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Un camino hacia ningún lugar

Prófugos: siguen buscando en Santa Fe pero ampliaron rastrillaje

Los Lanatta y Schillaci parecían cercados. Los buscan en Santa Fe 600 efectivos, y ampliaron el rastrillaje hacia otras provincias. Uno de los gendarmes heridos dijo que vestían como policías y que Schillaci le tiró pero no quiso matarlo.


“Están refugiados en una circunferencia de 40 kilómetros a la redonda”. Ese argumento fue el que desde el jueves repetían los funcionarios a cargo del operativo que desde la mañana de ese día buscaban en la zona de San Carlos a Víctor Schillaci y Martín y Christian Lanatta. Los prófugos más famosos de la historia del crimen argentino seguían siendo buscados casa por casa, auto por auto. Un despliegue de unos 600 agentes federales de diferentes fuerzas que cambió para siempre el paisaje tranquilo del interior santafesino. La ayuda local llegó con un informe de inteligencia de Gendarmería al despacho del juez federal porteño Sergio Torres, quien rápidamente ordenó el operativo fallido. Se habla de una pata narco local que el magistrado no reveló y que dio lugar a un sinfín de especulaciones. Una de ellas tenía que ver con una vinculación con un famoso barrabrava de Rosario Central, Andrés “Pillín” Bracamonte. Lo unían a partir de su relación con Hinchadas Unidas Argentinas y con quien era su titular, Marcelo Mallo. “El Pillín tiene relación tanto con Mallo como con Los Monos. Lo que se sigue desde la Justicia es si el sector que lidera colaboró en los últimos días, porque los prófugos pasaron por la provincia”, precisó atando un montón de cabos un periodista de TN. Sin embargo, Mallo no está vinculado con la fuga, o al menos todavía no se pudo establecer la relación. Y por otro lado, la vinculación entre Mallo y Bracamonte no era buena, ya que Pillín fue deportado de Sudáfrica con motivo del Mundial de Fútbol.

Una fuente de la Justicia federal descartó esta versión, aunque dejó en claro que el dato que daba cuenta de una vinculación con una pata narco local tenía algún asidero ya que de hecho pudieron establecer que los prófugos estaban en Santa Fe y la Justicia ordenó un allanamiento en la localidad de Coronda que parecía ir en ese sentido (ver aparte).

En paralelo a la investigación por posibles vínculos con organizaciones narco, la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), a cargo del fiscal Diego Iglesias, coordinó acciones con los representantes del Ministerio Público Fiscal en distintas jurisdicciones, muchas de ellas limítrofes con la provincia de Santa Fe o de tránsito hacia las fronteras del país, con el objetivo de interceptar a los prófugos.

En concreto, las medidas articuladas con los fiscales coordinadores de distrito de las provincias de Chaco, Santiago del Estero, Jujuy, Córdoba y Santa Fe apuntan a extremar el resguardo en cada uno de esos territorios ante la posibilidad de que los mencionados fugitivos puedan utilizar rutas nacionales y provinciales de esas jurisdicciones como parte de su plan de fuga. En virtud de ello, la Procunar encomendó a distintas fuerzas de seguridad nacionales y provinciales que refuercen los puestos de control y vigilancia, tanto en rutas como en caminos vecinales y de circulación interna.

Condenados a prisión perpetua por el denominado “triple crimen de General Rodríguez”, los hermanos Lanatta y Víctor Schillaci escaparon del complejo penitenciario de General Alvear, en la provincia de Buenos Aires, el pasado 27 de diciembre. Días después protagonizaron un tiroteo en la localidad bonaerense de Ranchos, que dejó como saldo dos policías heridos, uno de ellos de gravedad. En tanto, anteayer fueron interceptados por miembros de Gendarmería en la localidad de San Carlos, en el centro provincial, pese a lo cual nuevamente lograron escapar, tras sendos tiroteos donde fueron heridos dos gendarmes.

En paralelo con la búsqueda de los prófugos, en el Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 12, cargo de Sergio Torres, tramita una causa para determinar si éstos contaron para su fuga con el apoyo de organizaciones narcocriminales. En la investigación interviene la fiscalía federal N°1 a cargo de Jorge Di Lello, con la colaboración de la Procunar.

Los operativos

Según explicaron a El Ciudadano voceros de la investigación, los pesquisas federales estaban en la provincia de Santa Fe desde la noche del miércoles. Tenían el dato de que los fugitivos se escondían en una casa que está ubicada sobre la ruta provincial 6 y estaban decididos a encontrarlos; a tal punto que ni siquiera dieron aviso a las fuerzas de seguridad locales. Tenía la información de en qué kilómetro los iban a encontrar y allí fueron. Una versión dio cuenta de que cayeron en un error muy simple: giraron en sentido opuesto. Si debían hacerlo hacia la derecha lo hicieron para la izquierda o al revés. Primero allanaron tres viviendas, dos de ellas estaban ocupadas. “Las destrozaron, uno de los habitantes de una de ellas era un hombre mayor que se descompuso y terminó en el hospital”, detalló un vocero.

Después, un grupo de gendarmes se retiró del lugar y dos de ellos se quedaron haciendo las actas de los procedimientos. En ese contexto fueron sorprendidos por el trío de prófugos. Según esta versión, Schillaci vestía uniforme policial y baleó a uno de los dos gendarmes que habían quedado allí, el comandante Mario Valdez; luego se acercó como para rematarlo, pero no lo hizo. Sus cómplices ya habían reducido al otro gendarme y huyeron del lugar con las armas y la camioneta Volkswagen Amarok blanca de los gendarmes.

Esa camioneta apareció después rociada de balazos. Algo que no queda claro es cómo ocurrió, ya que de estar los prófugos en el interior difícilmente hubiesen sobrevivido. Otra sospecha que trascendió ayer de fuentes judiciales es que en el segundo enfrentamiento donde otro gendarme, Walter Aguirrez, resultó herido la bala que dio en el uniformado pudo haber salido de un compañero de su fuerza, cuando el vehículo pasó por el retén y los federales quisieron, en vano, detenerlo. Es decir que la presencia de los fugitivos en la provincia sólo se fundamentaría en los dichos del primer baleado y su compañero, hecho que se dio a las 7 de la mañana del jueves. Hace ya mucho tiempo. Ambos tiroteos son investigados por el fiscal federal de Santa Fe Walter Rodríguez, en conjunto con el juez federal del mismo distrito Reinaldo Rodríguez.

A su vez, allegados al Ministerio de Seguridad de Santa Fe reiteraron ayer un malestar: “Nos avisaron del supuesto primer tiroteo a las 10 de la mañana y el operativo cerrojo se armó tarde”, explicaron. Una sospecha es que los fugitivos ya estaban, para entonces, bien lejos.

Allanaron casa de ex funcionario

La casa del ex funcionario kirchnerista Luis Zacarías en la ciudad santafesina de Coronda fue allanada anteanoche por la Gendarmería en búsqueda de los tres prófugos por el triple crimen de General Rodríguez, informaron fuentes de la investigación. El mismo ex agente de la Unidad Presidencial en la Casa Rosada, que se desempeñó allí desde 1991 hasta 2015, abrió la puerta de la casa y recibió a los uniformados, que revisaron la vivienda y se retiraron sin novedades. Zacarías es hermano de Máximo Zacarías, ex titular del Pami en Rosario, y Miguel Ángel, ex secretario privado de José Granero en la secretaría antidrogas Sedronar, ambos procesados en la causa por las importaciones de efedrina.

Los gendarmes, fuera de peligro

Uno de los gendarmes heridos en los tiroteos ocurridos anteayer en Santa Fe durante los operativos de búsqueda de los prófugos del triple crimen de General Rodríguez fue dado de alta tras reponerse de las heridas en un brazo, mientras que el otro permanece internado aunque fuera de peligro.

El director del Hospital Suchón, en San Carlos Centro, Benjamín Zorrilla, confirmó a Télam que el gendarme Mario Valdez, de 44 años y oriundo de Buenos Aires, fue dado de alta ayer tras reponerse de las heridas sufridas en su brazo izquierdo al ser alcanzado por un proyectil de FAL.

En tanto, el subdirector del Hospital Cullen, de Santa Fe, Juan Pablo Poletti, aseguró que el otro gendarme herido, llamado Walter Aguirre, de 31 años, se encuentra “fuera de peligro”, pero permanecerá allí internado.

“Está lúcido” y “estable”, dijo Poletti, quien agregó que el gendarme “no tuvo complicaciones desde su ingreso al hospital”.

“El paciente fue herido en forma directa por una bala, que tuvo orificio de entrada por glúteo y salida por una de sus piernas, que le produjo fractura leve de pelvis, y además, fue rozado en el hemitórax por otro balazo”, explicó a >Télam> el subdirector del hospital, quien aseguró que “ayer se le practicaron estudios pertinentes, se constató que no tuvo lesiones de órganos internos ni de segundo tiempo que a veces se pueden producir”.

“Está bien, primero estuvo en cuidados intensivos, seguramente lo pasaremos a sala común y estamos organizando su traslado a Buenos Aires con los médicos de Gendarmería, lo que podría ocurrir mañana”, puntualizó.

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