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Santa Fe alcanzó la mayor tasa de donantes de órganos del país

El Clemente Álvarez y el José María Cullen, de la ciudad capital, entre los hospitales que más aportan a nivel nacional. En la actualidad hay alrededor de 1.000 santafesinos en lista de espera para someterse a una operación.


La provincia de Santa Fe alcanzó durante el primer trimestre de este año la mayor tasa de donantes del país con 9,4 por millón de habitantes logrando el 11,5 por ciento del total de tejidos y órganos donados en toda la República Argentina, seguida por Entre Ríos y Córdoba, según informaron desde el Registro Nacional de Procuración y Trasplante. También se destacó que los centros de salud pública con mayor cantidad de aportes de órganos a nivel nacional son el Hospital José María Cullen, de la ciudad de Santa Fe, y el Hospital de Emergencias “Clemente Álvarez”, de Rosario.

El titular del Cudaio, Pablo Maidana, señaló a este diario que esto representaba una “gran satisfacción”.

“No solamente para nosotros sino para la provincia entera. Este es un logro fundamentalmente del sistema sanitario, tanto público como privado, y de toda la sociedad que poco a poco se va comprometiendo. Para nosotros es un verdadero orgullo, para todo el equipo de trabajo”, destacó.

El profesional recordó que en este momento hay aproximadamente “mil santafesinos que están en una lista de espera para obtener un órgano o tejido, 600 de ellos están inscriptos y 400 en proceso de inscripción”. Además, aseguró que en total hay 1.950 pacientes que se están dializando y que en un futuro necesitarán de un transplante renal.

Más adelante el funcionario indicó que en la lista de espera el 70 por ciento necesita donantes de riñones, en segundo lugar están los que aguardan por córneas y tercero se ubican los que aguardan por el hígado.

Ante la pregunta sobre qué le diría a una persona que aún tiene temor de ser donante, Maidana respondió que era muy importante serlo porque la expectativa de vida viene en aumento. “Cada vez se vive más y eso nos hace mucho más vulnerables a tener que necesitar en algún momento de la vida alguna clase de transplante. Entonces, si estamos dispuestos a recibir tenemos que estar dispuestos a dar”, añadió.

Además, hizo especial hincapié en la necesidad de que la población se involucre activamente en el tema. “Si bien la sociedad poco a poco va tomando confianza y se va involucrando cada vez más es muy importante que se exprese como donante porque hace que las cosas sean mucho más sencillas que tener que pedirle a la familia que se expida al respecto cuando las circunstancias de la vida llegaron a una determinada instancia. Esto se puede hacer en el Registro Civil, cuando se renueva o se saca el carné de conducir o tanto en la página web del Cudaio como del Incucai”, continuó.

Cabe recordar que muchas personas pueden constituirse en donantes de órganos y tejidos siempre que expresen su voluntad para hacerlo. En general no hay límites de edad. Sólo se requiere la certificación rigurosa del fallecimiento acorde a las leyes vigentes. En algunos casos se autoriza que personas vivas donen sus órganos.

Un requerimiento fundamental es la constatación de muerte encefálica. De todas maneras durante el desarrollo de los pasos operativos para efectivizar la donación se estudian los antecedentes médicos y enfermedades previas del fallecido, estudios de viabilidad de los órganos y tejidos probando su funcionamiento y de compatibilidad con los receptores.

Los órganos aptos para trasplante (riñón, hígado, corazón, pulmón, páncreas e intestino) siempre deben provenir de personas fallecidas en una Unidad de Terapia Intensiva (UTI) a quienes luego de certificar la muerte encefálica se les realizan prácticas para el mantenimiento adecuado de los órganos hasta el trasplante.

Los criterios generales para la donación fueron elaborados por una comisión de profesionales del sistema de procuración, quienes determinan la exclusión de donantes portadores de enfermedades transmisibles, tales como enfermedades degenerativas neurológicas, autoinmunes y algunas infectocontagiosas (VIH/Sida o meningoencefalitis herpética). En casos de cánceres no se pueden donar órganos pero sí corneas.

Un operativo de procuración y trasplante es una carrera contrarreloj y se realiza cuando un donante fallece en una UTI. Esto requiere del seguimiento de una serie de pasos coordinados entre distintos profesionales de la salud. Su punto de partida es la certificación de la muerte del paciente, siguiendo por la selección de los órganos y tejidos viables para un trasplante y su mantenimiento mientras que se busca a los receptores en el Sistema Nacional de Información de Procuración y Trasplante de la República Argentina, teniendo en cuenta el grado de urgencia, la compatibilidad biológica y la antigüedad en la lista de espera. Luego se ablacionan y trasladan hacia el lugar donde se encuentran las personas que recibirán el trasplante.

La ablación (extracción quirúrgica) de los órganos se practica en el quirófano del establecimiento asistencial donde se encuentra el fallecido. Luego son trasladados a los diferentes centros donde se concreta el trasplante mediante la articulación con la Red Provincial de Emergencias y Traslados.

El control final del implante y su registro en el sistema informático es efectuado por el Cudaio, que siempre el responsable de la coordinación del operativo. La duración completa del proceso es variable. Se inicia en el momento de la detección del potencial donante y finaliza con la cirugía de trasplante. Por lo general se extiende por un lapso de 18 a 20 horas aproximadamente, aunque en ocasiones puede durar hasta 50 horas.

Los medicamentos en el LIF se expanden

El Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF) de Santa Fe comenzó la distribución de metadona a dos hospitales de la provincia de Buenos Aires, en el marco de un programa piloto solicitado por el Instituto Nacional del Cáncer del Ministerio de Salud de la Nación para abastecer medicamentos oncológicos.

En la primera etapa se entregaron 1.500 comprimidos de esa droga para el Instituto de Investigaciones Médicas “Alfredo Lanari” y otros 500 para el Hospital “Baldomero Sommer”.

En el mismo sentido, voceros del gobierno santafesino informaron además que se abastecerá con metadona a los hospitales de Gastroenterología Udaondo, al General de Agudos “Doctor Tornú” y al Instituto de Oncología “Ángel Roffo”.

El programa piloto incluye además a hospitales de Rosario como el Carrasco, Roque Sáenz Peña, Juan Bautista Alberdi, de Niños Víctor J. Vilela y el Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias.

Voceros del LIF indicaron que ese organismo “es el responsable del desarrollo de las fórmulas, la producción y la posterior distribución de la metadona 5 miligramos, metadona 10 miligramos y morfina 10 miligramos, en comprimidos, para abastecer al Programa Piloto de Provisión de Medicamentos del Instituto Nacional del Cáncer, en el ámbito de los servicios oncológicos”.

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