Nunca antes en su cuarto ciclo en Arroyito, Miguel Russo le había confirmado a los medios la formación de Central. Y ayer fue la excepción, tras la práctica matutina que el plantel realizó en el predio de Arroyo Seco. “El equipo será el mismo que iba a jugar en Misiones”, anunció el DT en vísperas del partido de mañana a las 15 frente a Ferro en el Gigante, de la 13° fecha de la B Nacional y con el arbitraje de Mauro Vigliano.
Con una semana más de trabajo, Russo ratificó a los mismos once que tenía previsto poner en cancha en el suspendido encuentro del domingo pasado frente a Crucero del Norte. O sea Mauricio Caranta; Paulo Ferrari, Nahuel Valentini, Leonardo Talamonti, Rafael Delgado; Hernán Encina, Nery Domínguez, Jesús Méndez, Diego Lagos; Antonio Medina y Fernando Coniglio.
En tal sentido, tres variantes presentará Central con relación al equipo que arrancó en la derrota 1-3 contra Douglas Haig: el ingreso de Talamonti en reemplazo de Carlos Casteglione, la inclusión de Delgado en lugar del suspendido Javier Yacuzzi (llegó al límite de cinco amonestaciones), y la vuelta de Méndez (purgó una fecha de sanción) en el puesto que había ocupado el uruguayo Nicolás Freitas.
Esta semana, Russo volvió a tener a disposición al juvenil Pablo Becker, ya restablecido de un desgarro en el isquiotibial derecho que lo marginó de los partidos frente a Independiente Rivadavia, Almirante Brown y Douglas Haig. No obstante, el DT pretende llevarlo progresivamente y no incluirlo de movida, por lo que integrará el banco de suplentes.
Una decisión que el propio Russo se encargó de justificar. “Becker estará en el banco, mirándolo permanentemente. A los chicos hay que estarles encima. Por lo menos está concentrado. Por momentos el músculo se le sobrecarga y no queremos correr ningún riesgo. Los juveniles todavía no manejan los tiempos de las lesiones. Y cuando tenés chicos sin experiencia, hay que llevarlos de a poco. Y entre comillas desconfiar de cómo se sienten”, advirtió el DT.
Luego de la suspensión del partido que Central tenía que jugar en Garupá, el entrenador auriazul aceptó haber hecho hincapié en los trabajos para encontrar el equilibrio del equipo. “Hablamos mucho. Tenemos que resolver un problema importante como ser verticales en todo momento. Achicar el margen de error, reducir espacios y conseguir solidez en defensa. Y evitar que nos lleve al apuro de la gente, que no nos conduce a nada”, reconoció Russo.
En cuanto a la presencia de Encina, el DT señaló que “le llegó el momento de tener continuidad”. Precisamente en la zona de volantes, Russo continúa en la búsqueda del cambio de ritmo indispensable para sorprender al rival de turno. “Hay que encontrar el momento adecuado. Entiendo las ansiedades, pero la clave es elegir en qué instante podemos hacerlo. Estará más en nuestras virtudes que en lo que proponga el rival”, sostuvo.
Según Russo, “vamos a enfrentar a un rival que juega bien y es difícil. Con dos líneas de cuatro y dos delanteros que salen a presionar. Y que después juega con el error adversario. Como todos los equipos de la categoría, tiene desniveles hacia arriba y hacia abajo”, indicó sobre Ferro.
Por último, el DT admitió que la sumatoria de puntos no le resulta satisfactoria ni mucho tiempos. “No aspiraba a tener 30 puntos pero tampoco los que tenemos (NdR: 12 unidades). Cuando el corazón obliga más que la razón, se hace muy difícil”, confesó.
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