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Procesados por matar beba

Se trata de dos hermanos acusados del homicidio de una niña de ocho meses. Además, el abuelo de la pequeña quedó formalmente imputado por el asesinato de uno de los supuestos atacantes de su nieta.

Leonel y César Z., dos hermanos que en octubre del año pasado fueron detenidos después de protagonizar un enfrentamiento entre bandas en el que murió una beba de ocho meses en la zona oeste, fueron procesados por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Además, el abuelo de la niña, un sargento ayudante de la Policía, quedó imputado formalmente por matar a balazos a otro joven que había participado en la gresca.

Roxana Bernardelli, a cargo del Juzgado de Instrucción de la 1ª Nominación, dictó resolución en una causa en la que se investigó un enfrentamiento a tiros entre dos bandas en la zona del Fonavi de Parque Oeste, ubicado en Cerrito al 5600, ocurrido el 3 de octubre del año pasado. En medio de la balacera quedó un hombre con su beba de 8 meses, que fue alcanzada por un proyectil que le quitó la vida. Por este hecho fueron procesados los hermanos Leonel y César Z., de 30 y 31 años, quienes habrían participado en la gresca junto a otras personas.

Pero además, la magistrada resolvió procesar a Orlando M., un sargento ayudante que prestaba sus servicios en el Comando Radioeléctrico, quien tras la muerte de la beba mató a balazos a uno de los supuestos atacantes. El procesamiento –al igual que el de los hermanos Z.– es por el delito de homicidio agravado por arma de fuego.

En tanto, dos policías y otros tres jóvenes que eran investigados por el hecho, recibieron la falta de mérito.

Naiara Rissi tenía 8 meses, y la noche del 3 de octubre de 2009 quedó junto a su padre, Diego R., en medio de una balacera entre dos bandas de la zona oeste. Según se desprende de la investigación, el muchacho había bajado de su departamento con su beba para comprar harina y hacer unas pizzas para comer entre amigos. Pero en ese momento, un proyectil alcanzó a la pequeña Naiara. La bala le ingresó por la axila y le salió por el cuello. La niña fue internada de urgencia en el hospital de niños Víctor J. Vilela, pero falleció a las pocas horas.

Pero la tragedia del Fonavi no terminó allí. Con la niña herida en sus brazos, antes de que fuera internada, Diego R. regresó a su casa y contó lo que había ocurrido a su suegro, Orlando M., alias Moya, un sargento ayudante que prestaba sus servicios en Comando Radioeléctrico. El padre de la niña dijo a su suegro que las personas que habían efectuado los disparos eran David Domínguez, un joven de 23 años conocido en la zona como Pili; y sus cuñados: los hermanos César y Leonel Z.

De acuerdo con la investigación, tras el episodio David fue corriendo hasta la casa del padre de su novia, donde él estaba viviendo, y se encerró en una pieza. Tras sus pasos llegó Moya, quien efectuó varios disparos contra la puerta de la habitación. Uno de los proyectiles alcanzó al joven y lo dejó muy malherido. Luego, un grupo de policías ingresaron a la vivienda y se llevaron a David a la rastra hasta la vereda, lo metieron en un patrullero y lo trasladaron hasta un hospital, donde falleció a poco de ingresar.

En tanto, César, quien también había entrado en la casa, quiso evadir a la Policía subiendo al techo de una casa vecina. Allí habría intercambiado disparos con los uniformados, para luego ser detenido con una herida de arma de fuego en el abdomen.

Por su parte, a Leonel lo retuvo un grupo de vecinos que se habían reunido en la calle tras la muerte de la pequeña Naiara.

Tras esta seguidilla de episodios quedaron detenidos los hermanos Z. –uno preso y el otro internado con custodia–, al igual que Moya y otros dos policías que estaban presentes cuando mató a Pili.

 La otra banda

  Seis días después de las muertes del Fonavi, personal de la Unidad Regional XVII desbarató en la localidad de Monje a una banda que pretendía asaltar un camión blindado. Durante el procedimiento fueron detenidas seis personas, entre ellas los hermanos Cristian, Walter y Damián A. –este último procesado por la muerte del policía Caro–. El trío fue puesto a disposición de la jueza Bernardelli, quien los consideró sospechosos en la causa por la muerte de Naiara. Es que los jóvenes estaban sindicados como miembros del grupo que se enfrentó con Domínguez y los hermanos Z.. Sin embargo, esta semana la jueza Bernardelli les dictó la falta de mérito.

Durante la feria judicial de enero pasado, Orlando M. recibió el beneficio de la prisión domiciliaria, mientras que los otros policías obtuvieron la libertad, aunque quedaron vinculados a la causa, y ahora obtuvieron la falta de mérito.

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