Según el ministro de Seguridad de la provincia, Marcelo Sain, el recrudecimiento de la violencia criminal no se debe a una “escalada delictiva” sino a “una guerra narco desenfadada” que tiene como epicentro a la ciudad de Rosario. Para trabajar sobre ese tema y por pedido expreso del gobernador Omar Perotti, el ministro anunció que convocará en los próximos días a la Junta Provincial de Seguridad.
Después de varios días de silencio, y mientras se registran a diario homicidios de todo tipo en la ciudad –más de 150 en lo que va del año–, el ministro Sain hizo una descripción de la situación: “No hay ninguna escalada delictiva, lo que hay es un nivel de violencia narcotraficante extremadamente alta en Rosario. Hay una guerra narco desenfadada”.
Después del planteo público de un grupo de legisladores del Frente Progresista, el gobierno provincial recogió el guante. El gobernador le pidió al ministro Sain que reúna a la Junta Provincial de Seguridad para abordar el problema, tal como habían pedido horas antes los legisladores de oposición. Ese encuentro se concretará en los próximos días.
La Junta de Seguridad es un espacio que reúne a integrantes del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial y que tiene por objetivo evaluar y diagramar políticas públicas de seguridad. Fue puesto en marcha por la gestión del ex gobernador Miguel Lifschitz, pero desde este año –con el recambio de gobierno– sus tareas se discontinuaron. Por ese motivo, desde el Frente Progresista enviaron un proyecto a las cámaras para darle fuerza de ley y que su funcionamiento no dependa de la voluntad política de la gestión de turno.
Economía del delito
Para el ministro Sain, los homicidios registrados en Rosario en las últimas semanas no constituyen una “escalada” del delito. “Nosotros tenemos, a la altura de hoy, muchos menos homicidios que en el año 2016; si vas para atrás aún menos, pero sí tenemos mayor nivel de homicidios que los tres años anteriores”, sostuvo el funcionario en declaraciones a LT10.
“En el 2016 no había ningún problema de violencia social, de achicamiento del mercado de drogas que se ve ahora. La pelea por los bunkers y la distribución de drogas es porque se vende menos, porque hay una contracción en la economía”, explicó el ministro.
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