Una mujer de 56 años fue sorprendida anteanoche por dos desconocidos cuando salía de su casa para hacer las compras, en barrio Bella Vista. Los recién llegados la amenazaron con armas de fuego y la obligaron a volver a ingresar a la vivienda, donde se hicieron de un botín de 100 mil pesos en efectivo que, según la víctima, eran los ahorros familiares de toda la vida. “Tenían el dato de que ahí había plata”, señalaron fuentes de la pesquisa, ya que los ladrones pidieron que puntualmente les entregaran el dinero que tenían guardado.
Según informaron fuentes de la investigación, el hecho se registró anteayer cerca de las 20.45 en una vivienda ubicada en pasaje Gordillo al 3800, una cortada ubicada entre Alsina y Castellanos, a la altura del 2000, en barrio Bella Vista, en la zona oeste.
Las víctimas del hecho contaron a El Ciudadano que todo comenzó cuando Noemí, la dueña de casa, de 56 años, salió de la vivienda para realizar unos mandados en el supermercado de la zona.
En ese momento, fue sorprendida en la vereda por dos sujetos armados con revólveres que controlaban los movimientos de la casa desde debajo del alero de un taller de chapa y pintura lindero a la vivienda de Noemí. Tras amenazarla de muerte, los desconocidos obligaron a la mujer a volver a ingresar en la casa a los empujones.
De acuerdo con el relato de las víctimas, una vez adentro de la vivienda los ladrones –que vestían ropa de un equipo de fútbol local– amenazaron a las otras tres personas que se encontraban en el lugar: el marido de Noemí, su hija y su madre, a quienes obligaron a ingresar en uno de los dormitorios. Una vez allí, les exigieron que entregaran el dinero que tenían guardado.
Las víctimas no opusieron resistencia en ningún momento. Una vez que entregaron el dinero a los asaltantes, estos les pidieron las llaves de la casa, tras lo cual encerraron a la familia dentro de la vivienda y se dieron a la fuga.
“Estos tipos tenían un dato, no preguntaron ni nada. Ellos sabían que teníamos plata y mucha”, explicó el marido de Noemí, en referencia a los 100 mil pesos que se llevaron los asaltantes. “Uno se quedó apuntando a mi hija y mi mujer, y el otro me acompañó hasta la pieza, donde guardaba la guita”, indicó el hombre.
“Me sacaron los ahorros de toda la vida”, se lamentó el jefe de la familia. Los pesquisas coincidieron con su hipótesis, ya que consideraron que los ladrones contaban con un dato preciso acerca del dinero que guardaba la familia.
El caso es investigado por el Juzgado de Instrucción de la 1ª Nominación, a cargo de la jueza Roxana Bernardelli, en turno durante la feria, con la colaboración de la comisaría 13ª, que tiene jurisdicción en la zona.
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