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Santa Fe: un niño murió baleado mientras jugaba al fútbol

El chiquito recibió un balazo en un descampado cuando jugaba con amigos, en el barrio Nueva Pompeya,. Se confirmó esta mañana, que la bala provenía de un enfrentamiento entre bandas.


Un niño de 11 años que jugaba al fútbol con amigos en un descampado del barrio Nueva Pompeya, de Santa Fe, murió cuando recibió un balazo disparado por integrantes de dos bandas que se enfrentaron a tiros por cuestiones vecinales.

El fiscal regional de la 1a. Circunscripción Judicial de Santa Fe, Ricardo Fessia, confirmó esta mañana que la bala que recibió el niño provenía de un “enfrentamiento entre bandas” de la zona.

El hecho ocurrió cerca de las 19 de ayer en un campito ubicado en el cruce de las calles Pavón y San Juan, de Santa Fe, y la víctima fatal fue identificada como Sebastián Emanuel Maciel (11).

Según las fuentes, el episodio ocurrió cuando el niño se hallaba junto a un grupo de amigos jugando al fútbol y recibió un balazo, por lo que cayó desplomado al piso.

El chico fue asistido y trasladado en el automóvil de un vecino al Hospital Sayago, donde le brindaron las primeras curaciones y lo derivaron al Hospital de Niños “Orlando Alassia”, pero falleció momentos más tarde a causa de la gravedad de la herida sufrida.

Los médicos dijeron que la bala que le provocó la muerte es de un calibre 9 milímetros.

El fiscal Fessia, a cargo de la pesquisa, explicó que “el chico estaba jugando en un lote baldío y recibió un impacto de bala. La hipótesis es que el chico quedó en el medio de un enfrentamiento de grupos, que luchan por el territorio. Un vecino lo llevó hasta el hospital psiquiátrico en su auto y fue derivado al Hospital de Niños, pero cuando llegó ya era demasiado tarde”.

Además, dijo que “los vecinos consultados indicaron en un primer momento, que no escucharon disparos, pero luego se constató que hubo enfrentamiento entre bandas antagónicas de esa zona y se anduvieron tiroteando”.

“Lamentablemente, las balas no reconocen edades. Hace algunos días mataron a dos abuelos que tomaban mate afuera de su casa. Ayer, cuando recorríamos el barrio, veíamos muchas casas con el cartelito de venta. Esto habla a las claras que la gente se quiere ir de este barrio porque están siendo acosados por estos violentos delincuentes”, agregó.

Por otra parte, el director de la Escuela Nº 1130, a la que asistía el niño asesinado, Alejandro Curcio, expresó que “es muy difícil ser docente en este tipo de escuelas. Los chicos viven a diario la violencia, son situaciones muy complejas las que se viven en estos barrios”.

“Era un chico muy bueno, me comentaron sus docentes, muy querido por sus compañeros”, enfatizó Curcio, quien señaló finalmente que “hay amenazas, robos, usurpaciones, hay padres que no mandan a sus chicos a la escuela, la nuestra es una escuela grande, con comedor escolar”.

En tanto, Osvaldo González Carrillo, director del Hospital de Niños Orlando Alassia, manifestó que “en lo que va del 2014, ya ingresaron 61 chicos heridos por armas de fuego, de los cuales no están discriminados accidentes domésticos de balaceras. Las estadísticas de años anteriores eran inferiores. El récord pasado eran 53 ingresos”.

Por último, González Carrillo, indicó que “hay alrededor de 10 chicos que si bien no fallecieron quedaron con secuelas graves tras haber recibido balazos”.

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