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Procesado por homicidio

El imputado es un hombre de 32 años acusado de matar en noviembre del año pasado a un albañil en barrio Ludueña. A pesar de que los tiros no iban dirigidos a la víctima, será juzgado por el asesinato.

El titular del Juzgado de Instrucción de la 9ª Nominación procesó a un hombre de 32 años por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego en concurso ideal y abuso de arma. El hecho que se le achaca es la muerte de un albañil de 37 años, ocurrida en noviembre del año pasado en barrio Ludueña, por el cual el juez además confirmó la prisión preventiva del detenido. El imputado es Víctor Raúl Ñ., quien al momento del homicidio estaba prófugo de la Unidad Penal 3, donde debía estar purgando una condena por robo.

El juez de Instrucción Javier Beltramone procesó a Víctor Ñ., de 32 años, por el homicidio de Orlando Benito Luna, un albañil de 37 años que murió en noviembre del año pasado tras ser alcanzado por un disparo de arma de fuego en la cabeza, mientras estaba en la puerta de su casa de barrio Ludueña observando una pelea entre varias personas.

Víctor también fue procesado por otro hecho ocurrido con posterioridad al homicidio: la evasión de la Alcaidía Mayor, en febrero de este año, y el posterior tiroteo con personal policial que intentó atraparlo.

En relación al homicidio de Luna, el juez de Instrucción de la 9ª Nominación confirmó la excarcelación de un segundo imputado, Ricardo L., aunque lo procesó por tenencia de arma de guerra, ya que en un allanamiento posterior al asesinato, los pesquisas encontraron en su vivienda tres armas de grueso calibre. Según la investigación, era a él a quien estaban destinados los disparos que efectuó Víctor. Además, el magistrado le dictó una falta de mérito por una denuncia de amenazas.

El asesinato de Orlando Luna ocurrió la noche del sábado 7 de noviembre del año pasado, cuando estaba en la puerta de su vivienda, ubicada en Barra al 500 bis, y recibió un disparo en la cabeza. Sin embargo, el tiro estaba destinado a Ricardo L., quien había llegado al lugar unos instantes antes en bicicleta.

Detrás de él llegaron al menos dos personas en una moto, quienes comenzaron a discutir con Ricardo L.. Uno de los motociclistas se bajó del rodado y comenzó a disparar contra el hombre, que resultó ileso.

Se escucharon al menos cinco detonaciones, y uno de los balazos ingresó en la cara de Luna, quien cayó mortalmente herido al piso, en la puerta de su casa ubicada en Barra 520 bis. Falleció minutos después de ingresar al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez.

Ricardo fue arrestado tres días después, mientras que Víctor cayó recién en la semana de Navidad, en un pasillo de Perú al 600 bis. El hombre se encontraba evadido de la Unidad Penitenciaria Nº 3, donde purgaba una condena por robo. Fuentes policiales indicaron que había abandonado el penal a fines de mayo del año pasado, con un permiso de salida transitoria, pero que nunca regresó.

Según fuentes del caso, en su interrogatorio sumario, Ricardo L. relató que el día del hecho circulaba en bicicleta por calle Barra cuando detrás suyo escuchó ruidos que parecían petardos, pero que cuando se dio vuelta vio a Víctor Ñ. apuntándole con un arma de fuego. Al ver esto perdió el equilibrio y cayó del rodado, justo en el momento en que Víctor efectuó al menos dos disparos. Instantes después vio cómo era levantado del piso Luna.

La versión de Víctor fue diferente. Durante su indagatoria, el hombre dijo no entender por qué lo acusaban y aclaró que jamás tuvo problemas con Ricardo ni con Luna. En ese sentido aclaró que siempre pasaba por ese lugar para ir  la casa de su mujer y que el día del homicidio no escuchó nada sino que vio un disturbio de gente. Pero fue en el domicilio de su mujer donde la Policía incautó un revólver calibre 22 con las mismas características que el utilizado en los disparos. Para Beltramone la coartada del imputado resultó “endeble”. En relación a que los tiros no estaban destinados a la víctima, el magistrado sostuvo que Víctor disparó “sin importarle que personas que estaban a muy pocos metros del lugar pudieran ser alcanzadas por un disparo”.

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