El Hincha

Superliga

Proyecto cero: 14 técnicos renunciaron o dieron un paso al costado

Una cifra que refleja que en el fútbol argentino la mayoría de los clubes prioriza los resultados deportivos al proyecto a largo plazo


La Superliga 2018/19, con apenas 15 fechas jugadas, ya tiene como estadística la misma cantidad de cambios de técnicos. Y en consecuencia el promedio es un entrenador saliente por cada jornada disputada. Una cifra que refleja que en el fútbol argentino la mayoría de los clubes prioriza los resultados deportivos al proyecto a largo plazo.

De todas formas no todos los técnicos debieron irse por los malos resultados, algunos se fueron por decisión propia y otros en busca de nuevos desafíos.

El caso más llamativo del último semestre sin dudas fue el de Ezequiel Carboni. Arrancó el torneo siendo el DT de Lanús, pero apenas duró tres fechas. El Kely renunció a su cargo luego de la derrota frente a Aldosivi como local. Además, venía de quedar eliminado de la Copa Sudamericana y la Copa Argentina.

Pero Carboni consiguió trabajo muy rápido. Alfredo Berti dio el portazo en Argentinos Juniors en la fecha 5 y en La Paternal tentaron al Kely. La apuesta salió mal, muy mal. Apenas dirigió seis fechas y el balance es lapidario: empate en el debut y luego cinco derrotas al hilo.

La suerte entonces estuvo echada para Carboni, el técnico que ostenta un triste récord: en sólo doce fechas se quedó sin trabajo en dos equipos diferentes. Y además, su currículum estará marcado a fuego por estos dos tropiezos.

La fecha 5 fue fatal para varios entrenadores. Alfredo Berti, tras la caída de local contra Boca, decidió ponerle punto final a su ciclo en Argentinos, aunque el motivo principal fue que se enteró de ciertas críticas por parte de los dirigentes a compañeros de su cuerpo técnico. Apenas acumulaba dos puntos.

Otro que pasó a ser un desocupado en la quinta fecha fue Juan Pablo Pumpido, quien se fue de Patronato luego de perder en Paraná por 2 a 0 ante Gimnasia. El equipo entrerriano sumaba apenas un punto y con muchos problemas en los promedios.

Y como dice el refrán “no hay dos sin tres”, Rubén Forestello, que había logrado el ascenso con San Martín de Tucumán, debió irse del Ciruja después de caer 1-0 con el Vélez de Gabriel Heinze. De cuatro partidos (tenía uno pendiente) apenas acumuló dos unidades. La siguiente fecha, la número seis, fue testigo de dos despidos. Uno fue el de Walter Coyette en San Martín de San Juan, que tras perder 3-1 con Atlético Tucumán fue notificado por los dirigentes para que diera un paso al costado. El otro fue Christian Ledesma en Tigre. El Matador cayó en Victoria por 2-0 con Huracán y el Lobo armó las valijas.

Pero la situación rara tras esa jornada fue el intercambio de técnicos entre San Martín de Tucumán y su homónimo de San Juan. Walter Coyette partió al Ciruja y el Yagui Forestello recaló en el Santo sanjuanino.

A finales de enero volverá a jugarse la Superliga y por lo menos cinco equipos tendrán nuevo técnicos. Cuatro de ellos dirigirán por primera vez en esos clubes y el restante fue oficializado hace uno días tras haber tenido un interinato de dos partidos.

Héctor Bidoglio, en Newell’s, es el protagonista de esa situación. Dirigió los dos últimos partidos de la Lepra, con triunfos incluidos, y fue ratificado en el cargo el pasado sábado.

Boca tendrá una nueva cara en el banco de suplentes. Y esa será la de Gustavo Alfaro, quien se fue de Huracán para pasar al Xeneize. Si bien no fue oficializado es cuestión de días para que eso suceda.

Una apuesta es la que hizo Banfield al contratar a Hernán Crespo como nuevo DT. El ex delantero de River no tiene mucha experiencia en el rol y será cuestión de tiempo para saber sus condiciones.

Otro que tendrá un nuevo técnico es Colón de Santa Fe, quien arregló para que el uruguayo Julio Comesaña tome las riendas del Sabalero a partir de enero.

Por último, Diego Dabove prefirió otro desafío al dejar Godoy Cruz, en donde jugará Libertadores, y tomó la decisión de llegar a Argentinos, equipo que figura último en la Superliga.

Momentos que quizás solamente el fútbol argentino puede dar.

Lucas Bernardi fue la víctima en la fecha 8. Talleres le ganó 3-0 a Belgrano en el clásico cordobés y el rosarino debió eyectar del banco de forma ineludible. El ex jugador de Newell’s siempre le encontró la vuelta para buscar un lugar a pesar de no haber tenido buenos rendimientos en otras instituciones (Arsenal, Godoy Cruz o Estudiantes).

En el medio de todo y no por haber perdido en la Superliga, Claudio Biaggio debió dejar San Lorenzo. El motivo fue la eliminación en Copa Argentina en cuartos de final a manos de Temperley. Ese golpazo fue demasiado para la espalda del Pampa que terminó cayendo de rodillas. Fue la gota que rebalsó el vaso tras quedar afuera de la Sudamericana y cumplir con una pobre campaña en el torneo local.

Fue en la fecha 12 que el mencionado Carboni se alejó de Argentinos Juniors, pero también hizo lo mismo Eduardo Domínguez en Colón. Los motivos de la salida nunca fueron demasiados claros, pero lo cierto es que el entrenador lo hizo por teléfono. Incluso fue un domingo, tras empatar el viernes con Estudiantes. El DT dirigió 69 partidos al conjunto santafesino, en los que cosechó 28 triunfos, 22 empates y 19 derrotas, para un 51,20 por ciento de efectividad.

Omar De Felippe fue el próximo en quedarse sin trabajo. Fue en la fecha 13 y luego de que Newell’s perdiera con Aldosivi por 1-0 en Mar del Plata. El técnico aguantó tres partidos después de perder con Central por Copa Argentina para dar un paso al costado.

“No vi respuestas del equipo, la decisión viene por ahí”, dijo el propio entrenador, y sostuvo que “los jugadores tienen que cambiar el aire”. Así justificó su renuncia De Felippe ante los periodistas que estaban apostados en el vestuario del Minella.

Las últimas cuatro salidas de entrenadores antes del receso no fueron por malos resultados. Tuvieron diferentes aristas que desembocaron en no seguir al mando de sus equipos.

Julio César Falcioni en Banfield fue uno de ellos. El técnico más exitoso en el Taladro afrontó un semestre cargado de problemas en cuanto a su salud. Incluso en varios partidos debió estar ausente.

Lo cierto es que Falcioni dirigió en la fecha 14 sabiendo que ya no le renovarían el contrato que vencía a fines de este mes. Su despedida no fue la mejor en cuanto al resultado ya que perdió 1-0 con Argentinos, pero pegó desde lo emotivo con el estadio coreando su nombre y con el técnico envuelto en lágrimas.

En forma llamativa Diego Dabove decidió dejar Godoy Cruz una vez que finalizó la primera parte de la Superliga. La salida del entrenador con mayor nivel de efectividad de la historia del Tomba en Primera División es aún misteriosa. Se habla de cuestiones económicas por una oferta insuficiente para renovar el contrato que vence el 31 de diciembre, de diferencias de ambición en cuanto al proyecto para el 2019, que tendrá a los mendocinos en la Copa Libertadores, o de la necesidad de estar más cerca de su familia. La realidad es que Dabove dejó Mendoza y su nuevo destino estará en La Paternal.

El caso Guillermo Barros Schelotto en Boca también es distinto al de la mayoría de los entrenadores que dejaron su cargo: poco tiene que ver el rendimiento en la Superliga, ya que estuvo prácticamente todo el semestre enfocado en la Copa Libertadores (de hecho, el Xeneize debe dos partidos del certamen).

Sin embargo, la caída frente a River en la final de la Copa Libertadores desembocó en su salida de Boca. El golpazo que significó perder ante el Millo en el certamen más importante a nivel continental no se pudo defender con las dos estrellas que tiene el Mellizo en el ámbito local.

Y de la mano de la salida del Mellizo en Boca llegó el último entrenador en irse de su club. Gustavo Alfaro, de gran presente en Huracán, tuvo la gran oportunidad de su vida deportiva y no la quiso desperdiciar. Renunció al Globo para hacerse cargo del Xeneize.

Una decisión que trajo insultos de todo tipo por parte del hincha quemero hacia el entrenador.

De esta manera y cuando la situación está afectada, en la mayoría de los casos, por el mal del resultadismo, la dirección técnica es un pescado difícil de vender. A veces se descompone más rápido de lo que uno piensa. Y lo lamentable es que a este ritmo seguramente seguirá contaminando el espíritu del juego. Ese que alguna vez se perdió y vayan a saber si se podrá volver a recuperar. A este paso esa misión parece imposible.

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