Ciudad

Rosario da fuerte batalla contra el analfabetismo

Por Laura Hintze. Multiplican el programa cubano “Yo sí puedo” que en 2010 permitió que 400 personas lean y escriban.

“El gran desafío que tenemos para este año es multiplicar el programa Yo sí puedo para tratar de llegar a una mayor cantidad de beneficiarios; con el objetivo de, en mediano plazo, poder declarar a Rosario libre de analfabetismo”. A principios de febrero de este año, el intendente de la ciudad, Miguel Lifschitz, hizo pública su intención de que la alfabetización sea política de Estado: a través de la masificación del programa cubano “Yo sí puedo” y de la apertura de oportunidades a los graduados de dicha propuesta. Hoy, las intenciones se volverán realidad: a las 16.30, en el Teatro Municipal La Comedia (Mitre y Ricardone), será el lanzamiento del plan municipal de alfabetización “Que nadie quede afuera”.

“Que nadie quede afuera” articulará los esfuerzos de todas las secretarías que integran el Gabinete Social Municipal (Cultura y Educación, Promoción Social y Salud) para fortalecer y garantizar el acceso de quienes transiten por el programa de alfabetización “Yo sí puedo” a todos los bienes y servicios en el territorio. “La idea es ampliar las oportunidades de aquellos que terminan el programa Yo sí puedo, facilitando el acceso a la educación formal o a diversos programas educativos o de aprendizaje en oficios”, explicó Elizabeth Crettaz, coordinadora del Plan Municipal de Alfabetización. “A partir de ahora, la alfabetización será política de Estado, lo que implica un crecimiento de la inclusión y de las oportunidaes”

A partir de estrategias de inclusión social, educativa y cultural, la Municipalidad de Rosario asume, a partir de ahora, el compromiso de garantizar que cada uno de los habitantes de la ciudad lean y escriban; y que luego no queden afuera del sistema. Que vayan a la escuela, a estudiar un oficio, o lo que sea que descubran que les interesa. Por este motivo, además, se reeditará el acuerdo entre la fundación “Un mundo mejor es posible” (UMMEP) y la Municipalidad para implementar en los seis distritos rosarinos el método Yo sí puedo.

Este programa de alfabetización fue elaborado en el Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño (IPLAC) con sede en Cuba. Se aplica en 28 países y del mismo han egresado cerca de cinco millones de personas. Yo sí puedo reúne diversas características que explican por qué ha causado tanto impacto en el mundo: es atractivo, ya que se dicta a partir de clases audiovisuales; los horarios y los espacios se adecuan al grupo, lo que lo hace muy flexible, y ante todo, es efectivo. “Yo creo que este programa causa semejante efecto por su efectividad”, manifestó Juan Genchef, coordinador del plan en la ciudad. “Lo que hace es relacionar números con letras, partiendo del supuesto de que todas las personas manejan números porque de alguna manera siempre tienen que utilizar dinero. A partir de ahí, se va de lo conocido a lo desconocido, y se avanza”.

El programa trabaja con grupos de 5 a 15 personas, y dura tres meses. Son 64 clases audiovisuales, cada una de una hora: media dura el video, y los restantes treinta minutos son de trabajo coordinado por un facilitador. “Esta persona no necesariamente tiene que ser docente, con que sepa leer, escribir y desenvolverse en un grupo puede hacerlo, porque el contenido pedagógico está en la clase audiovisual”, explicó Genchef. Cuando el cursado finaliza, la persona alfabetizada debe escribir, a modo de “examen final”, una carta. Este programa no es más que un puntapié, brinda las herramientas básicas para que una persona, de cualquier edad, sepa leer y escribir. Pero esta oportunidad, afortunadamente, logra generar en las personas un “despertar” al conocimiento. En este sentido, Genchef destacó que “un compañero o compañera analfabeto tiene vergüenza sobre su problemática, no la ve como una cosa social sino como un problema personal. Cuando empieza a enterarse de que esto es una problemática bastante general, que tiene que ver con cuestiones sociales; y cuando ve que cuando le ponen las clases aprende rápidamente”.

Los graduados ya superan los 400, y se aspira a más: a que sean todos.  “Que el Estado tome este programa va a hacer que esto tenga una dimensión muy importante, porque tiene apoyo real y concreto del municipio y por ende se crean las estructuras necesarias para que esto sea masivo, agregó”.

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