Patricio Graff tendrá un motivo más para festejar dentro de doce días su cumpleaños número 43. El Pato debutó en la primera de Central con 19 años y fue titular en el último equipo canalla que se proclamó campeón: el de la Conmebol 1995. Tras un año, junto a Vitamina Sánchez, pasaron al Feyenoord de Holanda. Y de ahí en más construyó su carrera deportivo en Europa jugando en Den Bosch, Sporting de Gijón, Rayo Vallecano, Numancia y Hércules, los últimos cuatro de España. Colgó los botines defendiendo la camiseta de Gimnasia La Plata donde compartió plantel con Vitamina en el 2000. Luego ofició de ayudante de campo del propio Sánchez durante muchos años y en 2017 le dieron la oportunidad de ser el técnico de Coquimbo Unido.
El rosarino el domingo vivió un día muy especial. En su primera experiencia como técnico principal comandó a Coquimbo a conseguir el ascenso a primera división en el fútbol chileno y de yapa gritó campeón con un equipo que fue sensación por la apuesta futbolística que mostró en cada presentación. Once años estuvo el Pirata navegando en el ascenso hasta que Graff tomó el barco y desembarcó en primera.
A 1.566 kilómetros Graff dialogó con El Hincha sobre el momento que está pasando en tierras chilenas y las primeras palabras fueron “feliz y contento”. Y completó: “No solamente por el objetivo cumplido. Sino por la forma que nosotros intentamos jugar desde el primer entrenamiento. Los jugadores la hicieron propia y la defendieron en una categoría que no se suele jugar al fútbol. Es más de lucha, de garra, de impronta del jugador. El equipos se esmeró para llamar la atención”.
El Pato cuenta con un amplio recorrido en el mundo del fútbol tanto como jugador y como ayudante de Vitamina Sánchez. Y sabe que en el fútbol no hay lógica, pero que siempre hay factores que desembocan en una alegría.
“El grupo humano, se hizo una familia. Daba lo mismo que tuvieras diez años en primera o ser un chico de inferiores. El equipo tuvo mucha humildad, mucho sacrificio, mucho trabajo y a la larga las cosas se consiguen”, definió el entrenador rosarino a su Coquimbo.
Y se mostró orgulloso, principalmente por las formas que utilizó dentro del campo de juego el Pirata para ascender.
“Nunca nos metimos atrás en una cancha. Siempre propusimos. En esta categoría no es fácil. La mayoría, cuando juega de visitante, apuesta a una contra o una pelota parada para ganar”.
Ante la consulta de cuánto influyó él como técnico en este logro, Graff prefirió dar un paso al costado y otorgarles el mérito a sus jugadores.
“Como líder del grupo me siento responsable de la idea, del compromiso. No del título, que es mérito de los jugadores. Demostraron valentía para jugar, correr riesgos y creer en nosotros. Fuimos el equipo más regular del torneo”.
Tras el triunfo ante Puerto Montt y el cierre de la temporada, Graff terminó su vínculo contractual con Coquimbo.
“El club tiene la prioridad. Esta semana nos sentaremos a conversar. Si no es así supongo y espero que haya otras opciones, pero me gustaría continuar en Coquimbo en el proyecto de Primera División”.
Por último, el ex jugador de Central habló de la chance de alguna vez dirigir al Canalla. Un sueño propio, que si bien no tiene apuro alguno para que se haga realidad, lo tiene como meta en un futuro.
“Me encantaría dirigir a Central. El haber jugado, haber salido campeón, ser hincha. Mi carrera deportiva la hice afuera y siempre lo seguí. Poder conseguir estar en Central sería imborrable. Ya fui campeón como jugador y me gustaría hacerlo también como técnico”, dijo el Pato.
“No sé si mañana, dentro de dos o diez años, pero espero tener esa oportunidad y aprovecharla”.
El Pato Graff, un rosarino que edificó su carrera en el extranjero, marcó un antes y un después en Coquimbo al ser el capitán del barco que logró finalmente zarpar de las aguas de la Primera B.
El torneo
Un total de 57 puntos hizo Coquimbo Unido en 30 fechas para lograr el título y el ascenso a primera. El Pirata ganó 17 encuentros, empató 6 y perdió 7.
El equipo
Patricio Graff estuvo bien rodeado en Coquimbo. Su ayudante de campo fue Alejandro Rubinich, con pasado en las inferiores canallas, el preparador físico fue Franco Baravalle, el entrenador de arqueros fue el chileno Jorge Espinace y hace muy poco se sumó el psicólogo Pablo Sucarrat.
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