Policiales

Maratónica audiencia

Prisión para nueve integrantes de banda narco investigada por crímenes en el cordón industrial

A la organización encabezada por Brandon Bay, un recluso que mandaba órdenes desde la cárcel de Coronda, le atribuyeron la responsabilidad en los crímenes de Gerardo “Pecho” Pérez y Brian “Runi” Sánchez y la tentativa de homicidio de Carlos Sotello


Balbis y Edery, dos de los tres fiscales a cargo de la investigación. Foto: Pablo Soria.

A los nueve acusados de integrar una asociación ilícita que en los últimos meses sembró sangre y muerte en las zonas norte de San Lorenzo y sur de Puerto San Martín, cuyo sindicado cabecilla emanaba órdenes desde una cárcel, el juez Juan José Tutau les dictó la prisión preventiva por el plazo de ley. La acusación estuvo a cargo de tres fiscales Matías Edery, Luis Schiappa Pietra y Aquiles Balbis. A la banda encabezada por Brandon Bay, un recluso que cumple condena en Coronda, le achacaron la responsabilidad en los crímenes de Gerardo “Pecho” Pérez y Brian “Runi” Sánchez y la tentativa de homicidio de Carlos Sotello. También son investigados por tres asesinatos anteriores a los acontecidos en mayo pasado: los de Eduardo Villegas, Jorge Acosta y Rodrigo Gigena, describieron desde la acusación.

En una maratónica audiencia presencial celebrada este miércoles en Tribunales de San Lorenzo, a la organización también le atribuyeron otros delitos como “abuso de armas, amenazas calificadas y tentativas de homicidios contra otras personas”, indicó el fiscal sanlorencino Balbis, quien trabaja en conjunto con sus pares rosarinos Schiappa Pietra y Edery, de la Agencia Fiscal de Crimen Organizado y Delitos Complejos.

“Por las imputaciones surge y se evidencia cierta connivencia policial que permanece en investigación”, completó Balbis en referencia a las imputaciones del lunes pasado al jefe de la seccional 7ª sanlorecina y su sumariante, con jurisdicción en barrios Norte y Díaz Vélez. Al comisario Raúl Omar Alberto Fleita le dictaron 90 días de prisión preventiva, mientras que el sumariante Marcelo Álvarez pasará un mes en la cárcel.

En concordancia con su colega, Edery reconoció que “como se nos dificultaba mucho trabajar con la Policía de San Lorenzo, le pedimos a un grupo de policías de Rosario para que vengan a esta ciudad para realizar un informe. De esa medidas surgió que esos homicidios los había encargado Brandon Bay, preso en el penal de Coronda. También se recolectaron indicios de que (Maximiliano) Deniz –otro que cumple condena junto con Brandon– tiene a un hermano en el territorio. Ellos querían tomar este territorio y desplazar a dos grupos que se encargaban de la venta de estupefacientes”, amplió el fiscal.

“Esta investigación comenzó con tres homicidios que se consumaron el año pasado”, aclaró Edery en diálogo con El Ciudadano. Nos asignaron la investigación por los crímenes de Villegas, Acosta y Gigena porque entendían que estaban relacionados.

En febrero, pudimos intervenir el teléfono de Brandon Bay y relacionar a los demás integrantes del grupo cuya mayoría está afincada en barrio Tiro Suizo de Rosario, en calles Flammarion y San Martín, y que tienen otros integrantes en Villa Gobernador Gálvez. Venían a cometer los hechos a San Lorenzo con un grupo de personas que regenteaba la venta de drogas en Barrio Norte”.

Consultado sobre si los crímenes de Pecho Pérez y Runi Sánchez, consumados el 25 y 29 de mayo, respectivamente, en Barrio Norte, el fiscal Edery aportó que “el primero estaba encargado”, mientras que en el caso del adolescente acribillado “en los audios dicen que había que matar a cualquiera que esté en la calle. Lo eligieron al azar. La consigna que le dieron a los sicarios fue que mataran a alguien en la calle. Y así consiguieron el efecto de enojo que estaban buscando en los vecinos del barrio”.

Según confirmó Edery, “la investigación refiere que el 1° de mayo la banda de Brandon le tiró tiros a los dos grupos dedicados a la venta de drogas en San Lorenzo. Uno hizo la denuncia, el otro no pero tenemos corroborado qué sí pasó. La consigna era tirar permanentemente. Usar la violencia que traían a San Lorenzo, importar esa violencia contra los grupos que no les respondían”, consideró. Y añadió que “Brandon Bay está condenado a diez años de prisión por hechos muy violentos en la zona de Tiro Suizo de Rosario”.

En cuanto a Nair Cintia E., pareja de Brandon y sindicada como organizadora junto a Diego Bay, señaló Edery que “estaba afincada en Rosario y gestionaba los recursos: vehículos, armas, drogas. Distribuía y determinaba los roles. Y también se dedicaba a la venta (por drogas). Y en San Lorenzo había otras mujeres –que están prófugas– que disponían de sus lugares para la venta de estupefacientes, o bien para esconder personas y armas”.

La investigación no se reduce a los nueve integrantes de la banda imputados en Tribunales de San Lorenzo. “Hay tres prófugos que tuvieron algún tipo de participación no sólo en la asociación ilícita, sino también en hechos como los homicidios de Gerardo “Pecho” Pérez y Brian Sánchez, y la tentativa de Carlos Sotello”, sostuvo Balbis.

“La evidencia que hemos recolectado es sólida y acredita la materialidad de los hechos y la identidad de los autores”, agregó el fiscal sanlorencino.

Las escuchas recolectadas abrieron importantes líneas investigativas. “Los homicidios de (Eduardo) Villegas y (Jorge) Acosta también están bajo investigación. Tenemos medidas en trámite respecto de ambos casos. Aunque el caso Acosta ya tiene dos imputados”, manifestó Edery.

Además los tres fiscales investigan dos tentativas de homicidio ocurridas el 18 de mayo pasado, en Villa Flammarion de Rosario y en calle Del Bajo, en San Lorenzo.

Los otros siete integrantes de la organización narcocriminal a los que Tutau les dictó prisión preventiva fueron Diego Bay –un cañero conocido de las crónicas policiales y tío de Brandon–, Claudio Gustavo “Primo” R. -ex convicto a quien le atribuyen haber sido uno de los sicarios del grupo-, Maximiliano Nicolás Deniz, Susana Ayelén I., Juan Manuel Á., Santiago N. y Franco Raúl T.

El tío del jefe

Uno de los imputados como parte de los organizadores es Diego Bay, tío de Brandon, un hombre de más de 40 años con intermitente aparición en la crónica policial desde mediados de 2000. Basta una búsqueda por las crónicas policiales para chequear sus inicios como cañero. Su primera aparición fue a finales de 2004 cuando fue detenido en la localidad de Alvear junto a Sebastián Sucre, alias Monguito, quien tenía captura por un homicidio. En marzo de 2005, Diego cayó en Ayacucho al 4300, buscado por un asalto en una empresa de transporte de Uriburu al 500.

En 2010, pasó a integrar la lista de barrabravas de Newell’s que tenían prohibido el ingreso al Coloso, ya que por entonces lo ubicaban cercano al entonces jefe Diego “Panadero” Ochoa.

En 2016, las investigaciones ubicaron Diego como el cabecilla de la llamada Banda del Millón, una organización desbaratada por personal de la Policía Federal en allanamientos en la localidad de Alvear, Villa Gobernador Gálvez y Las Parejas. En esta última localidad, los uniformados tuvieron que utilizar a perros antinarcóticos debido a que la droga incautada estaba escondida dentro de una pared falsa de durlock de la vivienda allanada. Pero había otra sorpresa: “En la pared había un compartimiento con cajas metálicas hechas a medida que tenían billetes de baja denominación, además de los estupefacientes. Para contar la plata, cuyo total fue cercano al millón de pesos, los policías tuvieron que pedir prestado una máquina de contar billetes a la sucursal del Banco Nación, de Las Parejas”, contó entonces un efectivo que fue parte del allanamiento.

Rezagado

Luego de que el sábado allanaran su casa de Lamadrid al 1500 y no lo encontraran,  Fabián Agustín S., uno de los buscados como integrante de la banda de Brandon se entregó este martes por la tarde en el Centro de Justicia Penal. El joven, de 21 años, se presentó allí acompañado de su padre: dijo que se ponía a disposición de la Justicia. El fiscal Edery ordenó su detención hasta que se realice la audiencia imputativa y se conozca su situación procesal.

 

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