Una prueba realizada en la vivienda de Rufino donde fue asesinada y enterrada a principios de mayo la joven Chiara Páez, de 14 años, reveló que manchas en muebles y en el piso de la habitación de quien fuera novio de la víctima son de sangre. La prueba de luminol también arrojó idéntico resultado en en distintos ambientes de esa casa.
Si bien todavía no se conoce el informe final de los especialistas, el fiscal del Ministerio Público de la Acusación, Mauricio Clavero, adelantó que todo indicaría que las salpicaduras “son de sangre”.
La prueba de luminol se realizó por pedido de Clavero en la noche del miércoles 8 de julio. En esa oportunidad, también se hizo una nueva inspección ocular en la casa para contrastar lo que relató el novio de la víctima en sede judicial, quien aseguró que el asesinato lo cometió él solo, en el patio y en el taller de la casa y con la luz apagada.
“Todos los resultados que obtengamos de las nuevas pruebas llevadas a cabo serán remitidos a peritos para que determinen si la víctima pudo haber sido llevada de un lugar a otro, y cómo pudo haberse hecho dicho traslado”, señaló Clavero.
El fiscal del MPA también señaló que “habría dos escenas del crimen: una es el taller y el patio de la casa; y la otra sería la habitación del novio de la víctima”.
Marcha
Este sábado 11 de julio por la tarde, familiares y amigos de Chiara Páez realizarán una concentración en la plaza Sarmiento de Rufino y luego una marcha por las calles de esa ciudad para pedir el total esclarecimiento del hecho.
El principal acusado en este caso es Manuel, señalado como novio de Chiara, quien está detenido. También están tras las rejas la madre y la actual pareja del joven.
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