se puede y debe luchar contra las mafias. Logramos instalar el debate en una ciudad que se jactaba de su pasado prostibulario. Fue una discusión difícil pero necesaria. Mirar el pasado permite revisar el presente para modificar el futuro. El cierre de La Rosa es un hito que la ciudad debería mirar para dar las peleas de hoy”, destacó.
Cabe recordar que los cabarets contaban con habilitación municipal y que incluso eran promocionados en la publicidad turística de la ciudad: “todo el mundo sabía dónde estaban y lo que allí ocurría, pero nadie se había plantado para terminar con el negocio y con las mafias que lo controlaban”, amplió Schmuck y agregó: “Nunca nos amedrentaron las amenazas, porque esa es nuestra forma de trabajar: poniendo el cuerpo aún frente a un crimen transnacional como la trata. Lo mismo estamos haciendo para defender a Rosario en el contexto actual de violencia y narcocriminalidad. Por eso, cuando comenzaron las amenazas y balaceras que llevaron al cierre de 50 escuelas, elaboramos junto a docentes y directivos, un protocolo de acción claro y preciso ante la falta de respuestas del Ministerio de Seguridad. No hay excusas: tenemos el deber de ponernos al frente”.
La clausura de La Rosa y la ordenanza que prohibió el rubro
El 25 de mayo de 2013, la Secretaría de Delitos Complejos allanó tres locales de Callao al 100 y arrestó a Juan Cabrera, su titular, por promoción y facilitamiento de la prostitución.
En el lugar, fueron asistidas 18 mujeres en situación de prostitución.
En julio de ese mismo año, se aprobó la ordenanza autoría de Schmuck, para que la ciudad no pueda habilitar más casas de alterne, whiskerías ni cabarets , dado que esos espacios constituían fachadas para los delitos de proxenetismo y trata de personas.
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