El subjefe de la comisaría 32ª fue detenido y otro oficial que trabaja en la Jefatura de Policía local tenía pedido de captura en el marco de una causa por el “hurto calificado” de una carga de 80 cajas de herbicidas, denunciada el lunes pasado. Lo insólito del caso es que, tras una investigación de la Fiscalía Regional y la Agrupación de Orden Público, se determinó que había sido sacada de un galpón de la zona sudoeste mediante un allanamiento ilegal y trasladada en un flete contratado a la propia sede de la UR II, en Ovidio Lagos al 5200. Sin embargo, una inspección ocular de fiscales y policías desarrollada en Jefatura no logró dar con el cargamento que “apareció” pasado el mediodía en el mismo lugar del que se había esfumado. Con un detalle: faltaba una caja. Hoy habrá una audiencia imputativa contra, en principio, uno de los acusados, mientras que el gobierno provincial ordenó el pase a disponibilidad de ambos.
En la noche del pasado lunes un hombre se presentó en la comisaría 32ª para denunciar que de un galpón que alquila en Deán Funes al 8000, en barrio Godoy, se habían esfumado 80 cajas (de diez litros cada una) de un costoso fungicida, dijeron voceros del caso. Las fuentes explicaron que en el momento en que el propio jefe de la seccional tomaba la denuncia, su subjefe le indicó que esa mercadería había sido secuestrada en el marco de un allanamiento llevado adelante por él mismo y otro oficial, que trabaja en la Alcaidía Mayor de Jefatura.
El fiscal de Flagrancia y Turno David Carizza, puesto en conocimiento de la situación, se constituyó en los primeros minutos de la madrugada de ayer en Lagos al 5200, luego de contactar a un fletero que había trasladado la carga desde el galpón donde estaba acopiada hasta la Jefatura. “El hombre dijo dónde la había descargado, pero el fiscal Carizza y el propio inspector de Zona a la que corresponde la comisaría 32ª, Héctor Gamboa, no la pudieron hallar, ya que la habían movido de lugar”, dijo un portavoz de la investigación. Tras constatarse que el alegado procedimiento detallado por el subjefe de la seccional no estaba asentado en el libro de guardia, y que tampoco existía orden judicial para el allanamiento, la Fiscalía dispuso el arresto de los dos oficiales: el segundo al mando de la seccional de barrio Godoy, Roberto M. (quien fue detenido ayer por la tarde), y el efectivo que trabaja en la Alcaidía (hasta anoche no había sido hallado), Carlos C.
Pasado el mediodía de ayer, la Justicia constató que la mercadería había “regresado” al galpón de zona sudoeste. “En un recuento informal contamos 79 cajas, así que faltó una”, dijo una fuente judicial, quien añadió que hoy habrá una audiencia imputativa contra el oficial principal Roberto M. El mismo vocero estimó que la investigación aparece concluida, al descartar que hubiese más policías de la Jefatura involucrados en la sustracción.
Anoche, el Ministerio de Seguridad informó que ambos policías fueron puestos en disponibilidad y se les abrió un sumario administrativo. El secretario de Control de las fuerzas de seguridad provinciales, Ignacio del Vecchio, le dijo a este diario: “Quiero recalcar que el sistema penal funcionó a la perfección. Que una vez conocida la situación, los funcionarios, los fiscales Jorge Baclini y David Carizza, el propio jefe de Policía de Rosario, Ángel Amaya, y el inspector Gamboa, han averiguado a partir de un comentario cómo era este tema y se haya resuelto la investigación”.
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