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Rosarinos por el mundo: Bernardello en Cánada

Por Federico Cánepa.- El volante habló con El Hincha sobre su presente en la MLS y su sueño de poder regresar algún.


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Poco a poco la Mejor Leaguer Soccer (MLS) de Estados Unidos va creciendo y haciéndose más competitiva. Veinte años después de su fundación (la primera edición fue en 1993) ya no es más la liga donde jugadores de renombre en la curva final de su carrera van a “despuntar el vicio” antes de dar el adiós. Hoy en día, y siendo un torneo de un tercer orden mundial, futbolistas de todo el mundo en plena vigencia eligen por diferentes motivos el norte del continente americano como destino.

Uno de ellos es Hernán Bernardello, quien habló con El Hincha sobre su experiencia en el Impact de Montreal. “Cuando termine el contrato con Colón de Santa Fe estaba la posibilidad e irme a algunos equipos en argentina y también de México, pero no logramos llegar a un acuerdo por distintas cosas. Ahí mi representante Fabián Basualdo me comentó que estaba la posibilidad de un equipo de la MLS y la verdad que me gustó la idea. Hablamos, llegamos a un acuerdo rápido y bueno acá estamos”, reveló el mediocampista sobre su llegada a Canadá.

Si bien pertenece a la estructura de la MLS, el Impact junto a otros dos (Toronto y Vancouver) son equipos canadienses que forman parte de la liga “yanqui”. Por ello su vida junto a su mujer Tamara e hija Isabella transcurre en Montreal, “una ciudad muy linda, tranquila y ordenada, donde no hay inseguridad”, cuenta Hernán. Y agrega: “Por suerte no tuvimos problemas con la adaptación. La gente acá es bastante cerrada, pero son muy respetuosos. En cuanto a la comida encontramos prácticamente todo lo que más nos gusta a los argentinos. No falta el asado, las factura, los mates, así que en ese sentido no tenemos inconvenientes. El clima cambia mucho de una estación a otra: el verano es muy lindo y el invierno es fuerte, pero como ahí son generalmente nuestras vacaciones y nos volvemos a Rosario, casi no lo sentimos”.

Algunas de esas costumbres criollas las traslada a la relación con sus compañeros: “Si bien en el vestuario hay muchas culturas porque somos varios latinos, hay italianos, franceses y la mayoría de Montreal y Estados Unidos; el mate y la música nuestra siempre está. Además nos juntamos bastante entre las familias a matear, comer asados o empanadas”. En lo futbolístico la principal diferencia está a la hora de concentrar previa a un partido: “Si jugamos de visitante viajamos un día antes, mientras que de local cada uno va en su auto directamente al estadio tres horas antes”.

Otra es la forma en lo que el fútbol representa para los hinchas: “Acá lo viven con tranquilidad, es cierto que hay otros deportes que están primeros, pero a los partidos de local van 30 mil personas, y lo disfrutan a su manera. Nada que ver a como lo vivimos nosotros”. En cuanto al nivel de juego comenta: “Es muy competitivo. Es una liga que creció y va a seguir creciendo muchísimo, están viniendo jugadores con mucha trayectoria, se abrió mucho el mercado para los argentinos, cada vez somos más, jeje”. Y prosigue: “Se asimila mucho al fútbol argentino, es friccionado, muy luchado. Hay varios equipos que intentan darle sentido al juego como Newell’s, Vélez o Lanús; pero diferente al español que me tocó jugar en el pasado donde es muy rápido y todos los equipos quieren jugar bien”.

Pero si algo lo sorprendió en esta experiencia, fue la organización que muestra la liga: “Ellos quieren que la MLS sea una liga top, y por eso ponen lo mejor en todo. Los estadios son todos nuevos, la gente va para disfrutar, no se hacen mala sangre. Para ellos es lo mismo que ir al teatro”.

Ese contexto deportivo que implica sólo dedicarse al juego sin preocupaciones externas, permiten un disfrute mayor de los ratos libres. En ellos Hernán y su familia aprovechan para “conocer la ciudad que es muy grande y juntarnos con los chicos que hablan español. Siempre estamos viendo que hacer. Así he ido a ver algún partido de la NBA, del hockey; y ahora en el verano que estarán los torneos de tenis y la Fórmula 1, seguro que vamos a ir. Son cosas que te permite el fútbol y hay que disfrutarlas”.

Si bien en Montreal se vive de buena forma, es muy diferente a Rosario o incluso lo que le tocó experimentar en su estadía en Almería. “Acá son muy estructurados, ordenados y estrictos en muchas cosas. Eso lo hace ya de por sí diferente. Después si bien el idioma tradicional es el francés, todos hablan el inglés y eso facilita la comunicación. Pero lo que más contrasta para nosotros, y lo digo con mucho dolor porque se que voy a volver a vivir en Rosario, es la tranquilidad y la seguridad con la que se vive acá. Ojala algún día en nuestro país podamos volver a salir a la calle sin miedo que le pase algo a uno o a sus seres queridos”.

Familiares que están día a día pese a la distancia: “Ya estuvimos tres años en España así que estamos acostumbrados y lo manejamos, pero obviamente siempre se extraña a la familia y los amigos. En este tiempo acá por suerte vinieron primero mi suegro y después mi mamá con mi hermano. Siempre que se puede nos gusta que vengan, pero ellos tienen su vida allá (en Rosario) y a veces se hace difícil. Pero cuando pueden, se vienen”.

Más allá de la familia, otro lazo que lo mantiene en permanente contacto con la ciudad es “su” Newell’s. “Siempre que puedo miro fútbol y a Newell’s más. Lo disfruto mucho, me da gusto ver jugar a Newells, tiene un estilo que no lo tiene nadie en el fútbol argentino. Si bien ahora hubo un bajón lógico después de tantos partidos y exigencia, siempre busca darle el mejor sentido al juego, no importa contra quien y donde. Eso es admirable”.

Esa identificación hace que en su cabeza la vuelta al club de sus amores sea algo latente. Y así lo expresa para cerrar la nota: “Todavía acá tengo dos años y medio más de contrato, pero uno nunca sabe que puede pasar. No se si será pronto o habrá que esperar, pero mi deseo es volver a jugar en el Coloso con la rojinegra. Ese es mi deseo”.

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