Gremios nucleados en las regionales locales de la CGT y la CTA opositoras al gobierno nacional se movilizaron ayer por el centro rosarino en reclamo de la derogación del impuesto a las Ganancias para los asalariados, entre otras demandas laborales. Con la presencia de los dirigentes Pablo Micheli (CTA nacional) y Juan Carlos Schmid (CGT nacional), la marcha de protesta partió a media mañana desde plaza Sarmiento y terminó con un acto en la esquina de Santa Fe y San Martín, frente a las puertas de la sede de Afip. Micheli dejó picando la posibilidad de “un paro nacional a corto plazo”.
La nutrida marcha y la presencia de camiones recolectores en el microcentro de la ciudad generaron congestionamiento en el tránsito. Replicando la “unidad en la lucha” que plantean Micheli y Hugo Moyano cada vez que convocan a una jornada de protesta en Buenos Aires, la movilización de ayer estuvo encabezada por sindicalistas de ambas centrales obreras críticos del kirchnerismo. Adhirieron a la movida diferentes gremios de Rosario y también se sumaron algunos partidos políticos.
“La carga impositiva sobre los trabajadores es insoportable. El mal llamado impuesto a las Ganancias es un impuesto al trabajo y el gobierno nacional no puede mirar para otro lado”, indicó Micheli, al tiempo que acusó a la Casa Rosada de “negar un espacio de diálogo”. “Acá no queda otra que ir a un paro nacional”, advirtió el dirigente de ATE-Capital Federal en un encendido discurso.
La manifestación de los trabajadores tomó por calle San Luis hasta Sarmiento, luego enfiló hasta Rioja, donde hizo una breve parada frente a la Ansés. De allí hasta peatonal San Martín, para finalizar en la delegación de la Afip, donde se estaba montando el escenario para el acto central. Se pudo ver a varias personas semidesnudas con grandes letreros colgados que exigían “anulación del impuesto a las Ganancias”. En la movilización no faltaron bombos ni bombas.
En el escenario montado de espaldas al edificio de la Afip estuvieron los impulsores locales de la protesta de ayer: Marcelo Andrada (Sindicato de Recolectores de Rosario); Edgardo Arrieta (Sindicato de Dragado y Balizamiento), Gustavo Terés (CTA Rosario) Claudia Indiviglia y Rubén López (CGT Rosario), Gustavo Martínez (ATE Rosario), además de Micheli y Schmid como principales oradores.
“Queremos terminar con ese impuesto maldito que tenemos los trabajadores”, dijo Andrada con relación al impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría. El tributo en cuestión, cabe recordar, alcanza a los empleados solteros con un sueldo bruto de 8.360 pesos, mientras que en el caso de los casados con dos hijos el límite es de 11.563 pesos. Además, entre las demandas aparecieron el “aumento de las asignaciones familiares, el fin de la tercerización laboral y el 82 por ciento móvil para los jubilados”.
Martínez, secretario adjunto de la CTA rosarina, sostuvo que existe “un muy fuerte reclamo de las bases respecto de la necesidad de que cesen los atropellos salariales y laborales”. En tanto, Terés indicó: “Hay un acuerdo general que es lograr aunque sea un aumento significativo del mínimo no imponible para el impuesto a las Ganancias. El salario no es ganancia. Seguramente un gerente de una empresa grande que cobra arriba de 30 mil pesos se deberá discutir, pero no así con los trabajadores”.
En la marcha de ayer participaron trabajadores de los gremios aceiteros, camioneros, colectiveros, estatales, docentes, dragado y balizamiento, recolectores, ceramistas, universitarios, previsión social, Junta de Granos, sanidad, guardavidas, deportivos y civiles, médicos, minoridad, panaderos, La Fraternidad, carne y conductores navales, entre otros. También estuvieron presentes organizaciones sociales, estudiantiles y políticas.
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