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Primer desafío para Barletta

El adelanto de las elecciones internas y la candidatura presidencial de Ernesto Sanz metieron ruido en el armado del radicalismo santafesino. El intendente de la ciudad capital mira las cartas antes de jugar.

Por: Daniel Zecca

La extemporánea candidatura de Ernesto Sanz y el adelantamiento de las internas para abril desacomodaron el tablero de los alineamientos de la dirigencia radical santafesina, hasta ese momento claramente jugada a las chances de Ricardo Alfonsín, frente a un Julio Cobos cada vez más desdibujado en la consideración de la opinión pública. Con la confirmación de la tercera candidatura, a manos del presidente del partido y actual senador por Mendoza, comenzaron a surgir alineamientos personales, desde los distintos sectores, a favor y en contra del “tapado”, aunque las miradas se centraron sobre la opinión del gran elector radical para este año: el intendente santafesino Mario Barletta.

Un dato que no pasa desapercibido  en el escenario electoral de la UCR es que la confirmación de la candidatura de Sanz no hace más que mostrar que la figura de Alfonsín ya no reluce como al principio, mucho menos cuando la alternativa que se le anima cuenta con un 80 por ciento de desconocimiento en el electorado. ¿Se animará Barletta a apuntar eso en su estrategia electoral?  ¿Jugará sus fichas a alguno de los dos candidatos?

Boinas divididas

Para algunos referentes del sector alfonsinista, no hay nada que discutir. Julián Galdeano, presidente de la Convención Provincial, y Carlos Torres, intendente de Firmat, insistieron en que el apoyo a Alfonsín es explícito e incluye al grupo más cercano al intendente, el denominado Universidad.

Sin embargo, Darío Boscarol, un diputado provincial de ese sector, dijo que él, en lo personal, apoya a Ernesto Sanz. Una declaración que no alcanza para arrastrar en la preferencia al intendente Barletta, pero que merece ser leída como corresponde, en atención a la cercanía que tiene con el precandidato a gobernador.

Para Diego Sueiras, presidente del Ateneo la R y hombre de confianza del senador mendocino, “hablar de lo que pasó antes de que Sanz fuera candidato no es muy serio”.  “Por ahora no es momento de hacer nombres, pero yo puedo asegurar que hay referentes en los cuatro grupos provinciales del radicalismo (Norte, Sur, Moreno y MAR) que apoyan la candidatura de Ernesto Sanz”, dijo Sueiras, quien además reconoció que la elección anticipada “puede generar conflicto porque la gente tiene que tomar posición, de una lado o de otro”. Pero a la vez, valoró que la nueva candidatura “también trae una activación de la militancia política, y el tema nacional puede terminar sirviendo para generar una sinergia dentro del propio partido, más participación, y lograr que el partido esté más en la calle”.

Entre la espada y la pared

Es difícil encontrar una respuesta en relación a la posición final que tomará  Barletta en la interna nacional. Mucho más si se tiene en cuenta que la confirmada elección entre Alfonsín y Sanz, programada para el mes de abril, sin la participación del vicepresidente Julio Cobos, se hará sólo unos días antes de la interna del Frente Progresista, prevista para el 22 de mayo.

Jugar a favor de uno de los dos candidatos que dirimirán sus cuitas en el mes de abril lo podría dejar descolocado a Barletta, a pocos días de su propia elección, donde intentará discutirle al socialismo la supremacía en el armado del Frente Progresista. Pero, a la vez, jugarse por uno de los candidatos le abriría el camino para posicionarse con su imagen en un electorado que en muchos sectores de la provincia todavía no lo conoce demasiado.

En definitiva, la neutralidad podría asegurarle la certeza de llegar bien parado a la elección, sin tropiezos grandes, pero a la vez podría ser la mejor manera de desaprovechar el arrastre que una campaña nacional, con candidatos lanzados a full, podría brindarle.

“Habrá que ver, una vez que estén definidas las fechas, cómo influye la cercanía de ambas elecciones, las nacionales y las provinciales”, dijo Barletta, dando a entender que habrá ruido “innecesario” en un momento clave para el radicalismo santafesino, y que todavía no tiene delineada una estrategia clara al respecto. Además, lo que elija hacer Barletta, por acción o por omisión, también tendrá un correlato en su propio electorado, que lo estará mirando con lupa.

Nación y provincia, juntas

La interna anticipada que decidieron llevar adelante Sanz y Alfonsín también parece jugarle en contra al objetivo de Barletta de separar la realidad nacional de la provincial. El intendente tenía como estrategia saltear las incongruencias de los diferentes armados electorales, donde se mezclan electores del radicalismo y el socialismo. Tanto es así, que apoye a quien apoye, se daría otro contrasentido: los dos candidatos quieren llevar como compañero de fórmula a Hermes Binner, quien a su vez tiene otro candidato a gobernador en la provincia: Antonio Bonfatti.

El cronograma electoral anterior, con elecciones internas nacionales en agosto, le quedaba mucho más cómodo a Barletta, pero a la vez ponía al radicalismo nacional en la imposibilidad de ir con una fórmula mixta en las primarias nacionales. Las urgencias del radicalismo nacional pusieron a Barletta en un lugar más complicado, aunque, como se sabe, toda crisis supone una oportunidad.

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