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“No vemos muchas cosas buenas en la provincia”

Alejandro Parlante, candidato a diputado del Frente del Pueblo, criticó la gestión Bonfatti.


parlante

Trabajador del área de la salud en Rosario, desde hace casi 30 años, Alejandro “Cacho” Parlante encabeza la lista de precandidatos a diputados nacionales por el Frente del Pueblo que, formado por el Movimiento Socialista de Trabajadores (MST) y el Partido del Trabajo del Pueblo (PTP), buscan una banca en el Congreso, y que en Rosario llevan como candidato a concejal a Alberto Cortés. Parlante, quien está alejado de las internas futboleras de la ciudad (ver aparte), se propone desde ese puesto luchar por los reclamos sociales. En ese sentido, el dirigente de izquierda suma a las tradicionales propuestas de mejoras para los trabajadores, las nuevas reivindicaciones de políticas ambientales y cuestiones como el género, tanto la trata de mujeres como otras formas de maltrato, y el respeto a las diversidades sexuales.

—¿Qué propuestas tienen, qué creen que tendría que plantear un diputado santafesino en el Congreso?

—Desde el Frente del Pueblo creemos que un diputado santafesino debería tener la responsabilidad de asegurar de dónde va a sacar la plata para hacer mejoras. Entonces, un primer paso es realizar una reforma impositiva integral que incluya al Estado nacional como a las provincias. A nivel país, el impuesto que más recauda es el Impuesto al Valor Agregado (IVA) que es el más regresivo porque todos pagamos lo mismo, los que tenemos un salario, los que están desocupados, los grandes capitalistas también; y eso no debería ser así. Sobre el tema del impuesto al salario que es una vergüenza. Nosotros formamos parte de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) liderada por Pablo Micheli que está luchando en contra de esto. Sumado a esto, rechazamos el pago de la deuda externa y que ese recurso debe volver al pueblo. También estamos por la defensa de lo público; creemos que hay que recuperar todos los recursos naturales, las empresas privatizadas, y sostenemos que tienen que ser administradas por sus trabajadores y por organizaciones de usuarios. Otra propuesta, retomando lo anterior, es eliminar el cobro del IVA de los productos de la canasta básica alimentaria. Eso es lo más central.

—¿Cómo ve la política?

—Creemos que debemos democratizar la vida política. Todos los mandatos deben ser revocatorios. Los cargos políticos o de otros poderes, deben ganar el mismo sueldo que un trabajador y el de una maestra con diez años de antigüedad nos parece correcto. En el tema de derechos humanos, creemos que hay que derogar la ley antiterrorista, también creemos que hay que depurar a todas las cúpulas de las fuerzas de seguridad corruptas. Hoy vemos que es un escándalo lo de César Milani que desnuda el discurso de derechos humanos del gobierno nacional, que es algo que también se verifica en nuestra provincia. El falso progresismo del Frente Progresista Cívico y Social, entre otras cosas, mantiene la excepción impositiva a las grandes cerealeras, a la General Motors que no pagan ingresos brutos, por ejemplo. Esas excepciones son de la época en que era gobernador Carlos Reutemann, continuadas por el gobierno de Jorge Obeid, el de Hermes Binner y el de Antonio Bonfatti.

—¿Cómo se puede convencer a las grandes empresas de que tienen que pagar más impuestos?

—Nosotros planteamos que se tiene que hacer desde el poder del Estado pero con el apoyo de la ciudadanía en una movilización popular.  Siempre decimos que nuestras bancas están al servicio de desarrollar las posibilidades económicas, sociales y culturales de los sectores del trabajo. En el marco de la crisis capitalista internacional, estos reclamos tradicionales de la izquierda, a los que hemos incorporado el tema ambiental, la cuestión de la violencia de género, la lucha por la igualdad de distintas identidades sexuales. Por eso ahora nos presentamos como una izquierda renovada con una bandera tricolor con el rojo de las reivindicaciones sociales, el verde de las peleas a favor del medio ambiente, y el violeta de las reivindicaciones de género y de diversidad sexual. Aunque siempre asentándonos en la movilización popular y de lograr una banca, ese puesto estará al servicio de estos reclamos. Todos esos temas que nos necesarios para los trabajadores y que no se discuten en el Parlamento, nosotros los llevaremos para su discusión.

—¿Qué está mal o bien en la provincia?

—Nosotros no vemos muchas cosas buenas en Santa Fe. En particular el caballito de batalla que es la salud pública, no está bien. Yo hace 30 años que soy trabajador de la salud y conozco el tema bien desde adentro. La vemos retroceder a la salud, con menos números de camas, con centros de salud que tienen horarios restringidos, con pocas especialidades, que están permanentemente desbordados. Es un clásico decir en invierno o verano que el Hospital de Niños está colapsado. En invierno por enfermedades respiratorias y en verano por diarrea. Ahora, esto pasa todos los años y eso muestra que no hay previsión, no hay inversión, y eso es algo que sorprende. A eso hay que agregarle el nivel de precarización que hay en todos los niveles y está presente tanto en el Estado nacional, provincial y municipal, por ejemplo. Hasta hace poco estaban en conflicto los compañeros residentes de clínicas médicas porque se les había quitado la renta y, por lo cual, se les ha reinstaurado el trabajo esclavo. Nosotros vemos que en la educación también hay problemas. Las escuelas están desbordadas, no hay contención para los pibes. También nos preocupan otras cuestiones como infraestructuras viales y urbanas, viviendas. En Rosario hay un déficit de 50 mil viviendas, a su vez hay casi la misma cifra de viviendas desocupadas. Eso muestra con toda claridad que no hay una política para resolver el problema de la vivienda y ni siquiera para urbanizar los barrios populares. Entonces no vemos cosas muy halagüeñas ni muy normales, como diría un Binner en campaña.

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