Un problema entre mujeres derivó en la intervención de sus novios y ello en una disputa entre los muchachos que terminó con uno de ellos muerto y el otro acusado de homicidio.
El hecho tuvo lugar en octubre de 2014 en la zona oeste y el miércoles el sospechoso se presentó ante la Unidad Fiscal de Homicidios, acompañado de sus padres, y quedó detenido. Durante la mañana de ayer se desarrolló una audiencia oral donde fue imputado del crimen. El muchacho, que cuenta con la misma edad que la víctima, optó por no declarar y a pesar del esfuerzo de sus defensores el juez Héctor Núñez Cartelle dictó la prisión preventiva en su contra sin plazo, a su vez instó a la fiscalía para que acelere los plazos para llevar el caso a juicio si así lo considera, y dispuso que el acusado cumpla la medida cautelar en un pabellón de una Unidad Penitenciaria.
La tarde del 21 de octubre del año pasado, Magallanes y Curupaití fue escenario de una discusión. Según algunos testigos que cito el fiscal Florentino Malaponte, en el lugar se encontraba Mauro Barraza con algunos amigos cuando pasó Jonatan G. junto a su novia en una motocicleta Honda Tornado y se produjo un altercado. La pareja se retiró del lugar pero el conductor aseguró que volvería. Según relató el funcionario, a los 15 minutos el joven retornó en soledad y armado. Un testigo presencial sostuvo que el acusado volvió con un arma calibre 45, lo corrió unos 30 metros y disparó. El balazo impactó en la espalda de Barraza quién cayó; el joven se acercó y le dijo: “Viste que te iba a matar”, le efectuó un disparo en la pierna izquierda para luego retirarse en la moto, sostuvo Malaponte.
Con esta prueba, otros testimonios que vieron alejarse a un joven con una camiseta de Rosario Central en una moto Tornado y el informe de autopsia que afirmó la existencia de dos disparos –el mortal por la espalda con orificio de salida por el pecho– el fiscal le achacó los delitos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y portación de arma de guerra. A ello sumó un hecho posterior que se produjo durante el velatorio de la víctima, según una denuncia presentada por un miembro de la familia de Barraza. Según contaron, un grupo de personas llegó hasta el lugar en un automóvil y amenazó a los presentes al grito de “si hacen algo va a rodar alguna cabeza”, por lo que atribuyó además el delito de amenazas y pidió la prisión preventiva sin plazo.
A su turno, la defensa a cargo de Adrián Martínez y Carlos Varela cuestionaron la medida de coarción los defensores por el fiscal y se quejó de la falta de control de la evidencia colectada, citaron jurisprudencia e hizo una fuerte crítica hacia el nuevo Código Procesal.
Respecto a la evidencia los defensores sostuvieron: “Tratan de darle un rótulo menor y causa el mismo impacto que la prueba” y afirmaron que el joven se presentó en medio de una protesta en la puerta de la Fiscalía y esperó dos horas en un bar para entregarse y plantearon varias medidas alternativas a la prisión que fueron desechadas por el juez Nuñez Cartelle.
El magistrado avaló la imputación fiscal, dictó la prisión preventiva de Jonatan G. sin plazo y, por acuerdo de partes, dispuso que el joven fuera alojado en una unidad penitenciaria.
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