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Santa Fe se viste de verde

La primera área protegida local que lleva el estatus de Parque Nacional se presentó ante intendentes, presidentes comunales y operadores de turismo del sur provincial. La apuesta: desarrollar y conservar.

El secretario de Medio Ambiente, César Mackler, presentó en forma institucional la primera área protegida a escala nacional de la provincia: el Parque Nacional Islas de Santa Fe. El funcionario provincial, junto al intendente del Parque, Reynaldo Zanello, encabezaron el acto del que participaron autoridades de la Secretaría de Turismo provincial, intendentes y presidentes comunales del sur provincial, operadores de turismo y actores ligados a la actividad turística y medioambiental. La apuesta oficial es a desarrollar y a la par conservar: la experiencia, a la que ya están acostumbrados en la Patagonia, donde está la quinta parte de los 30 parques nacionales que existen en el país, es sin embargo totalmente novedosa para Santa Fe, que por primera vez alberga un espacio bajo protección nacional y reconocimiento internacional.

“Es el inicio formal de tareas”, precisó Mackler ante el desafío y las nuevas oportunidades que conlleva. “Nos compromete a iniciar un trabajo coordinado junto con los municipios y el gobierno nacional a fin de desarrollar las actividades de conservación y turísticas que se generan alrededor de los parque nacionales”, precisó.

El Parque Nacional Islas de Santa Fe es tan nuevo que no tiene aún sede administrativa: la primera etapa de trabajos también acarrea definir dónde se instalará.

Geográficamente, está ubicado en el sudeste de la provincia, en el departamento San Jerónimo, y la urbe más cercana es la ciudad de Gaboto. Ocupa unas 2.600 hectáreas en lo que fue una reserva provincial: se creó en 1968, pero dos decretos posteriores, uno de 1970 y uno de 1976, desafectaron parte de la superficie protegida.

Ahora la tendencia se revirtió, y las islas Campo Rico –la mayor– La Gallina y El Conscripto, bordeadas por el riacho Los Reyes y con una inestimable población de flora y fauna, están bajo protección. Allí vive, por ejemplo, la más austral de las colonias estables de yacaré overo, especie que estuvo al borde de la extinción y viene siendo recuperada desde la década de 1990 a través del Proyecto Yacaré.

Pero allí también viven especies no valoradas por el desarrollo económico, que las fue dejando sin hábitat y sin oportunidades de supervivencia. La ranita del zarzal, la ranita trepadora, la rana criolla, rana chaqueña y la rana llorona son parte de ellas, y se trata “sólo” de un grupo de anfibios. El lagarto overo, otra de las especies protegidas por el programa conjunto de la provincia y la mutual del gremio UPCN, la tortuga de arroyo y la tortuga de río, la boa curiyú, la ñacaniná, la falsa coral son otras especies que tienen, aunque pequeño en comparación con los vastos territorios donde evolucionaron, un lugar en el mundo.

El mapa se completa con aves como numerosas especies de patos, garzas, gallaretas, y otras que van desde rapaces hasta distintas especies de picaflores, entre muchas otras. Mamíferos como el carpincho y el coipo, y los casi desaparecidos lobitos de río también están presentes en la antigua reserva, ahora Parque Nacional, al igual que zorrinos, gatos monteses, y las mulitas, peludos y quirquinchos.

Con todo, Mackler recordó que la provincia de Santa Fe logró en octubre de 2010 que las 2.900 hectáreas que conformaban la reserva El Rico pasen a la Administración de Parques Nacionales, “que así se sumaron a las 2.400 hectáreas del Parque Nacional Pre Delta, ubicado en Entre Ríos.

Por su parte, el intendente Zanello indicó que “la actividad turística que se iniciará estará sujeta a la reglamentación de Parque Nacionales”, y remarcó la importancia de “reconvertir el trabajo y la vida económica de las familias que viven en el lugar”. Es que ahora, al decir del secretario Mackler, tendrán una nueva e inédita responsabilidad: “Preservar el hábitat de las especies nativas, la biodiversidad y el paisaje natural”.

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