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Irresponsables

Procesaron a Vicky Xipolitakis

Por el escandaloso vuelo de Austral, en el que viajó en la cabina.


La vedette Victoria Xipolitakis y los dos pilotos que le permitieron viajar en la cabina de un avión de Austral el 22 de junio pasado que volaba desde el Aeroparque Jorge Newbery de Buenos Aires a Rosario, fueron procesados ayer por haber puesto en peligro la seguridad de la aeronave y los pasajeros.

El juez federal Sergio Torres les trabó a los tres un embargo por 250 mil pesos a cada uno, en tanto se desarrolle la causa por un delito que prevé penas de 2 a 8 años de prisión.

La situación había sido denunciada ante la Justicia por la propia empresa –que preside Mariano Recalde– luego de que la vedette subiera a internet videos, que luego fueron reproducidos en televisión, en donde se la ve con la mano apoyada sobre el acelerador del avión. Inmediatamente, el comandante Patricio Zochi y su copiloto Matías Soaje fueron desafectados de su trabajo en la compañía aérea.

Torres consideró a los tres como “coautores penalmente responsables de haber ejecutado, a sabiendas, actos que pusieron en peligro la seguridad de la nave”.

El hecho ocurrió durante el vuelo AU2708, en el que la mediática viajó en la cabina invitada por Zochi, y registró la situación con su celular.

Piloto y copiloto reconocieron la presencia de la vedette pero negaron que ello haya puesto en peligro la aeronavegación o que se hayan salido de los protocolos de vuelo, así como que ella hubiera tenido algún control real sobre los comandos.

En su resolución, el juez consideró que, por el contrario, Xipolitakis no solo permaneció durante todo el vuelo en la cabina –y hasta fue invitada a ingresar al avión como pasajero VIP “por el piloto Zocchi y con la anuencia de Soaje”–, sino que, violando la reglamentación, manipuló esos comandos en los momento críticos de despegue y aterrizaje.

La declaración de los dos pilotos contrasta con los diálogos y con la filmación, en la cual se la ve que “acciona el comando hacia delante”.

Según el juez, la permanencia de Xipolitakis en la cabina durante todo el vuelo se produjo porque los pilotos “no sólo consintieron, sino incluso fomentaron” su actitud, aun durante el despegue y aterrizaje del avión, es decir en “las fases críticas”.

En otro tramo de la resolución, Torres dejo asentado que de los diálogos surgen que “los alaridos propinados por Xipolitakis se compadecían más con un ambiente de juerga y por momento tenían clara connotación sexual”.

En el caso, Torres concluyó que “se dejaron de lado las acciones propias de una profesión tan delicada, para con toda liviandad y alboroto, transformarlo en un irresponsable juego cuasi mediático”

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