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Santa Fe ya diagrama su gran polo de atracción turística

Por Guillermo Correa.- El plan es construir un centro y un muelle para el traslado náutico de visitantes. El lugar más probable es Puerto Gaboto.


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Santa Fe se prepara, lentamente y en silencio, para lo que a mediano plazo puede transformarse en uno, sino el principal, polo turístico de la provincia. Es que desde hace poco más de tres años  el territorio cuenta con su primer y hasta ahora único parque nacional. “Islas de Santa Fe” es el nombre del reservorio, que por ahora es prácticamente desconocido entre la población local pese a que se ubica a unos 100 kilómetros de la capital provincial y a sólo 60 de Rosario. “El tema nos interesa. Y nos interesa mucho”, marcó a El Ciudadano el secretario de Turismo de la provincia, Martín Bulos. Es que el potencial beneficio no es menor: el Parque Nacional Pre Delta de Entre Ríos, del que el espacio santafesino surgió como espejo, recibió durante el año pasado 67.901 personas, lo que marca en promedio una afluencia de entre 5 mil y 6 mil turistas por mes. “Multiplicó por 10 la cantidad de visitantes”, marcó por su parte el subsecretario de Recursos Naturales de la provincia, Ricardo Biasatti. Ambos funcionarios adelantaron que el paso inminente es ahora la construcción de la infraestructura que permitirá transformar en desarrollo turístico el resguardo de la vegetación, la fauna y el ecosistema de una de las grandes bellezas naturales de Santa Fe.

La construcción  de un Centro de Interpretación para informar a los turistas y de un muelle para el servicio de lanchas que llevará a contingentes a visitar, recorrer y observar, en tierra y desde el agua, el parque nacional son los pasos que se apresta a dar la provincia para exhibir en toda su dimensión “uno de los humedales más grandes del país y del mundo”. Aunque el emplazamiento base no está elegido aún, la localidad costera que pica en punta es Puerto Gaboto, donde hace cinco siglos se alzó el fuerte Sancti Spiritu, la primera construcción española en lo que hoy es Santa Fe.

Y aunque todavía no hay plazos concretos, el secretario Bulos explicó que la ribera paranaense y las islas del Alto Delta conforman una de las áreas incluidas en el Plan Estratégico de Turismo 2020 elaborado por el gobierno nacional, lo que indica que deberá tener prioridad durante el próximo lustro, en especial en cuanto a la inversión en infraestructura, ya que la región está a la zaga de otros centros vacacionales y turísticos.

“Es preciso aclarar que el parque nacional no está en funcionamiento, sino en formación”, recordó de igual modo el funcionario. Pero mencionó que el tema está en la agenda del Consejo Federal de Turismo –que integran representantes de todas las provincias y donde tiene su lugar la Administración de Parques Nacionales– y que incluso se viene tratando con el Ministerio de Turismo de la Nación, con el plan de una inversión conjunta en la infraestructura necesaria, por ejemplo, para el traslado náutico de los visitantes.

Por ahora, Islas de Santa Fe está bajo jurisdicción de la intendencia del Parque Nacional Pre Delta de Entre Ríos, que cuenta con acceso terrestre a través de la ciudad de Diamante. 

Creando el parque

A fines del mes pasado, el secretario de Medio Ambiente de la provincia, César Mackler, se reunió con el flamante intendente del Parque Nacional “Islas de Santa Fe”, Hernán Britos, para analizar aspectos relacionados al trabajo desarrollado y los pasos a seguir para la cristalización del espacio natural. Si bien hasta entonces habían tenido lugar una serie de encuentros, lo cierto es que en la última se trazaron ejes concretos para que el último parque nacional creado tenga existencia real. Del cónclave participaron el subsecretario Biasatti junto a su par de Gestión Ambiental, Edgardo Seguro, y el jefe de Guardaparques, Pablo Georgis, entre otros funcionarios del Ministerio de la Producción y del Ministerio de Aguas, de los cuales dependen las áreas de Turismo y Medio Ambiente.

Uno de los temas que se abordó es el acuerdo con familias que residen dentro de los límites de lo ahora es parque nacional. “Se trata de habitantes históricos del lugar y Parques Nacionales busca que nada se haga de manera compulsiva”, explicó Biasatti. El funcionario recordó que, empero, más temprano que tarde las familias deberán desocupar la zona que, como todo parque nacional, tendrá un área habilitada para visitantes, con un impacto ambiental controlado, mientras que la mayor parte será puesta a resguardo de toda acción humana. Se busca así que se recuperen y prosperen especies del lugar, algunas de las cuales quedaron al borde de la extinción por pérdida de hábitat o directamente por cacería.

Monumento natural

El desplazamiento o la eliminación de fauna incluyó a especies de monos, felinos grandes como el yaguareté o el puma, cánidos nativos como el aguará, mamíferos como el guazú pucú –ciervo grande de los pantanos– y el guazuncho, y el casi desconocido lobito de río, y hasta almejas grandes que hasta no hace tanto poblaban las islas, además de incontables especies de insectos, aves y reptiles. De hecho, en uno de los sectores del parque nacional se encuentra la más austral de las colonias estables de yacaré overo, especie que había sido declarada extinta y que desde hace dos décadas entró en fase de recuperación gracias al “Proyecto Yacaré” que llevan adelante la provincia y el gremio UPCN.

La protección del área, esperan, también impactará positivamente en especies como el irupé y arbóreas como el ceibo, el sauce, el timbó, el aliso y el sangre de drago, entre otras.

“Conservar el lugar, su flora y su fauna es el desafío que asumimos en forma conjunta y que hay que transmitir a las generaciones futuras que deben aprender lo que significa preservar el medio ambiente”, había destacado Mackler tras la reunión.

Dos leyes para 2.900 hectáreas

“Islas de Santa Fe” es el primer y único parque nacional de la provincia de Santa Fe, declarado como tal el 13 de octubre de 2010 por el Congreso de la Nación. Es el número 38 del país y ocupa 2.900 hectáreas en una zona del llamado Alto Delta ubicada a 60 kilómetros al norte de Rosario y a 90 al sur de la capital provincial, cruzando el río Paraná, aunque en el margen santafesino del curso de agua.

El área protegida, sobre la cual rige la prohibición de caza y pesca y ya se realizaron operativos para el desalojo de ganado –el último, en diciembre, involucró a un productor de Maciel– está situado a la altura del departamento San Jerónimo, frente a las localidades de San Fabián y Puerto Gaboto, en la desembocadura del río Coronda, y está compuesto por las islas Campo El Rico, Mabel o Chingolo, La Gallina, El Conscripto, El Lago, Del Medio o De Lillo, El Alisillar y Pajas Blancas.

El 14 de agosto de 2008, a través de la ley 12.901, el Congreso provincial autorizó la cesión, al Estado nacional, de las islas y de las construcciones en ellas. La ley nacional 26.648, por cuyo texto se acepta el dominio y jurisdicción de los bienes cedidos, concretó así la creación del espacio protegido que, sumado al Parque Nacional Pre Delta, que se extiende hacia el norte en el territorio entrerriano, conforman un área protegida de relevancia mundial.

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