Ana Cecilia Berdicever
Antes Jefatura de Policía, y un pasado negro en tiempos del terrorismo de Estado, el imponente edificio de sede de Gobernación retacea a la mirada distraida muchas bellezas, y una de ellas acaba de ser restaurada. Con dirección oficial en calle Santa Fe 1950, la construcción de estilo neoclásico alemán ocupa toda la manzana delimitada también por Moreno, San Lorenzo y Dorrego. Fue levantada entre 1912 y 1916 sobre un proyecto de los arquitectos Manuel Torres Armengol junto a Rafael Peró. Lo que volverá a lucir en todo su esplendor con sólo alzar la vista es una escultura instalada en 1914, obra del escultor nacido en Italia Guillermo Gianninazzi (el mismo del Monumento a Leandro Alem en el parque homónimo) en la que intervino su colega de origen calabrés Erminio Blotta. Además de una nueva luminaria en la fachada para resaltar el edificio.
En lo alto del frontispicio y mirando hacia la plaza, la Cuadriga corona la entrada principal de la Sede de Gobierno. Una mujer, representa a la Justicia conduciendo un carro de guerra hacia la batalla.
Está inspirada a la instalada en la puerta de Brandeburgo, en Berlín, Alemania. La idea de esta obra es, paradoja de los tiempos, la “victoria sobre la delincuencia”. De gran volumen, con 10 metros por nueve y siete de alto, sus nueve toneladas de peso reposan en lo más alto del edificio. La escultura es de hormigón y la estructura de hierro y mortero.
Hay que pararse frente a la fachada de calle Santa Fe, o mejor desde la plaza San Martín, y alzar la vista para apreciar la escultura ahora vuelta a su esplendor. Es la cuadriga conducida por la Justicia, una de las pocas obras escultóricas que lleva como emblema a una mujer.
Comparación escultura con un obrero, para dimensionar el tamaño
La obra comenzó a restaurarse a mediados del año pasado. La empresa que llevó adelante los trabajos es Alma Piedra, conducida por María Eugenia Prece. “Me convocaron para evaluar la situación de la cuadriga y hacer la propuesta de trabajo”, recordó a El Ciudadano.
“La obra llevaba tres restauraciones anteriores en diferentes épocas y siempre presentaba las mismas patologías. Viendo informes de restauraciones anteriores, pedimos que se hicieran otros estudios. Unos ensayos no destructivos en los apoyos sobre las patas de apoyo justamente. Además, abrimos un espacio que hay entre la losa y el prado, donde están apoyados los caballos, y encontramos una parte oculta, con pilares sobre los que apoya cada una de las patas y colas de los caballos y carro. Vimos problemas que no se habían evaluado antes”, resumió sobre los desafíos a enfrentar para recomponer las mamposterías de apoyo, fisuradas y agrietadas.
“Un ingeniero estructuralista nos explicó que si bien parece sólida y maciza, la estructura tiene mucho movimiento, porque está muy alta, sometida al viento. Y entonces, las vinculaciones sufren ese estrés del movimiento que tensiona la estructura permanentemente. Ahí nos dimos cuenta de que las soluciones tenían que ser más flexibles que rígidas, así que sellamos las fisuras con materiales elásticos y luego reparamos con mortero de cal similar al original. Terminamos para que no se vuelva a marcar, porque eso le permite el ingreso al agua que oxida la estructura metálica de la escultura. Completamos todo con un recubrimiento elástico”.
Prece explicó que el trabajo de la cuadriga finalizó hace tiempo, pero los andamios aún se podían apreciar hasta hace unos días porque se utilizaron para instalar en la fachada un nuevo sistema de iluminación con tecnología LED.
Nueva luminaria
El obrero que dejó su marca
En medio de la restauración de la cuadriga, se encontró un mensaje de uno de los obreros que trabajó en su colocación. Se pudo leer y dejar registro de aquel hecho histórico que recuerda los días de la inauguración, y el paso del tiempo.
La época de los imponentes edificios públicos
El arquitecto Pablo Mercado relató a este diario que la construcción del edificio fue en una época donde se estaban levantando grandes sedes públicas en todas las ciudades del país.
“Este tipo de edificios requieren constantes restauraciones, no hay que asustarse cuando están remodelándolos. La conservación es permanente, es como cualquier casa antigua que hay que mantenerla”, explicó sobre la periódica presencia de andamios en la fachada.
La fachada de la delegación está compuesta por un grupo de columnas dispuestas en intervalos regulares. Cada esquina, cuenta con dos columnas gigantes reunidas en un zócalo que recorre todo el perímetro del edificio
Esta obra de gran envergadura se organizó en tres niveles alrededor de un patio central con grandes puertas de ingreso por todas las calles, siendo la más importante la que da a calle Santa Fe.
Allí, las gigantescas puertas de bronce en el ingreso principal dan paso a un inmenso hall que remata en una gran escalera ceremonial que vincula con la planta superior, sector en el que se desarrollan actualmente las actividades de la delegación del Gobierno provincial.
Mercado recalca que el edifico se destaca por su simétrica composición.
La máquina del tiempo
Hay registros de la piedra fundacional en 1902. En cuya ceremonia se colocaban ciertos objetos de valor y que funcionan cómo una máquina del tiempo.
La piedra fue bendecida por el presbítero Antonio Sánchez y lleva en su interior, entre otros objetos, el acta de fundación.
El edificio fue inaugurado durante la gestión del gobernador Joaquín Menchaca y entonces contenía la Jefatura Política, el Cuerpo de Bomberos y, en el patio central, la Alcaidía.
La directora de la sede Rosario del Archivo General de la provincia, Gisella Galassi, y la directora provincial de la sede de Gobernación, Marianella Banglini, abrieron las puertas del edificio, mostraron su interior y relataron su historia.
Duro por fuera, cálido en el interior
Galassi cuenta que el edificio de la antigua jefatura ubicado frente a la plaza 25 de Mayo se muda para unificar todos los Poderes y es la primera jefatura política en toda la provincia. “No hay otro edificio de esta magnificencia en Santa Fe y de aquella utilidad. La jefatura se muda a un nuevo espacio frente a los Tribunales Provinciales (hoy Facultad de Derecho) y frente a la Plaza de las Carretas (hoy San Martín), pensado como espacio clave en el ejido urbano. En el centro, pero más alejado del antiguo núcleo del poder que era la antigua plaza Montenegro y la lonja matriz”, explica.
El jefe político era el delegado del gobernador en la ciudad y tenía funciones muy amplias. Era mucho más que la figura y función del intendente.
Es un edificio que además marca el afuera y el adentro: por fuera el eclecticismo alemán mostrando cierta dureza que tiene que ver con las funcionalidades. Por dentro, más cálido.
Además convivían la Alcaidía, la torre de mangueras (llamada así porque los bomberos las colgaban para secarlas al sol) y el Cuerpo de Bomberos.
Jefatura política, represión, sede de Gobernación
En 1896 se considera necesaria la construcción de un anexo del Ministerio de Gobierno que aloje la Jefatura Política de Rosario, que incluía a la Inspección General de Policía y el cuartel principal del Cuerpo de Bomberos.
El 3 de agosto de 1906, el Decreto Provincial N° 5138 declara la utilidad pública del predio en el cual se encuentra hoy en día la Sede de Gobierno, para la construcción de la Jefatura Política.
Todos los cambios en el edificio fueron progresivos. En la época de la dictadura fue utilizado como centro clandestino de detención y en la actualidad se encuentra un espacio de memoria.
También está señalizada la ex alcaldía de mujeres.
Lo que funciona hoy en la manzana
Marianella Banglini (directora provincial del gobierno en sede Rosario) menciona que en la actualidad todo ese gran edificio cobija en planta baja ala Santa Fe el ministerio de Gobierno, donde se encuentra el balcón donde estuvo Evita y Perón en una de sus visitas a Rosario y las oficinas del Senado, en el subsuelo de esa misma ala se encuentra el archivo histórico que ocupa una gran parte del ala Moreno y Santa Fe, a su lado Protección Civil, Upcn, Iapos y Seguridad Ciudadana.
Comentarios