Una manifestación frente a la Unidad Fiscal de Homicidios por cinco crímenes, cuatro de los cuales tienen como autores a personal de las fuerzas de seguridad, terminó en desbande. Familiares de las víctimas y allegados se presentaron ayer en Montevideo y Alvear, donde reclamaron por la detención de los agresores de sus víctimas ya que ninguno de ellos está tras las rejas. La protesta comenzó a tomar fragor y hubo corte de calles y quema de neumáticos. Sólo una de las familias fue atendida por el fiscal Miguel Moreno, que lleva adelante las investigaciones cuestionadas. Los cauchos incinerados, los cánticos contra el funcionario y algunos rayones a los vehículos de los fiscales determinaron que el funcionario se negara a recibir a la única familia que quedaba en el lugar. Los manifestantes entonces impidieron el egreso de cualquier persona de la Unidad y recibieron como respuesta un operativo policial que terminó con la detención de a 17 personas, entre las que se encontraban tres discapacitados, una embarazada, menores y un vecino al que se le ocurrió filmar la protesta. A todos ellos se los acusó de daño calificado, privación ilegítima de la libertad y amenazas.
Los detenidos fueron representados por la defensora pública María Laura Blacich. “Eran víctimas que pedían ser recibidas por el fiscal, que pedían explicaciones. Y el fiscal reaccionó: en vez de dar explicaciones llamó a la Policía”, dijo ayer el defensor público de Santa Fe, Gabriel Ganón.
Recién a las 21 de anoche recuperaron la libertad las personas detenidas en la seccional 2ª por orden del fiscal Álvaro Campos.
Durante la mañana de ayer los familiares de Nahuel Delay, Dante Fiori, Carlos Godoy, Mauricio Gómez y Maximiliano Zamudio reclamaron justicia en la puerta de la Fiscalía, y solicitaron la detención de los autores de los hechos que se encuentran en libertad.
Noemí, mamá de Dante Fiori, sostuvo: “Estamos esperando, queremos que el fiscal detenga a este asesino, el policía de la PDI que mató a mi hijo; pedimos justicia para que vaya detenido y que pague lo que tenga que pagar”. Por su parte María, mamá Maximiliano Zamudio, se refirió en el mismo sentido: “Venimos para que se haga justicia, para que el tipo que mató a mi hijo esté preso: quiero que pague lo que hizo”.
También estuvo Ramón, padre de Franco Casco, ya que tres integrantes de su familia (Franco, Carlos Godoy y Mauricio Gómez) murieron en manos policiales. “Estoy acompañándolos a ellos” detalló y pidió que todos se pongan de acuerdo “para que se termine todo esto de matar chicos de esta manera injusta, para eso hay cárcel. Si ellos no cumplen, si hacen algún problema hay jueces. A mi primo lo mataron como a un perro, lo acribillaron sin piedad” detalló.
Caso Godoy
Los primeros familiares que atendió el fiscal Moreno fueron los de Carlos Godoy, que no salieron muy conformes y se retiraron del lugar. Según refirieron no hubo ningún avance.
Moreno les informó que debían esperar pericias y les solicitó que sumen más testigos a los ocho que ya presentaron ante la Fiscalía. Cuando la familia Godoy salió de la dependencia, el fuego era parte de la manifestación. Una quema de neumáticos cortó la intersección de las calles Alvear y Montevideo. El fiscal informó a través de uno de los dos uniformados que custodia la Fiscalía que no continuaría atendiendo si no se apagaba el fuego. Ello levantó la tensión en los manifestantes, hubo un nuevo foco de incendio en la puerta de la dependencia, un contenedor de basura también fue incinerado y hubo rayones a los automóviles. Los familiares de Maximiliano Zamudio y Nahuel Delay, luego de una comunicación con su abogado querellante, decidieron retirarse. El letrado Marcos Cella sostuvo que sus clientes siempre avalaron manifestaciones pacíficas y como la protesta comenzó a tomar otros ribetes decidieron irse, detalló.
El ánimo no bajó y la única familia que quedó en el lugar, acompañada por algunas organizaciones sociales, entre ellas la Coordinadora Antirrepresiva Rosario, fue la de Dante Fiori: su madre sostuvo que no se retiraría sin hablar con el fiscal. Como respuesta se produjo un procedimiento policial: llegaron unos 30 uniformados de la policía motorizada, infantería y personal de la comisaría 2ª, incluso el jefe de la Unidad Regional II Miguel Ángel Oliva. Del lugar se llevaron detenidas 17 personas, según la versión policial, las que serán imputadas de graves delitos: privación ilegítima de la libertad, daño agravado y amenazas.
Los casos por los que se reclama justicia
Nahuel Delay tenía 19 años. El 16 de marzo fue baleado por un hombre cuando, según la versión de un amigo de la víctima, intentaron colarse en una casa. Delay recibió cuatro balazos. El empresario que le disparó fue imputado por el hecho y permanece en libertad.
El 16 de abril Dante Fiori fue asesinado por un uniformado que presta servicio en Policía de Investigaciones y que dijo que había sido víctima de un robo, versión que no coincide con la de los vecinos.
Carlos Godoy fue asesinado el 24 de mayo en Sorrento y Garzón. Dos policías abrieron fuego contra el joven al que acusaron de haber intentado robar una moto y con quien dijeron haber sostenido un enfrentamiento. Vecinos aseguraron que Godoy fue herido bajo el Puente Negro, lo balearon en las escalinatas y luego lo remataron. El joven tenía recibo de sueldo, DNI y tarjeta de crédito en su bolsillo fue ultimado.
Godoy era pariente de Franco Casco –un joven que desapareció luego de ser detenido en la comisaría 7ª, y cuyo cuerpo apareció flotando en el río un mes después – y de Mauricio Gómez, de 24 años que fue asesinado el 14 de septiembre de 2014 por dos balas policiales cuando quedó en medio de un hecho del que era ajeno, según su familia.
Maximiliano Zamudio fue baleado por un prefecto el 27 de mayo en Patricias Argentinas y Ameghino. El uniformado sostuvo que se defendió de un robo. Testigos sostuvieron que el agresor llegó en un vehículo, ingresó al pasillo, y baleó al adolescente.
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