Ciudad

Justicia

Quiso matar a su mujer: procesado

Un hombre acusado de quemar con nafta a su pareja enfrenta cargos que podrían dejarlo veinte años en prisión, ya que la jueza Alejandra Rodenas le aplicó la figura de intento de feminicidio, que contempla la reforma de 2012 en el Código Penal.


La Justicia procesó a un hombre de 34 años por tentativa de homicidio agravado bajo la figura de feminicidio, esto es, cuando media violencia de género. Está acusado de prender fuego a su pareja con un bidón de nafta en la casa que compartían en Roldán hace tres años. En la causa se agregaron denuncias anteriores por lesiones y agravios, además de testimonios de vecinos e informes médicos. La jueza Alejandra Rodenas, subrogando el juzgado de Instrucción 15ª, entendió que se trató de un intento de feminicidio y no un accidente o una consecuencia de un estado de emoción violenta, algunos de argumentos habituales para enmascarar este tipo de ataques, según especialistas. Se espera la elevación a juicio, donde el hombre puede recibir una pena máxima de hasta 20 años de prisión.

La relación entre L. y S. empezó en 2006. No pasó mucho tiempo para que S. lo denunciara en la Justicia por agresiones. Ese mismo año dejó asentada la primera denuncia en el Juzgado Correccional 7ª. Le seguirían cinco más por lesiones y amenazas. La última presentación fue por intento de homicidio calificado o agravado por violencia de género, también conocido como feminicidio. El delito está penado con prisión o reclusión perpetua. Esta semana se conoció la decisión de Rodenas, que reactivó la causa iniciada en 2013 y procesó a L.

El hecho ocurrió el día después de Año Nuevo, en la casa de Roldán donde vivían L. y S. y tres menores: una hija de una antigua relación de S. y dos hijos de ambos, de 4 y 7 años. Cerca de las 18, la pareja discutió. La mujer, que denunció a L. como adicto a las drogas de venta ilegal y con antecedentes violentos, lo enfrentó cuando notó que le faltaba dinero de la cartera. L. la insultó y cargó contra la hija de S. Tomó la ropa de la adolescente y la tiró por la ventana. Según testigos, usó un bidón de nafta para rociar las prendas. S. intentó recuperarlas y en ese momento el hombre la golpeó y la prendió fuego. La mujer fue asistida por vecinos y curada en el hospital de Roldán. L. echó a correr y estuvo prófugo hasta hace ocho meses. En tanto que S. estuvo internada 60 días en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), donde recibió injertos de piel en brazos y piernas, y se rehabilitó. Luego consiguió la exclusión del hogar y prohibición de acercamiento de L. de un juzgado de Familia.

“Nunca tuve un pedido de disculpas. Nunca me vino a ver al hospital o a decirme que fue sin querer, que fue un accidente. Nunca hubo un arrepentimiento de parte de L.”, dijo la denunciante.

“No podrá pasarse por alto que el motivo mismo que desata el problema entre la pareja habría sido una situación controlada en todo momento por L., quien en ejercicio de una potestad machista y dominante se ocupa de prender fuego la ropa de la hija mayor de S., en la vereda del domicilio, como clara exposición de su posibilidad de denigrar y humillar a la victima en cualquier oportunidad y en sus sentimientos más profundos”, describió Rodenas.

La magistrada tomó la decisión después de corroborar las cinco denuncias por lesiones registradas desde el inicio de la relación entre L. y S. en los juzgados correccionales 5ª y 10ª. Le sumó las realizadas por amenazas en el Ministerio Público de la Acusación, más un puñado de testimonios de la mujer y vecinos sobre escenas de celo previas.

“Los feminicidios (o tentativas) tienen lugar como culminación de un período de múltiples violencias, y atento que este planteo se sucede en el ámbito más íntimo de la relación de pareja del que mayormente no existen testigos”, explicó Rodenas sobre la importancia de radicar las denuncias.

Para llegar al procesamiento, la magistrada pidió informes médicos que certificaron un golpe de puño y quemaduras recibidas en el ataque. Sin embargo, el Consultorio Médico Forense no pudo acreditar si el fuego fue provocado por el hombre. La Policía recogió de la escena un bidón y una botella con rastros de nafta, y tres prendas de vestir quemadas. Si bien no encontraron encendedor o fósforos, S. aseguró que el hombre era fumador y que tenía la nafta cerca porque la usaba para limpiar herramientas con las que hacía arreglos mecánicos.

L., quien fue capturado casi tres años después del ataque, permanece en prisión preventiva hasta que se defina si va a juicio. De llegar a la condena enfrentará penas estipuladas por el artículo 80 del Código Penal y reformado en 2012 para incluir la figura de feminicidio: prisión o reclusión perpetua. Como se trató de una tentativa, y tal como dispone el artículo 44 del mismo Código, la sanción será de entre 10 a 20 años.

Comentarios