Megaoperativos contra el narcotráfico, muertes por peleas entre bandas que se disputan el territorio, venganza y violencia. En nada se asemeja esta dura realidad que vive la ciudad con la imputación sufrida por una joven estudiante de medicina, quien fue denunciada por un vecino por el cultivo de nueve plantas de Cannabis en su vivienda para consumo personal y medicinal. Lucas Altare, abogado de la joven, presentó esta mañana un escrito en los Tribunales Federales de boulevard Oroño y Rioja, en el que pide su sobreseimiento. Además, desde la Asociación Rosarina de Estudios Culturales (Arec) se convocaron en el lugar, donde desplegaron sus banderas para protestar contra la medida judicial y pedir que se desestime la causa.
“Esto para mí es un dispendio de la actividad policial y judicial que nos cuesta mucho dinero. Ese dinero hay que aplicarlo a combatir el narcotráfico”, indicó Altare a El Ciudadano tras entregar el petitorio al juez federal Marcelo Bailaque. El abogado explicó que la joven está imputada pero que aún no se dictó el procesamiento.
“A ella le están imputando una infracción al artículo 5 inciso a, en relación al párrafo tercero de la actual Ley de Drogas. Esto quiere decir que le están imputando el cultivo para consumo personal. Yo entiendo que ello es contrario al artículo 19 de la Constitución Nacional, que establece que las acciones privadas del hombre que no ofendan a la moral, que no afecten al orden público, ni a terceros, estén exentas de la autoridad de los magistrados”, detalló el letrado.
Por su parte, Ignacio Canabal, presidente de Arec, contó que este caso es el primero en el que una persona es imputada por cultivo de plantas de Cannabis en la ciudad. “Ha habido algunos casos en los que la policía entró a una vivienda por otras razones, por ejemplo un robo, y hallaron plantas, por lo que se incluía dentro de la causa el cultivo”, comentó.
En el caso de la joven estudiante, la situación fue distinta. El allanamiento, realizado hace veinte días, se produjo porque un vecino que recientemente se había mudado a una casa lindante, vio las plantas y llamó a la policía. “No queremos hablar mal de esta persona, sino decir que le puede pasar a cualquiera, que a través del desconocimiento y los mitos, ve unas poquitas plantas de marihuana entre otras, como calabaza o romero, y cree que es un problema de narcotráfico, cuando realmente no lo es”, analizó Canabal.
En el marco de la lucha contra el narcotráfico y los crímenes que esta problemática genera actualmente, el presidente de Arec mostró también su preocupación por el hecho de que se comience a abrir causas a usuarios por cultivo con muy pequeñas cantidades y, en este caso, a una usuaria con fines medicinales. Según se expresó, la imputada sufre una endometriosis, dolencia para la cual utiliza las plantas. Desde la asociación afirmaron que si la Justicia lo requiriera, la asociación puede brindar asesoramiento sobre el tema.
En este sentido, el doctor Altare consideró que hay dos tipos de usuarios de drogas, los que usan y los que abusan. “Los que abusan son el 25 por ciento. Ese 25 por ciento no tiene que ser captado por el sistema penal, sino por el sistema de salud. Yo me permito hacer una analogía y pregunto: ‘¿Ustedes detendrían a un enfermo alcohólico por el simple hecho de ser alcohólico?’. Es ridículo. Con quienes son adictos a las drogas pasa lo mismo. Después está el otro 75 por ciento, que hace un uso terapéutico o lúdico. El derecho penal no tiene por qué entrometerse en su vida privada. Uno de los derechos básicos es la libertad, el derecho a elegir, siempre por supuesto con respeto a las otras normas”, dijo.
Al ser consultado sobre cómo se han resuelto casos similares a este, el abogado expresó que “algunos se resuelve favorablemente y otros no”. Agregó que en la mayoría de los casos son causas que terminan prescribiendo, por eso la intención es que se cierre ahora. “Estas causas se siguen dando por la política de drogas. Hay líneas políticas, pero esto ya no debería pasar”, aseguró.
“Nosotros hoy presentamos el sobreseimiento de esta ciudadana y estamos esperando la respuesta del juzgado número 4. Esperamos que dicte el sobreseimiento y no se continúe con esto porque de continuar es un proceso largo y nosotros no queremos que esto se extienda”, concluyó Canabal.
La joven, estudiante avanzada de medicina, declaró la semana pasada y estuvo presente en la convocatoria frente a los Tribunales, pero no quiso exponerse a los medios. Está a la espera de la resolución del juzgado, ya que si la causa avanza y ella es procesada no solo podría perder su trabajo, sino que también estaría en peligro la obtención de su matrícula médica, que conseguiría luego de rendir la única materia que le queda.
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