Un grupo de personas se concentraron este mediodía en boulevard Seguí y Oroño, para movilizarse hacia la vecina localidad de Alvear, donde -en inmediaciones de la General Motors- se emplaza un criadero de perros, que según denunciaron los manifestantes, en su mayoría miembros de distintas organizaciones protectoras de animales de la ciudad y proteccionistas independientes, mantiene a los animales en pésimo estado, encerrados en pequeñas jaulas, mal alimentados y sometidos a constante y descuidada reproducción.
Los reclamos de Abi Simoncini comenzaron hace un año, cuando desde el criadero en cuestión empezaron a llegarle perras lastimadas y en total estado de abandono para ser servidas por uno de sus perros, de raza Shar Pei. Sin embargo, las denuncias no se hicieron públicas hasta la aparición de fotos en la red social Facebook.
“Vengo escuchando hablar de esta gente hace mucho. Yo tengo cinco perros, de raza Shar Pei. Ellos tienen de muchas razas y me traían hembras para servir, todas en pésimo estado. La primera no se podía mantener parada, la segunda tenía una infección en el cuello. Me las traían con las tetas hasta el piso, de tanto tener cachorros. Estuve buscando quien me pudiera ayudar con esto por todos lados. Ahora me trajeron una perra, le saqué fotos, las subí al Facebook y pasó todo esto”, relató Simoncini a elciudadanoweb.com. “La idea es ir a reclamar allá, para ver si alguien nos escucha y le podemos sacar todos esos bichos, que no pueden estar más en esas condiciones”, agregó.
La joven afirma haber visitado el criadero, donde según relata “las perras duermen sobre sus desechos, están todas juntas, lastimadas”. Además, comenta que tras la publicación de las fotos fue contactada por mucha gente que dice conocer sobre la situación, que en el criadero les han vendido perros que murieron de coccidios, de parvovirus. “Los dueños no se hicieron cargo y la gente tiene miedo de dar la cara porque dicen que son gente pesada, pero no se puede seguir así”, contó la promotora de la movilización.
Simoncini expresa que sólo una vez tuvo contacto directo con los dueños del criadero, que el resto de las veces envían empleados. “Tienen cinco o seis y siempre mandan uno distinto. A ellos les manifesté varias veces el mal estado en que estaban las perras y siempre ponían excusas y no las llevaban al veterinario. Una sola vez vino la dueña a verme porque quería comprar un cachorro y lo señó, al darme cuenta quién era inventé cualquier pretexto, le devolví la plata y no se llevó el perro”.
Por otra parte, Guillermina Alorda, representante de la Protectora Rosarina, manifestó que desde la organización hace tiempo que están en contra de los criaderos, más aún de “estos criaderos ilegales”. En este sentido, se sumó a la iniciativa contra la institución, de la que afirma “se vieron fotos terribles, con animales agonizando, en muy mal estado, hacinados, famélicos y explotados para la cría”. Alorda consideró que “ese lugar no está en condiciones de funcionar y vamos a ver si yendo todos a manera de escrache se toman medidas de una vez por todas”.
De la convocatoria también participaron proteccionistas independientes de la ciudad. Karina Fratini, una de ellas, coincidió con Alorda en la oposición al trabajo que se realiza en los criaderos de animales. Pero analizó: “Si van a lucrar con los animales, que por lo menos, lo hagan en buen estado”. La militante por los derechos de los animales criticó además el accionar de los funcionarios locales sobre el tema: “Nunca los derechos del animal son importantes, las denuncias en Rosario no funcionan, parece que lo único que sirve es el escrache”.
Otra de las manifestantes, Silvia del Castillo, se refirió a “ordenanzas que hemos hecho en la Comisión de Ecología del Concejo Municipal y no se implementan. No se llevan a cabo las ordenanzas que están en vigencia. Sinceramente, esperamos que el municipio actúe de otra manera, haciendo cumplir las ordenanzas como lo estipula la ley”.
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