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Reflexiones

Preocupante: FMI espera caída en los commodities

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La última actualización sobre las perspectivas económicas mundiales del Fondo Monetario Internacional (FMI) no trajo buenas noticias para la economía argentina. En la actualización del informe Perspectivas Económicas Globales para el año en curso, contemplan una reducción de casi el 16 por ciento en los precios de las materias primas (excluido el petróleo), una desaceleración en el crecimiento de China y una profundización de la recesión en el principal socio comercial del país, Brasil, cuya economía retrocedería un 1,5 por ciento. En cambio, el FMI cree que, en principio, los efectos de la crisis de Grecia sobre la economía mundial serán “pequeños” y “limitados”.

Las mediciones del Fondo arrojan que las materias primas (sin contar la energía) cayeron el 4 por ciento el año pasado y proyectan un derrumbe del 5,6 para 2015, tendencia negativa que se prolongaría en 2016 con un nuevo retroceso del 1,7 por ciento. Esta tendencia está vinculada con el modesto crecimiento del mundo en general y de China en particular.

China mira adentro

El gigante asiático, que es el mayor demandante de commodities, viene perdiendo impulso en su tasa de crecimiento. Tras avances de casi el 10 por ciento en las últimas décadas, en los años recientes redujo su crecimiento y para el año en curso el FMI espera una expansión de “sólo” un 6,8 por ciento y menor aún, el 6,3 por ciento, en 2016 (India crecería por primera vez en muchos años por encima, con un 7,5 por ciento).

Cabe señalar que entre los riesgos el organismo multilateral advierte la posibilidad de mayores dificultades en la transición en China hacia un nuevo modelo (menos dependiente de las exportaciones y más centrado en el consumo interno) como lo ilustran “las recientes turbulencias en los mercados financieros”.

En cuanto a los precios del petróleo, el organismo internacional espera una caída en el año, promedio, de casi el 40 por ciento (59 dólares por barril), con una parcial recuperación del 9 por ciento en 2016. Para la Argentina, el impacto es mixto: favorece a corto plazo las cuentas externas, ya que el país es importador de combustibles, pero condiciona el potencial de desarrollo de recursos no convencionales como el yacimiento de Vaca Muerta.

Brasil se complica

Otro de los aspectos preocupantes del informe es que el Fondo aumentó en medio punto porcentual la caída esperada para la economía de Brasil en el año en curso. Estima que la recesión en el principal socio del Mercosur será del 1,5 por ciento en 2015 con un modesto crecimiento del 0,7 para 2016. El tema es particularmente serio para la Argentina, ya que –de acuerdo con los datos de los primeros cinco meses del año– casi uno de cada cinco dólares de las exportaciones nacionales tuvo como destino el mercado brasileño.

Pero no se trata sólo de Brasil, el conjunto de Sudamérica presenta problemas. De acuerdo con Olivier Blanchard, principal economista del Fondo, las perspectivas para Latinoamérica no son muy buenas, como demuestra el persistente recorte durante los últimos cinco años en las proyecciones de crecimiento para la región. Para 2015, en la zona sería de sólo un 0,5 por ciento y del 1,7 para 2016. Blanchard señaló, en este sentido, que los precios de las materias primas se estabilizaron o cayeron y las condiciones financieras son más duras, por lo que “todos los países de la región tendrán que realizar ajustes”.

Bajan el tono con Grecia

“Lo que pasó en Grecia es dramático y triste y vendrán tiempos duros para este país”, señaló Olivier Blanchard. Sin embargo, relativizó el problema al señalar que la economía griega es pequeña –cerca del 2 por ciento de la eurozona– y estimó que los mecanismos de transmisión de la crisis tanto en materia financiera como comercial son limitados y permiten prever que los efectos serán pequeños (en el mundo).

No obstante, el funcionario advirtió que en casos como éstos, lo que preocupa es lo que se llama “lo desconocido que desconocemos”, es decir riesgos que pueden derivar en consecuencias más graves.

Durante una rueda de prensa, el economista jefe reconoció que “hay pocas dudas de que Grecia está sufriendo y podría sufrir más incluso bajo un escenario de salida desordenada de la zona euro”.

Emergentes pero no tanto

Blanchard también señaló que las tasas de crecimiento en los países emergentes han tenido una importante desaceleración. El FMI espera ahora que este grupo de países crezca un 4,2 por ciento en el año, por debajo del 4,6 registrado en 2014, como consecuencia del impacto de los menores precios de las materias primas y el endurecimiento en las condiciones financieras externas. Con todo, se espera que para 2016 el crecimiento en los mercados emergentes y en desarrollo se recupere a una tasa del 4,7 por ciento y en este pronóstico influye la esperada mejora en economías que atravesaron dificultades como la de Rusia y algunas del Medio Oriente y el norte de África.

Los ganadores de siempre

En cambio, para las economías desarrolladas –Estados Unidos, UE y Japón– se espera una progresiva recuperación. Tras crecer el 1,8 por ciento en 2014, este grupo de países avanzaría un 2,1 en 2015 y un 2,4 en 2016. Buena parte de la menor actividad en el mundo desarrollado se debió a una baja mayor a la esperada en la economía de los Estados Unidos, como consecuencia de fenómenos particulares entre los que se destacaron la dureza del invierno, los problemas de paros en los puertos y una reducción fuerte en los gastos de capital en el sector petrolero.

A pesar de eso, se considera que las economías desarrolladas seguirán teniendo una progresiva recuperación en la actividad por las favorables condiciones financieras, las políticas fiscales en la zona europea, los menores precios del petróleo, la mejora en la confianza y el avance en los mercados laborales. En suma, el Fondo espera un crecimiento mundial del 3,3 por ciento en 2015, ligeramente por debajo del registro de 2014, y aceleración de la expansión mundial al 3,85 por ciento para 2016.

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