Aunque parezca que son tiempos de cambio, en algunos aspectos la realidad se parece más a un reciclado. Este viernes habrá una reunión de la “mesa chica” de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) en la que se terminaría de definir, en acuerdo con la Casa Rosada, la rescisión del contrato con el Gobierno del programa Fútbol Para Todos (FPT), lo que abriría la puerta al Grupo Clarín para volver al esquema de las transmisiones pagas del fútbol doméstico.
Fuentes de la entidad de la calle Viamonte dijeron a ámbito.com que la decisión de rescindir está “consensuada” con el Gobierno, porque la intención que tiene Mauricio Macri es desligarse completamente de la erogación anual que destina el Estado para sostener al FPT.
Claro que con varios frentes abiertos, sobre todo la desbocada inflación y el reciente Panamá Papers, el Gobierno no quiere quedar con el cartel colgado de ser el responsable de la vuelta del fútbol pago.
Si bien Macri asumió un compromiso de mantener la gratuidad del fútbol hasta 2019, el gasto anual que eso implica perturba la meta de reducción del déficit fiscal. Este doble objetivo llevó a varios funcionarios de Jefatura de Gabinete a iniciar una negociación ante la conducción colegiada de la AFA para promover una rescisión del contrato de mutuo acuerdo, lo que allanaría el camino a la apertura en mayo de un proceso de licitación de los derechos de televisación del fútbol que se terminaría de completar en junio.
Cuando el programa FTP surgió en agosto de 2009, el entonces Gobierno de la presidenta Cristina de Kirchner desembolsó $ 600 millones anuales para quedarse con los derechos de la televisación del fútbol para su transmisión por TV abierta. Poco más de seis años después, esa cifra está congelada desde febrero de 2014 en unos $ 1.800 millones, aunque actualizada estaría en los $ 2.000 millones, un número que ninguna empresa privada está en condiciones de afrontar, a menos que vuelva a un esquema de “pay per view”.
El acuerdo de rescisión, del que también participó el actual responsable del FTP, Fernando Marín, liberaría al Gobierno de la necesidad de comunicar que el fútbol dejará de ser gratuito. Una vez concluido el convenio, la AFA será la que abrirá el proceso de licitación y que asumirá ante el país futbolero el cambio de esquema en la televisación.
El selecto cónclave de dirigentes que hoy concretaría el punto final del contrato está integrado por Matías Lammens (San Lorenzo), Daniel Angelici (Boca), Víctor Blanco (Racing), Rodolfo D’Onofrio (River) y Claudio “Chiqui” Tapia (Barracas Central), grupo al que no se descarta que se sume Hugo Moyano (Independiente).
Entre las empresas que están interesadas para quedarse con las transmisiones figuran las cadenas estadounidenses Turner y Fox Sports Latin America (en donde Torneos tiene a cargo la producción del canal para el Cono Sur), la multinacional de marketing deportivo IMG, y Artear, a través de la cual el Grupo Clarín aspira a retornar al negocio del fútbol de un modo pleno.
Más allá de cuál sea la empresa que finalmente gane la licitación que abriría la AFA, los directivos de las compañías que entrarían en la compulsa, tienen claro que los esquemas que se abren a futuro para hacer sustentables las transmisiones, implican volver a cobrar a los televidentes.
En esa línea, fuentes del mercado explicaron a este medio, que el Grupo Clarín tiene definido, en caso de quedarse con la licitación, un cambio rotundo que haría pasar de la actual gratuidad a un esquema 100% pago. Otra alternativa, que manejan otros de los interesados en los derechos, es mantener el fútbol gratis por al menos un año pero empezar a cobrar por algunos servicios premium, como por ejemplo la señal HD.
El Gobierno ya movió la pelota y se la pasó a la AFA. Resta saber si habrá un pase de gol para Clarín.
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