Ciudad

Igualdad

Rosario es sede del Primer Congreso de Diversidad Sexual

El director nacional de Diversidad Sexual, Diego Borisonik, explicó a El Ciudadano que actualmente se encuentran en la necesidad de trabajar en políticas públicas donde el Estado sea el protagonista para achicar la brecha entre la igualdad legal y la igualdad real.


La Subsecretaría de Políticas de Diversidad Sexual, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social del gobierno de la provincia realizará hoy, de 9.30 a 18, en San Lorenzo 1949 salón Rodolfo Walsh, el Primer Congreso de Diversidad Sexual y Derechos Humanos, organizada junto a la Dirección General de Políticas Integrales de Diversidad Sexual, dependiente de la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación.

En este primer encuentro se desarrollarán paneles que abordarán diversos aspectos relacionados con la igualdad a través de la participación de ponentes nacionales e internacionales, activistas de diversas provincias y referentes de la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y trans.

El director nacional de Diversidad Sexual, Diego Borisonik, explicó a El Ciudadano que actualmente se encuentran en la necesidad de trabajar en políticas públicas donde el Estado sea el protagonista para achicar la brecha entre la igualdad legal y la igualdad real.

“Hay una igualdad legal clara porque tenemos leyes vanguardistas, como la ley de identidad de género; se le dio total autonomía a la persona y a su identidad, es decir, desde el trato digno y la petición del DNI. Todavía falta porque la población trans es la más castigada”, describió Borisonik.

El funcionario sostuvo que se lograron leyes muy importantes en el país y advirtió que el objetivo es profundizar y llevar a cabo políticas para eliminar la brecha entre lo que estipula la ley y lo que ocurre en la vida diaria.

“Hay un compromiso de todas las provincias para poder trabajar la temática. Si le preguntás a la sociedad por las leyes de matrimonio igualitario o de identidad de género, dice que son positivas. Pero si le preguntas qué opina que dos hombres o dos mujeres vayan de la mano y dándose un beso, contestan que prefieren que no sea así. Encontramos que la expresión incomoda y no las leyes. Tenemos que hacer un trabajo importante para que la diversidad pueda ser desplegada y que el cambio cultural se naturalice. Estamos hablando de amor y de ser”, concluyó Borisonik.

Comentarios