La secretaria de Planeamiento municipal, Agustina González Cid, presentó el proyecto de ordenanza que establece nuevos indicadores urbanísticos para el barrio Fisherton, en el curso de una reunión extraordinaria en el Concejo. Tras el cónclave, vecinos de ese sector de la ciudad volvieron a plantear sus reparos a la iniciativa.
González Cid indicó que la intención del proyecto es “mediar entre las dos posiciones: los que dicen que no hay que construir más y los que dicen que hay que construir”. “Lo que pretendemos es consolidar y proteger áreas ambientales, paisajísticas y patrimoniales”, añadió.
Aludió luego a las “áreas de tejido y corredores urbanos”. Y a la posibilidad de crear los “corredores jardín” y promover los comercios de cercanía.
En esos “corredores jardín” se plantea la construcción de una planta baja más 3 pisos. Eso se daría para avenida Real y calle Schweitzer. Y se permitiría una planta baja más 5 pisos para las avenidas Eva Perón y Jorge Newbery.
De igual modo precisó que con esta iniciativa se protege “la calidad paisajística ambiental con los deslindes y protección de los centros de manzana”.
La voz ciudadana
La iniciativa motivó la autoconvocatoria de vecinos del barrio. Ana Laura Prado, integrante de ese grupo, explicó que el proyecto “es una respuesta a un pedido nuestro de limitar la construcción de condominios, que se han erigido a gran escala, sobre todo en el área histórica”.
“En Avenida Eva Perón se puede construir, por excepción, hasta 17 metros, pero la normativa haría que no haya más excepciones”, explicó luego. “Este es un ‘barrio jardín’, donde no todas las viviendas tienen áreas de extensas de terreno, pero sí algunas que están destinadas a grandes inversiones. Estamos en contra de eso último; queremos una política de loteo de terrenos para la construcción de vivienda única”, añadió Prado.
Sobre la posibilidad de erigir oficinas, Ana Laura dijo: “Detrás de los corredores hay casas, y cuando se construye un edificio delante, éste tapa la luz del sol”. “Por tal motivo también pedimos que se deje despejado el centro de manzana, para conservar las condiciones medioambientales, ya que una de las características de Fisherton es el amplio arbolado”, agregó.
Por su parte, Rolando Maggi, vecino de Fisherton e integrante de la agrupación Amigos del Riel, fue muy duro con la propuesta: “Quieren duplicar la población del barrio y no tenemos servicios”.
“Nos están implantando condominios fuera de escala. Hay otros más pequeños, de casas de dos plantas, que no nos molestan”, aclara, y agrega: “Esto que se viene es una extensión del centro. La orientación y la altura de los departamentos da a los jardines de los vecinos, o sea que no sólo le sacan el aire y la luz, sino la privacidad”.
Fisherton se ha caracterizado históricamente por casas construidas con un máximo permitido de 10 metros de altura, rodeadas por amplios espacios verdes y frondosas arboledas en sus veredas.
“Lo que nos están quitando a los vecinos con esta propuesta es la que siempre quisimos: un lugar verde en un barrio verde”, dice Maggi, y es lapidario al decir que “se está dando una fenomenal deforestación. La característica fundamental del barrio es la tranquilidad, y es lo que se está perdiendo: vienen a destruir una forma de vida por motivos económicos”.
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