En el marco del juicio oral número 23 en la ciudad –el segundo de la Unidad de Delitos Sexuales– el juez en lo penal Héctor Núñez Cartelle condenó a 6 años de prisión efectiva Daniel Oscar M. por los delitos de abuso sexual simple agravado por el vínculo, exhibiciones obscenas, abuso sexual simple, suministro de material pornográfico y amenazas coactivas.
Las adjuntas de la Fiscalía Regional Rosario Alejandra Raigal y Marianela Martin estuvieron al frente del juicio que comenzó el 30 de noviembre y finalizó con los alegatos el pasado viernes 4. Quien estaba en el banquillo llegó allí acusado por episodios de abuso sexual que se sucedieron a lo largo de dos años, hasta que, en abril de 2014, se radicó la denuncia. Las víctimas de Daniel M. fueron la hija menor de edad de su concubina, con quien convivía, y una amiga de la niña. Ambas tenían 11 años cuando los abusos comenzaron.
Durante el lapso en que las menores estuvieron sometidas a esta situación, nunca se animaron a contar lo que les sucedía por temor, ya que el acusado las tenía amenazadas de muerte para garantizar su silencio.
Así, los abusos se conocieron en forma accidental, ya que si bien las niñas hablaban entre ellas sobre la manera de poner fin a la situación, el relato que pudieron hacer cada una a personas de su confianza, “cuando a la situación se tornó intolerable” –marcó la Fiscalía– todo llegó a conocimiento de las madres de las niñas y otros familiares, quienes denunciaron los hechos.
Pero desde que la hijastra del condenado habló, tanto ella como su madre fueron víctimas también de represalias y amenazas.
La Fiscalía destacó la extrema gravedad del caso y las delicadas circunstancias que lo rodearon, ya que el agresor se encontraba en el seno familiar, y era conviviente de una de las niñas y padre biológico de su hermanastra menor. También marcó que Daniel M. generó un grave daño emocional en la vida de las pequeñas.
Pese a todo, Daniel M. llegó al proceso con prisión domiciliaria. Pero ahora el juez Cartelle revocó la modalidad de detención, por lo que será alojado en una dependencia penitenciaria.
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