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Roldán: otra maratónica fiesta electrónica renovó quejas

Por segundo año consecutivo cientos de jóvenes coparon una casa y una calle del barrio Santa Teresa.


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No es extraño que en una madrugada de Navidad las celebraciones en casas quinta se prologuen hasta la salida del sol. Tampoco sorprende en las vecinas localidades de Funes y Roldán que la música electrónica haga vibrar ventanas y mantenga despiertos no sólo a centenares de jóvenes eufóricos sino a vecinos no invitados al jolgorio. Lo singular en este caso es que la empresa de servicios internet Google envíe a su Street View Car, una camioneta equipada con cámaras fotográficas de última tecnología, a una fiesta electrónica en el barrio Santa Teresa, a metros de las vías del Ferrocarril y la ruta A012, en Roldán. Quizás fue el conductor quien se tomó la licencia para celebrar el nacimiento del Niño Dios junto a otros 150 jóvenes en una noche larguísima, que se inició cerca de las 3 de la mañana de ayer y terminó unas seis horas después, aproximadamente a las 9.

Lo cierto es que por segundo año consecutivo en una casa de este barrio roldanense se montó una fiesta que no sólo mantuvo a los vecinos casi sin pegar un ojo sino que además dejó un tendal desagradable: desde excrementos por las calles hasta todo tipo de residuos desparramados por el barrio.

En diálogo con El Ciudadano, un vecino que pidió proteger su identidad por miedo a represalias ironizó: “Este año fue suave. El año pasado arrancó a las 2 de la madrugada del sábado y terminó el domingo por la tarde”. De acuerdo al relato del hombre, el festejo no sólo tuvo lugar en la quinta, sino que también alcanzó la calle. “Autos estacionados por cualquier lugar, gente haciendo pis en la calle y música al palo. Acá hay gente que hace 30 años que vive en el barrio. Pero nadie se queja”, lamentó el vecino, quien alertó durante la mañana de ayer a la Guardia Urbana de la vecina localidad.

Según contó el vecino, el año pasado el propietario de la casa que acoge a los entusiastas jóvenes amantes de la música electrónica recibió un acta de infracción de varios miles de pesos, pero al parecer ese hecho no lo desalentó: la fiesta se repitió unas horas después de la visita de Papá Noel. “No se cuál será el negocio, si es con las bebidas que venden o si cobran entradas. Imagino que no pagan Sadaic”, concluyó el vecino.

Desde la comisaría 6ª de Roldán aseguraron a este diario que no recibieron denuncias por ruidos molestos.

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