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Reproducción asistida: un camino para dar vida

A partir de 2012, el Ministerio de Salud practicó 122 inseminaciones y se obtuvieron 13 embarazos. Destacan que la mayoría de las pacientes tenía más de 37 años, cuando baja la posibilidad de éxito.


El Ministerio de Salud provincial –a través de la Dirección por la Salud de la Niñez, Adolescencia, Sexual y Reproductiva– informó que en el marco de la red provincial de Unidades de Reproducción Humana Médicamente Asistida (URHMA), que comenzó a funcionar en 2012, ya se realizaron 122 inseminaciones intrauterinas y se lograron 13 embarazos en personas de entre 21 y 41 años. Si bien la cifra puede ser considerada exigua, desde esa cartera recordaron que una gran cantidad de pacientes tenía más de 37 años, edad en que la posibilidad de tener éxito con el tratamiento comienza a descender abruptamente, por lo que el balance puede considerarse “positivo”.

En la actualidad los trastornos  de fertilidad son una realidad muy frecuente que afecta a 1 de cada 5 parejas en edad reproductiva.

El coordinador provincial de Salud Sexual y Reproductiva, Oraldo Llanos, contó que aproximadamente el 40 por ciento de las mujeres atendidas superaba los 37 años por lo que la tasa de embarazos lograda llega al 11 por ciento hasta el momento. “Es un número que puede considerarse positivo porque estamos hablando de casos que son de alta complejidad”, señaló.

Las unidades de reproducción comenzaron a funcionar en 2012 en la provincia y brindan acceso a población que no tiene recursos la posibilidad de llevar adelante terapias reproductivas. “Son avances en políticas que garantizan derechos a hombres y mujeres con dificultades para tener hijos, de manera gratuita y a través del sistema público”, indicó el funcionario provincial.

En los centros de salud provinciales se realiza el diagnóstico completo de las parejas que consultan por infertilidad, los tratamientos quirúrgicos necesarios, al igual que estímulos de la ovulación. “Las técnicas de reproducción asistida implican, por un lado, el diagnóstico completo de la pareja. Los tratamientos se dividen en baja complejidad,  como la inseminación intrauterina, y de alta complejidad, como la fertilización in vitro, por un lado, e inyección intracitoplasmática de un espermatozoide o Icsi, por otro”, explicó Llanos.

“Igualmente a veces ni siquiera es necesario llegar a la instancia de inseminación. Solamente mejorando las condiciones de salud de personas con diabetes, resolviendo problemas menores que un hombre pudiese tener en la próstata, entre otros abordajes relativamente simples, aumentan los niveles de fertilidad de esas personas y logran un embarazo exitoso”, aclaró el profesional.

Por otra parte, remarcó sobre la importancia de dar la información necesaria a los pacientes para que quede en claro cuáles son las expectativas de llegar con éxito a un embarazo. “En cualquier lugar del mundo el promedio global de embarazo, por intento, ronda el 30 por ciento a 40 por ciento, incluyendo todas las técnicas de reproducción asistida”, subrayó.

También recordó que “en los orígenes de la infertilidad están implicadas un 30 a 35 por ciento de causas femeninas puras, un 30 por ciento de masculinas puras y que el resto son causas mixtas de la pareja”. “El factor más importante en la determinación del futuro reproductivo de las personas es la edad de la mujer, en general está limitado a los 40 años”, siguió.

Ya desde 2011 el Estado comenzó a dotar de recursos humanos y tecnológicos a determinados centros de salud de la provincia para luego extenderlo a todas las regiones un año más tarde. Ni bien iniciado el proceso se creó un listado de personas interesadas que no poseían obra social ni recursos propios para afrontar el alto costo de estos tratamientos. Además se capacitó a trabajadores de la salud para que se adecuen a la demanda.

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