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Refacciones en el Monumento Nacional a la Bandera: la obra de nunca acabar

Luego de que por tercer año consecutivo el 20 de Junio se celebrara con la estructura en plena obra, desde el municipio insistieron en que Nación incumplió en los pagos a la firma cercana al presidente Macri. Luego de que el plazo del 31 de mayo se venciera sin novedad, la nueva fecha es septiembre


Los andamios y el obrador en torno del deslucido Monumento a la Bandera ya son parte del paisaje habitual en la construcción frente al río Paraná. El pasado 31 de mayo se cumplió el plazo que la empresa a cargo de la remodelación tenía para terminar el 50 por ciento de la renovación. Pero las refacciones siguen sin terminar y los festejos por el 20 de Junio no vieron las mejoras, con lo cual la intendenta Mónica Fein habló de un Monumento “secuestrado” y quien será su sucesor, Pablo Javkin, reiteró que Nación había “incumplido”. Los motivos, según explicó en el mismo sentido este viernes el secretario de Obras Públicas municipal, Raúl Álvarez, se deben a que el gobierno nacional no cumplió en los pagos a la firma constructora y la inflación obliga constantemente a readecuar los contratos. Ahora, después de tres años de anunciada la restauración, se firmó una nueva prórroga que pone como fecha límite septiembre. Ocurre que falta concluir un 16 de ese 50 por ciento.

“Parece la obra de nunca acabar”, admitió Álvarez este viernes a Canal Tres. El festejo por el Día de la Bandera y la sensibilidad patriótica que afloró en la jornada pusieron sobre el tapete otra vez el tema de las obras inconclusas.

“La obra no se terminó y tiene que ver con un incumplimiento de Nación con los pagos. Fundamentalmente, en las rederterminaciones (ajustes). Con la inflación los valores del contrato han sufrido un deterioro importante; la empresa (OSD, del amigo presidencial Marcelo Mindlin) planteaba que no podía seguir financiando la obra con recursos propios. Y eso hizo que al no cumplirse con los plazos establecidos la obra no se terminó para este 31 de mayo”, explicó el secretario municipal.

Álvarez aprovechó para recordar que el gobierno de Mauricio Macri había asumido la responsabilidad de renovar la obra, propuesta que está lejos de concretarse. “La remodelación tuvo una serie de idas y venidas. El 2018 prácticamente nos lo pasamos discutiendo con Nación el tema del recorte presupuestario, y se firmó un acuerdo con Nación y una adenda de contrato con la empresa para que se hiciera el 50 por ciento de la obra y se prorrogara el plazo de ejecución esa fecha, el 31 de mayo, llegó. Y también el 20 de Junio. Y el Monumento sigue sin terminar”, remarcó.

Y agregó: “La obra hay que terminarla. Falta un 16 por ciento de la mitad. Lo que más va a demorar es la provisión de las placas de mármol que vienen de una cantera de San Juan”. Esas placas requieren de un tratamiento especial, dijo el secretario. Ahora “la idea es firmar un plazo de extensión hasta fines de septiembre”, al tiempo que otras refacciones en la Sala de las Provincias fueron postergadas indefinidamente y las mejoras proyectadas en la Sala de las Banderas “no se van a hacer”.

Bandera

El último miércoles 27 de febrero, al conmemorarse el 207º aniversario del izamiento la bandera argentina en la ciudad, la intendenta Mónica Fein señaló que debido a los incumplimientos en plazos en las obras de restauración edilicias, desde el municipio habían decidido dar por terminado el convenio nacional.

“Este 27 de febrero anunciamos que decidimos dar por terminado el convenio nacional que era por 146 millones de pesos, de los cuales el 30% lo pone la Municipalidad y ahora cerramos un convenio de 86 millones donde el 60% lo pondrá Nación. Dejamos pendientes obras importantes que vamos a licitar con recursos de los rosarinos”, dijo entonces Fein.

La intendenta recordó aquel día emblemático que no tuvieron la respuesta esperada por parte del gobierno nacional, ya que hace más de tres años que el Monumento se encuentra en obras. “No pudimos terminar de ejecutar la primera etapa de la obra y necesitamos poner en valor al Monumento”, explicó.

Los socios de siempre

La refacción del Monumento Nacional a la Bandera generó polémica desde un principio. La apertura de sobres para decidir quién se quedaba con lo que se considera la mayor intervención en la historia del Monumento fue el 26 de septiembre de 2016. Se habían presentado, además de la ganadora Creaurban, la UTE Depaoli & Trosce, Prat Construcciones y la UTE Del Sol, Epreco, Dyscon. EL 11 de enero siguiente fue adjudicada y entonces corrieron rumores sobre presiones del gobierno nacional para que los trabajos recayeran en empresarios amigos. La Municipalidad de Rosario salió al cruce de esas versiones y ratificó la transparencia de la licitación. A partir de entonces, se sucedieron los parates o retrasos en las obras y reclamos de los trabajadores por atrasos salariales. También, justificaciones de la empresa basadas en la falta de cobro de los certificados de obra. El financiamiento de la restauración es mayoritariamente del gobierno nacional, que pone el 70 por ciento del total. El resto, lo cubre el Ejecutivo rosarino.

Iecsa y la restauradora del Monumento Creaurban pertenecían al Grupo Socma. El ya fallecido Franco Macri, padre del presidente Mauricio Macri, anunció su venta en 2008, el mismo día en que su hijo lanzó la candidatura a jefe de Gobierno porteño. Pero todo quedó en familia: se las traspasó al primo del ahora jefe del Estado, Angelo Calcaterra, en cómodas cuotas. Ambas empresas resultaron adjudicatarias de licitaciones millonarias durante la gestión porteña del PRO. Por ejemplo, dos pasos bajo nivel, dos torres en Puerto Madero y los aliviadores del arroyo Maldonado.

Dos meses después de ganar la licitación del Monumento, Calcaterra vendió Creaurban a cuatro socios de Pampa Energía: Marcelo y Damián Mindlin, Gustavo Mariani y Ricardo Torres, aunque el primo de Macri continúa al frente del manejo operativo. Fue en el marco de sospechas sobre coimas en el eternamente postergado soterramiento del tren Sarmiento, en la ciudad de Buenos Aires, que incluyen al ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido y al secretario de obras públicas José López, ambos detenidos, y a la megaconstructora Odebrecht que desató el escándalo también local, al reconocer el pago de coimas por 35 millones de dólares en la Argentina para quedarse con contratos de obra pública entre 2007 y 2014.

El presidente Macri presenta a uno de los nuevos dueños de Creaurban, Mindlin, como su amigo. Su insignia Pampa Energía, grupo controlador de Edenor, Transener –la mayor transportadora eléctrica– y TGS –la segunda transportadora de gas–, es uno de los consorcios que más escaló en el ránking corporativo al calor de las nuevas políticas energéticas. Pasó del puesto 103 entre las que más facturan en la Argentina que ostentaba en 2015, al promisorio décimo lugar que le adjudicó la revista Forbes en su edición de octubre último.

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