Andrea Romero, una joven rosarina de 29 años, tuvo el miércoles a su séptimo hijo varón, Natanael Eric Aguirre, y espera que la presidenta Cristina Fernández sea la madrina. Ambos se encuentran en buen estado de salud y la familia Aguirre planifica una ampliación de su vivienda, ante la llegada del nuevo integrante. Ambos fueron dados de alta ayer al mediodía.
Natanael nació a las 4.55 del martes, con un peso de 3,740 kilos, en la Maternidad Martin, y así se sumó a sus hermanos de 14, 13, 11, 8, 6 y 3 años. “Me gustaría que Cristina fuera la madrina, la voté y la volvería a votar. Si ella quiere va a ser la madrina”, dijo la parturienta en la sala de la Martin.
Desde Neonatología informaron que Andrea ingresó el miércoles cerca de las 4.30 de la mañana con una dilatación uterina de 7 centímetros y a los pocos minutos dio a luz al pequeño. “Fue un parto súper natural y lo pudo amamantar enseguida, sin problemas”, señalaron desde los médicos.
Casualmente, en la tarde del miércoles, otra mujer dio a luz a su séptimo hijo, pero entre ellos hay una nena, por lo que este caso no es similar al de Andrea.
En la República Argentina, la ley 20.8431 garantiza el padrinazgo del presidente de la Nación en funciones al momento del nacimiento del séptimo hijo varón o la séptima hija mujer de una prole del mismo sexo. Esta ley tiene sus raíces en la gran inmigración rusa en la Argentina y en la creencia de que el séptimo hijo varón es hombre lobo y la séptima hija mujer bruja. Así, en la Rusia zarista de Catalina La Grande se otorgaba el padrinazgo imperial que daba una protección mágica contra estos males y evitaba que los niños fueran abandonados.
Ahijado K en Rosario
En la ciudad ya hay un ahijado K. Se trata de Brian Ojeda, de 11 años, quien tuvo “el orgullo” (como siempre se encargó de resaltar su madre) de tener a Néstor Kirchner como padrino. Su madre, Roxana Britos, fue la gran impulsora de que se concretara el vínculo y ha llevado al nene a cuanta presentación hizo el ex presidente.
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