Ciudad

Medida de fuerza

Por malas condiciones del lugar, el crematorio dejó de atender

El Sindicato de Trabajadores Municipales decidió un quite de colaboración hasta que se soluciones los problemas.


La situación es al menos paradójica. El viernes de la semana pasada el director general de la Dirección de Defunciones y Cementerios de la Municipalidad, Edgardo Pereyra, informaba que la cantidad de cremaciones había crecido aproximadamente un mil por ciento en el crematorio municipal de La Piedad en los últimos años. Pocos días más tarde, el Sindicato de Trabajadores Municipales, tras realizar una inspección en el lugar, decidió que no estaban dadas las condiciones de higiene y seguridad para continuar trabajando, por lo que decidieron un quite de colaboración hasta que se regularice la situación que perjudica a los cerca de 30 empleados, entre operarios y administradores, que se desempeñan allí. La paradoja justamente se da en que los servicios están tarifados, lo que significa un incremento en el ingreso de recursos.

Desde el sindicato denuncian desde cuestiones “fuertes” como presencia de ceniza en el piso pasando por emanación de gases del único de los cuatro hornos que funcionan, y donde se creman los cuerpos de los fallecidos cuyos deudos inician el trámite, por motivos propios o respetando la voluntad de sus seres queridos.

Es el único crematorio de la ciudad y según fuentes gremiales presenta severos problemas edilicios y de funcionamiento. Hay problemas eléctricos y techos que se llueven, lo que duplica el peligro de descargas. Además, se detectaron inconvenientes en el único de los hornos que está en funcionamiento..

El secretario general del Sindicato Municipal, Antonio Ratner, contó que tras conocer la situación decidieron, junto con el delegado de la dependencia, convocar a la Secretaria de Higiene y Seguridad del gremio cuyos integrantes hicieron una evaluación y determinaron que “no se puede seguir trabajando allí” hasta tanto se hagan las modificaciones y arreglos necesarios. “Así fue que decidimos intimar a las autoridades para que se pongan en marcha con esto y no trabajar hasta que las condiciones para trabajar de los compañeros sean las adecuadas”, remarcó.

“Esto es algo que viene ocurriendo desde hace tiempo, lo que pasa es que se pudo seguir adelante por la colaboración de los trabajadores, para que no se paralizara el funcionamiento, pero se llegó a un límite que no debe pasarse. Ahora, por ejemplo, llegamos al punto que para prender un horno hay que usar dos cables pelados, porque el sistema está colapsado: estamos hablando no sólo de condiciones insalubres sino de riesgo de vida, y eso es inaceptable”, siguió.

“Hoy (por ayer) con el tema de lluvia entraba agua por todos lados. Para colmo las cremaciones han crecido muchísimo y no se da abasto. Actualmente se está trabajando en un 25 por ciento de la capacidad operativa del lugar. Vamos a reunirnos con los responsables de Servicios Públicos para que hagan un llamado a licitación y se arreglen los hornos y el edificio, al que hace tres años no le hacen mantenimiento”, añadió Ratner.

El viernes pasado trascendió que días antes xhabía ocurrido una falla en uno de los hornos tras detectarse un “fuerte olor a gas”. Allí Pereyra, contaba que la cantidad de cremaciones habían crecido en los últimos años aproximadamente un mil por ciento. “Es impresionante la cantidad de personas que vienen a hacer el trámite para ser cremados al fallecer”, admitía en declaraciones radiales. El crematorio del cementerio La Piedad atiende no sólo a la ciudad sino a localidades vecinas, y según fuentes se venían reaqlizando hasta aye unas 30 cremaciones al día.

Lo paradójico es que teniendo el servicio un costo de 825 pesos más 120 pesos si es de Rosario y 500 pesos si es de afuera y con un crecimiento exponencial de la demanda el lugar esté en tan malas condiciones, siendo que hay un ingreso de dinero que ha ido creciendo a lo largo del tiempo.

Con todo, fuentes gremiales aseguraron que los problemas estructurales y la falta de mantenimiento del lugar está lejos de ser nueva. A modo de ejemplo, una nota de este diario en noviembre de 2011 contaba una situación similar a la actual con el comité de higiene del sindicato “cerrando” el crematorio “debido a los serios riesgos a los que se exponía a los trabajadores”. En ese momento se hablaba de “serias falencias que arrastraba como la expansión de humo que ponían en serio riesgo la salud de los trabajadores.

Una decisión personal y también familiar

A la hora de cremar un cuerpo, hay opciones. Una es que la persona lo decida voluntariamente por lo que debe autorizar al director del crematorio municipal a hacer lo que deja expresado, en el caso de que sus familiares o personas destinadas a tal fin, no dieran cumplimiento inmediato. El interesado debe ir con dos testigos mayores de edad al cementerio El Salvador o La Piedad para dejar asentado su deseo.

En caso de que el interesado no pueda ir personalmente, se elevará una nota dirigida a la Direccion General de Defunciones y Cementerios, manifestando su expresa voluntad de ser cremado al producirse su deceso. La firma del peticionante se realizará en el domicilio con la presencia de un funcionario público o certificado por un escribano.

La presentación personal podrá ser sustituida con la presentación de la documentación exigida, siempre que las firmas se encuentren debidamente certificadas por escribano o autoridad judicial competente.

Otras opciones son que los herederos o familiares autorizados pidan la cremación inmediata o que se dé la situación de la cremación obligatoria, en caso de vencimiento del plazo máximo de inhumación o falta de pago en término del derecho de concesión de uso de sepulcros.

El trámite para estas opciones se realiza en el cementerio La Piedad. Como requisitos se pide la licencia de inhumación expedida por el Registro Civil; el certificado que provea la dirección del crematorio, en el que el médico que suscribió el certificado de defunción cumplimentará bajo la firma los datos que se requieran; y el llenado y firmado por parte del o los herederos y familiares autorizados del formulario y acta que a los efectos dispone el crematorio.

Queda terminantemente prohibido la cremación de cadáveres con anterioridad a las 48 horas de producido el fallecimiento. Quedan exceptuados de esta disposición los fallecidos por enfermedades infectocontagiosas, de carácter epidémico o cuando se lo ordene judicialmente.

 

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