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Ratifican pena por homicidio

La Cámara confirmó la condena a 5 años contra José Luis Soto, considerado coautor de un asesinato en medio de una pelea en 2006. Su cómplice, quien efectuó los disparos mortales, decidió no apelar.

La Sala IV de la Cámara de Apelaciones en lo Penal ratificó la condena a cinco años de prisión contra José Luis Soto, alias Jiqui, encontrado culpable del homicidio de Luis Alberto Verón, de 21 años, ejecutado durante una pelea en agosto de 2006, en Villa Gobernador Gálvez. Sin bien los sentenciados en primera instancia fueron dos jóvenes, considerados coautores del mismo delito, el segundo muchacho –quien habría disparado a la víctima– desistió de la apelación.

La causa que llegó a la Cámara se abrió el 27 de agosto de 2006, cuando Luis Alberto Verón, de 21 años, fue asesinado en el Club Social y Deportivo Coronel Aguirre, de la localidad de Villa Gobernador Gálvez.

Según se desprende de la causa, aquél día, durante los primeros minutos de la madrugada, Verón fue con un amigo a ese club –ubicado en Magallanes y Soldado Aguirre– adonde se estaba desarrollando una fiesta.

Todo transcurría con normalidad hasta que, alrededor de la 1.30, Verón comenzó a discutir con un grupo de personas. Pero la pelea no quedó sólo en insultos verbales sino que, cerca de las 3.30, la víctima y su amigo se agarraron a golpes de puño contra los integrantes del otro grupo, quienes luego fueron identificados como barrabravas del club.

La gresca terminó cuando dos de los participantes sacaron dos armas: uno, que después sería identificado como Luis Soto, se encargó de que nadie se acercara al blanco de las agresiones, mientras que Pedro Fernando García, alias Michi, de 24 años, apuntó hacia Verón y le disparó al menos dos veces, relataron las fuentes policiales.

En esa oportunidad los investigadores indicaron que, después de recibir los disparos, varias personas ayudaron al amigo de Verón a llevarlo a la vereda en un intento por evitar que continuaran con las agresiones.

La víctima fue trasladada en un auto particular hasta el hospital Gámen de Villa Gobernador Gálvez, adonde arribó ya sin vida a causa de una hemorragia masiva producida por la bala que le ingresó en la región del corazón, que no presentaba orificio de salida.

De acuerdo con la investigación, al día siguiente la Policía detuvo en la esquina de Bermúdez y Marco Polo, en la zona sur de Rosario, a Michi García, entonces de 21 años, autor material de los disparos contra Verón.

A su vez, Jiqui Soto, de 25 años, cayó tres días después del crimen, cuando caminaba por el pasaje 1 a la altura del 2100, en Villa Gobernador Gálvez.

En diciembre de 2009, ambos fueron condenados por el Juzgado de Sentencia de la 5ª Nominación, a la pena de cinco años de prisión, como coautores del homicidio en riña de Verón. A pesar de que había sido García quien efectuó los disparos, los dos sospechosos recibieron la misma imputación en su contra.

Sólo el defensor de Soto apeló el fallo de primera instancia.

En los argumentos planteados para confirmar la condena, los jueces integrantes de la Sala IV de la Cámara de Apelaciones –Daniel Fernando Acosta, Ernesto Atilio Pangia y Juvencio Liberal Mestres–, entendieron que los relatos aportados por los testigos del crimen  eran verosímiles, a pesar de que la defensa considerara que no podían considerarse como válidos. Es que los magistrados entendieron que los datos obtenidos de las testimoniales habían sido sostenidos por las conclusiones a las que llegaron los peritos que trabajaron en el caso.

Para los jueces, se comprobó la participación secundaria de Soto en el homicidio, ya que el acusado impidió, a punta de pistola, que otras personas se metieran en la gresca para defender a la víctima. Así, la acusación concreta hacia Soto radica en haber efectuado disparos en distintas direcciones en medio de la pelea, por lo que se lo consideró coautor del hecho.

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