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Vida y Plenitud

¿Qué son las psicotoxinas?

Al día de hoy conocemos bastante sobre las toxinas que pueden dañar nuestra salud. Pero ¿qué pasaría si además pensamos que el efecto nocivo puede estar producido por una situación psíquica, una emoción o incluso un pensamiento?

Al día de hoy conocemos bastante sobre las toxinas que pueden dañar nuestra salud. Como aquellas provenientes de los alimentos (embutidos, enlatados, pesticidas, fertilizantes, procesos de industrialización, etc) o de la calidad del aire que inhalamos (polución, smog ambiental). Pero ¿qué pasaría si además pensamos que el efecto nocivo puede no estar producido por ninguna molécula sino por una situación psíquica, una emoción o incluso un pensamiento? A este nuevo paradigma lo llamamos Psicotoxicidad.

Los avances en el estudio de la Psiconeuroendocrinoinmunología nos muestran cada vez más claramente la estrecha relación existente entre nuestro sistema nervioso, el  sistema inmunitario y el sistema endócrino. Cual vértices de un triángulo imaginario, cualquier situación que afecte uno de estos sistemas repercutirá invariablemente sobre los demás.

Un estrés o un estado emotivo traumático no bien digerido pueden marcar el inicio de una enfermedad corporal. Desde un cuadro gripal, una angina, una artritis, un asma o un cáncer, lo que no resuelves en tu mente, tu cuerpo lo transforma en enfermedad.

Ya Hipócrates hablaba de que la mente puede tener una acción directa sobre la salud humana. Samuel Hahneman, padre de la Homeopatía, consideraba muchas enfermedades como la materialización de aspectos mentales. Es por ello que la Homeopatía basa su pilar terapéutico en el tratamiento de los síntomas mentales.

Otras escuelas hablan de Medicina Psicosomática, también relacionando los efectos de los pensamientos sobre el cuerpo físico.

Pero ¿qué estados pueden generar psicotoxinas?: el miedo, al cólera, el resentimiento, la envidia, el odio, la tristeza, la desilusión, las discusiones permanentes, la muerte de la pareja, o de un familiar cercano, o de un amigo o de una mascota, el divorcio o separación, la pérdida del empleo, una estafa económica, cambios en el trabajo, mudanzas o cambio de escuela.

¿Cuáles pueden ser los síntomas incipientes de las psicotoxinas? La angustia, inquietud, irritabilidad, locuacidad exagerada o retraimiento, aislamiento, agotamiento, dificultades en el sueño, falta de memoria y concentración, dificultades sexuales, falta de apetito o voracidad exagerada, apatía, ataques de pánico, desesperanza, amargura, etc.

Los conceptos clave para hacerles frente: las satisfacciones diarias ayudan a disminuir el estrés; la meditación, las prácticas de yoga, técnicas de relajación y de respiración; alimentación rica en nutrientes esenciales. El ejercicio, incorporar una mascota, cultivar lazos afectivos sólidos, evitar la soledad y el aislamiento.

Y por supuesto si la situación lo desborda lo aconsejable es pedir ayuda a un profesional que usted sienta que lo entiende y en el cual pueda confiar.

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