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Pyongyang mete más presión

Corea del Norte podría respaldar su retórica belicista con otro ensayo militar de acá al miércoles, luego de haber sugerido a diplomáticos que abandonen antes de esa fecha su capital porque no podrá garantizarles seguridad.


Una alta fuente de seguridad nacional surcoreana anticipó ayer que Corea del Norte podría llevar a cabo esta semana un ensayo de lanzamiento de un misil, mientras que Estados Unidos postergó su prueba con un proyectil balístico intercontinental en un intento de rebajar la tensión en la península coreana.

Kim Jang-Soo, principal asesor de seguridad nacional de la presidenta surcoreana Park Geun-Hye, dijo que un ensayo de lanzamiento u otra provocación podrían producirse antes o después del miércoles, fecha en la que Corea del Norte sugirió a los diplomáticos que abandonaran Pyongyang.

“No hay signos de una guerra a gran escala ahora mismo, pero el Norte tendrá que prepararse para llevar a cabo represalias en caso de una guerra local”, dijo Kim.

Pero Corea del Norte desplegó recientemente un segundo misil de medio alcance en su costa este y amenazó con llevar a cabo ataques, incluso nucleares, contra blancos estadounidenses.

Diplomáticos temen que la retórica haya creado una situación que pueda quedar fuera de control y Estados Unidos postergó un ensayo de un misil balístico intercontinental.

Según un responsable estadounidense, el secretario de Defensa, Chuck Hagel, pospuso hasta el mes que viene un ensayo de Minuteman 3, un misil balístico intercontinental de ojivas nucleares, que tenía previsto disparar la próxima semana desde la base aérea de Vandenberg en California, porque algunos podrían “malinterpretarlo” diciendo “que intentamos exacerbar la actual crisis con Corea del Norte”.

Además Seúl y Washington anularon una importante reunión prevista el 16 de abril en Estados Unidos entre el general Martin Dempsey, jefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense, y su homólogo surcoreano, el general Jung Seung-Jo. La agencia de prensa Yonhap afirmó que el Sur temía una posible provocación norcoreana en ausencia del jefe de las Fuerzas Armadas.

Los diplomáticos instalados en Pyongyang se reunieron el fin de semana para discutir sobre la advertencia realizada el viernes por el régimen norcoreano que dijo que no garantizaba la seguridad de las legaciones diplomáticas en la capital a partir del 10 de abril.

La mayoría de los gobiernos extranjeros afectados dieron a entender que no tenían la intención de retirar a su personal. Entre ellos figuran los siete países de la Unión Europea presentes en Corea del Norte (Alemania, Reino Unido, Suecia, Polonia, Rumania, República Checa y Bulgaria).

Un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino afirmó ayer que había pedido a Pyongyang que garantice “la seguridad de los diplomáticos chinos en Corea del Norte”, pero añadió que su embajada está funcionando “normalmente”.

De todos modos, los embajadores de los 27 países de la UE se reunirán el lunes en Bruselas para abordar la crisis, informó una fuente europea.

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