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Básquet

Provincial de mayores: Rosario estuvo cerca de ser campeón

El elenco dirigido por Gnass jugó una gran final, pero Santa Fe tuvo mejor cierre y fue campeón.


Santa Fe coronó su fiesta. Redondeó un torneo enorme con una sufrida victoria ante Rosario 82-71 y se consagró tricampeón de la provincia en un Roque Otrino repleto.

Rosario jugó un primer tiempo enorme, con variantes defensivas zonales que le negaron casi totalmente el juego interno a Santa Fe y lo obligaron a lanzar de tres puntos, algo que no siempre fue redituable. En ofensiva, los de Gnass tuvieron las cosas claras, con la paciencia e inteligencia para elegir la mejor opción. El duelo estratégico fue para el elenco visitante, que cerró de manera notable la mitad inicial arriba por 45 a 36. El plan resultaba a la perfección.

En el tercer parcial, a pesar de que Rosario sacó distancia de 14, Santa Fe elevó el nivel de intensidad en defensa, comenzó a recuperar terreno y atacó el aro con determinación. En un ratito, los locales pasaron al frente cuando poco habían hecho para merecerlo.

El cuarto final tuvo un largo período de escasa efectividad y esta vez fue Santa Fe el que salió mejor parado, encontró gol adentro y afuera, y dejó a la visita sin chances. La enorme labor rosarina no tuvo premio.

Una semifinal caliente frente a Oeste

Tremenda semifinal debió superar Rosario en la mañana de ayer para meterse en el duelo por el título. El equipo que conduce Néstor Gnass le ganó a Oeste Santafesino por 73 a 63 en cancha de Rivadavia Juniors en un encuentro que no fue bien jugado, pero que tuvo todos los condimentos de un duelo definitorio. En la otra semi, Santa Fe doblegó a Reconquista 68 a 54 con 15 de Nicolás Copello.

El juego fue muy parejo y de baja efectividad, con la premisa de Rosario de contener el trabajo interior de Oeste recurriendo a sus variantes defensivas, pero con atención a los buenos lanzadores que tienen los de Giulianelli, aunque no estuvieron en un día efectivo.

La conducción de Gallegos, el aporte goleador de Carnovale (20) y Mariani (13) eran las armas propuestas por Rosario, mientras que Oeste comenzó con Britos y Torné apuntalando el marcador. Claro está que la ecuación, el trámite y el clima del duelo cambiaría. Con el ingreso de Fior se endureció la lucha bajo el aro, los árbitros comenzaron a trabajar el doble y el juego se calentó. Para colmo, en un ratito salió lesionado Pitu Rivero y debió dejar el juego Andrés Meinero acusando un golpe de Fior que le cortó la frente.

Desde el temperamento, Rosario levantó el juego de la mano de Juampi Camino, pero Oeste también modificó y el ingreso de Agustín Caffaro (17 tantos) le dio una referencia importante cerca del cesto y Morero su gol de media distancia. Oeste ganó en intensidad y no sólo cerró bien el segundo cuarto sino que comenzó bien el tercero. De allí en más el duelo se manejó en el terreno de la igualdad, con pequeñas rachas de cada lado y con los jueces tratando de mantener el juego en el camino correcto. Era claro que en el momento cumbre, el que minimizara el error se llevaría el premio y así fue como Oeste tomó varias determinaciones equivocadas en ataque, y Rosario mostró temperamento en Maggi para recuperar bolas sueltas, mente fría en Gallegos para guiar al equipo, corazón en Camino y la mano fina de Mariani primero y Carnovale después para liquidar el pleito.

Después llegó el innecesario festejo de Camino de frente al banco rival (durante el juego hubo mucha “pica” y gritos contra el rosarino) y la reacción de algunos jugadores de Oeste que desembocó en la determinación de los jueces de ser muy rigurosos y descalificar al rosarino de la final. Una lástima.

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