Una singular movida es la que realizaron ayer damnificados, familiares y amigos de las víctimas de la explosión en calle Salta. En la misma esquina de la tragedia que se cobró 22 vidas, ocurrida hace cinco meses, tres jóvenes vestidos de Reyes Magos entregaron juguetes a los chicos que pasaban por el lugar. También recorrieron, durante la mañana, las salas de internación infantil de tres hospitales públicos de la ciudad.
“Siempre hacemos actos o marchas pero hoy le hemos cambiado un poco la forma y justamente coincidiendo con el 6 de enero se nos ocurrió hacer algo solidario, devolviéndoles a los rosarinos la solidaridad que tuvieron con nosotros. Pero siempre teniendo presente nuestro pedido de justicia: que todos los responsables estén tras las rejas”, dijo Marcela Nissoria, esposa de Hugo Montefuco, fallecido en la explosión.
El clima que se vivió ayer en la esquina de Oroño y Salta fue especial: no faltaron las lágrimas y las miradas de impotencia al encontrarse con un hueco en donde alguna vez se erigió una de las torres del edificio. Tampoco faltaron las risas de los más pequeños, que lejos de los sentimientos encontrados y la tristeza recibieron juguetes y golosinas de la mano de los tres Reyes que estuvieron representados nada menos que por Adrián, hermano de Débora Gianángelo, una de las víctimas fatales de la explosión, y por sus amigos Jéssica Bértoli y Leonardo Ferrari. “Es muy fuerte. Mi hermana perdió la vida acá pero sin embargo estamos tratando de sacarles una sonrisa a los chicos. Sin olvidar nuestro pedido de justicia”, expresó conmovido Adrián.
La actividad comenzó alrededor de las 19.30 cuando el dúo integrado por Oscar Gutiérrez y Claudio Giorgio tocaron Yo vengo a ofrecer mi corazón, de Fito Páez. El grupo se sumó a las conmemoraciones durante un recital al que asistió Nissoria, y desde entonces participa de los actos o festivales solidarios que se hicieron por los damnificados.
“Yo toco un tema de Víctor Heredia. Es un joropo y siempre que lo hago lo dedico a las víctimas de calle Salta. El estribillo dice: «Huele a sol el mañana» y por eso hoy lo vamos a hacer y todos los temas que hagamos van a estar relacionados con la esperanza y la vida”, contó, antes de empezar, Claudio.
Néstor Ferlatti, quien vivía en la torre destruida y también era yerno de Dante Oliva, que murió en la explosión, sostuvo: “Estamos con los ojos puestos en el trabajo de la jueza y de la fiscal. Hasta aquí estamos conformes, pero necesitamos que nos lleguen señales de que la cosa está encaminada”. Vamos a tener presentes siempre los nombres de los responsables de que mis hijos y yo hoy no tengamos casa, que hayan perdido a su abuelo. Eso tiene un costo que no es económico y que debe ser pagado de otra manera y esperamos que la Justicia nos dé esa satisfacción”, concluyó.
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