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El patrono del "llame ya"

San Expedito, un santo cumplidor y cada día más popular

Como cada 19 de abril, el patrono de las causas justas y urgentes, convoca cada año más devotos en la parroquia de Buenos Aires al 2100. Desde la madrugada, hubo filas interminables para tocar su imagen, pedir y agradecer


Miles de fieles celebran San Expedito. Como cada 19 de abril, los devotos del patrono de las causas justas y urgentes se acercaron a la iglesia de San Cayetano, de Buenos Aires al 2100, para agradecer y para pedir. Desde las 6, esperaron que se abrieran las puertas de la parroquia para tocar la imagen del santo.

Todos los años para esta fecha, la zona de la parroquia se transforma ante la llegada masiva de los fieles. En calle Buenos Aires, entre Cerrito y Riobamba, se instalaron puestos vendiendo rosarios perfumados, estatuillas, cuadros, velas, pirámides de la suerte, llaveros, estampitas, imanes y pulseras, entre todo lo referido al santo de las soluciones rápidas. Los precios oscilaban desde los 25 pesos a los 120.

Sergio es uno de los vendedores desde hace medio siglo y como cada 19 de abril estuvo firme con su puesto.

También hubo pasacalles en el radio de la iglesia. No lo para nadie. La admiración por San Expedito crece año tras año.

A excepción de la celebración del 7 de agosto, el Día de San Cayetano; durante todo el año San Expedito recibe más fieles que el humilde santo del pan y el trabajo.

“Los 19 de cada mes llega a la parroquia cada vez más gente, el santo despierta mucha devoción religiosa”, aseguró Marcelo Franchini, párroco de la iglesia San Cayetano.

Los pedidos y los agradecidos

Susana tiene poco más de 80 años y para caminar se ayuda con un andador: tiene fracturado algunos de sus huesos. A eso se le suma la enfermedad que debilita los huesos, la osteoporosis. A duras penas, se levantó de la cama, se tomó un taxi y llegó a la parroquia de San Cayetano.

“Hace más de 30 años que vengo a agradecer y también a pedir. Tengo tres hijas y una de ellas tiene cáncer de mama”, contó la mujer, mientras sacaba de una bolsa de plástico el portarretrato con la foto de las tres chicas y la de su difunto marido.

Y siguió: “Mi familia no me trata muy bien. Mi hija más chica y mi nieta se vinieron a vivir conmigo. Me hacen la vida imposible. Sí agradezco que todavía puedo venir hasta la iglesia”, dijo Susana, entre lágrimas.

Ana Olga es una de las devotas de San Expedito y contó que todos los años va a la parroquia para agradecer. “Vengo para darle las gracias por los beneficios que me dio. Lo que le pido, lo cumple. Pedí paz, tranquilidad y que mis nietos estén bien”, dijo la mujer.

Alfredo es otro de los miles de fieles que se acercaron a la iglesia. “Vengo a agradecer por los pedidos recibidos, por la salud, el trabajo, los enfermos, por mi familia, mis amigos, por la gente que sufre y por la paz en el mundo”, dijo el hombre, con una fe que le calaba la voz.

Y agregó: “Hace más de 20 años que vengo cada 19 de abril. San Expedito me representa una posibilidad de poder llegar Dios”.

La voz del Padre

“San Expedito es un santo contemporáneo. La gente le tiene mucha devoción. No se sabe por qué pero llegó muy fuerte al corazón de muchos”, dijo el cura.

El padre Franchini sostuvo que el santo de las causas justas y urgentes tiene algo muy especial. “Según lo que me cuentan los fieles, lo que le piden se les concede rápido” aseguró.

Y agregó: “La devoción a San Cayetano explota, es un santo más arraigado en la cultura popular argentina, pero San Expedito se está empezando a hacer popular”.

La primera misa fue este jueves, a las 7. Y siguieron cada dos horas. A las 15.30 fue la procesión con Monseñor Emilio Cardarelli. A partir de las 18, hubo una misa por cada hora. La última fue a las 21.

Unas 100 mil personas agradecieron y pidieron al Santo de la inmediatez en Capital Federal

En Buenos Aires, miles de personas se acercaron desde la medianoche a la Parroquia Nuestra Señora de Balvanera, donde se encuentra el Santuario de San Expedito.

“Desde la medianoche y hasta las 24 estamos recibiendo a los devotos, este año con el lema amar con obras como San Expedito, lo que significa tener gestos concretos de cercanía a los que más sufren”, indicó a Télam Walter Marchetti, el cura párroco del santuario ubicado sobre la calle Mitre al 2400 en plena zona de Once.

El sacerdote indicó que “los 19 de cada mes pasan unas 40 mil personas, y los 19 de abril, que es la fecha de la celebración anual, tenemos entre 80 y 100 mil, pero es muy difícil dar una cifra exacta”.

Y advirtió que según su percepción esa cantidad se mantiene estable: “El devoto de San Expedito viene más allá de la situación coyuntural, él dice «yo vengo porque el santo me cumplió», entonces quien sintió y siente esa bendición se acerca y eso trasciende”.

En un comunicado difundido por la Parroquia, Marchetti afirmó que “hay mucho dolor y pobreza entre nosotros. Hermanos y hermanas enfermos, tristes, angustiados, despreciados, despojados de sus derechos, abandonados por la sociedad, silenciados por poderes que los aplastan y, cientos de modos más que hacen que a la pobreza se sume el dolor de estar solos y sin ayuda”.

Susana Rodríguez, una vecina del barrio de San Cristóbal que hoy cumple 72 años, contó emocionada que viene todos los 19 desde “hace varios años. Hace dos años, cuando nació, mi nieta tuvo un problema cardíaco. Yo siempre vine a pedir salud para mi familia pero en ese momento mucho más. Mi nieta fue operada y salió muy bien”.

La mujer, que camina con un bastón y bastante dificultad ayudada por uno de sus hijos, aseguró que “desde entonces además de pedir paz y trabajo para mi familia le agradezco siempre al santo por haber salvado a mi nieta”.

A las 0 se abrieron las puertas del Santuario con la primera Misa de la celebración. El cronograma continuó durante todo el día con homilías que se repitieron a las 6, 7.30, 9, 10.30 y seguirá a las 15.30,19.30 y 21. Para la misa central, la de las 14 fue convocado monseñor Gustavo Carrara, obispo auxiliar de Buenos Aires.

Sobre la calle Mitre, el tránsito estuvo cortado todo el día entre las calles Pasteur y Larrea, donde se instalaron puestos con productos de santería: velas, estampitas, medallas, rosarios, etc.

Para ingresar al templo la cola estuvo situada sobre la calle Azcuénaga (también cortada al tránsito), y si bien había mucha gente, a media mañana la demora no era tan prolongada, según los visitantes que iban saliendo.

En la esquina de Mitre y Azcuénaga se celebraron las misas al aire libre en simultáneo con las que se hicieron dentro del templo, para que todos los feligreses pudieran irse con sus bendiciones.

“Lo que más pide la gente hoy es estabilidad, vivimos en una sociedad donde las personas están muy irritadas, entonces uno nota que las personas piden más paciencia, paz, no tanto desborde”, aseguró el párroco.

Sin embargo, muchos de los que se acercaron pidieron específicamente trabajo, como Zulma Bolívar, una joven salteña de 28 años que reside en Valentín Alsina desde hace más de una década y que hace un año se encuentra sin trabajo.

“Llegué justo a la misa de las 9, vengo seguido a pedir y agradecer al Santo. Hoy de hecho no me acordaba que era el día de la celebración anual y fue una alegría llegar y encontrar tanta gente. Ojalá me ayude a conseguir un empleo”, dijo Zulma.

Por su parte, Leo (49 años), uno de los puesteros, si bien no es devoto del santo asegura que “no me vendría mal un laburo”: “Hace seis años que ponemos el puesto los 10, los 19 y en las fiestas patronales, estamos acá desde las 6 de la tarde de ayer y hasta la medianoche porque es el día que más vendemos”, describió.

Según su percepción “cada año viene menos gente, a pesar de la falta de trabajo, las personas se alejan cada vez más, y creo que en parte también es por el tema abusos que está saliendo a la luz”.

“Lo que más se venden son las velas, que salen 5 pesos; hay también pulseras a 25 pesos y rosarios a 50 pesos, pero la gente no tiene plata”, aseguró Leo.