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Pruebas

Por el robo, no por el homicidio

El joven de 19 años acusado del asalto a la juguetería de zona sur quedó imputado por ese hecho y por portación de arma. El juez no le endilgó sin embargo la muerte del vecino que recibió tres disparos durante la persecución policial.


El joven de 19 años que el último domingo protagonizó un robo a una juguetería que derivó en una persecución policial y la muerte de un vecino de la zona sur fue imputado en el Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, donde se recupera de algunas heridas de bala. El sospechoso fue acusado de los delitos de robo, resistencia a la autoridad y portación de arma de fuego, pero no del asesinato de Jonathan Herrera, quien perdió la vida en la vereda de su casa al quedar en la línea de los numerosos disparos efectuados hasta la detención del presunto ladrón.

El imputado, que cuenta con una condena en suspenso por un robo anterior, prefirió no declarar. Y luego de formalizar la acusación, el juez Gonzalo López Quintana dictó la prisión preventiva en su contra por el plazo de ley.

El domingo, un solitario ladrón ingresó a una juguetería de San Martín y Saavedra, donde sustrajo varias muñecas y 600 pesos antes de fugarse en una Zanella 50. El hecho fue informado a la Policía y enseguida dos patrullas del Comando Radioeléctrico divisaron al joven, por lo que iniciaron su persecución. En calle Alem y bulevar Seguí, el asaltante abandonó la moto y siguió a pie hasta que, en Ayacucho, se topó con un colectivo que trasladaba efectivos de la Policía de Acción Táctica (PAT), que hicieron detener la marcha para intervenir en el hecho, refirió una fuente policial.

Al cabo de la saga, el presunto asaltante, luego identificado como Jonathan David F., de 19 años, terminó con un disparo en la pierna y otro en el brazo, mientras que Jonathan Herrera, un joven de 23 años que se encontraba lavando un automóvil en la puerta de su casa recibió un tiro en la cabeza, uno en la ingle y otro en el pie. Esa muerte desató indignación en el vecindario, que apedreó a los uniformados, quienes contestaron con postas de goma. Por su parte, la familia del fallecido, un empleado de comercio, apuntó contra el accionar policial mientras que el fiscal Adrián Spelta, que investiga el crimen, detalló que las armas reglamentarias de los 9 uniformados que intervinieron en la balacera –5 del Comando Radioeléctrico y 4 de la PAT– fueron secuestradas para ser peritadas, aunque aún hay hermetismo sobre el resultado de la medida. El funcionario agregó que se secuestró un revólver calibre 22 en poder del presunto ladrón, quien permanece internado en el Hospital Eva Perón.

Durante la mañana de ayer, el juez Gonzalo López Quintana, el fiscal David Carizza y la defensora Maricel Palais se presentaron en el hospital donde se llevó adelante una audiencia imputativa. Allí el fiscal acusó a Jonathan David F. –quien en un inicio dio otro nombre– por los delitos de robo calificado, resistencia a la autoridad y portación de armas. El sospechoso, que cuenta con varios ingresos policiales y un juicio abreviado con una condena condicional de dos años y seis meses por robo y lesiones leves, prefirió abstenerse de declarar. Concluida la acusación, el magistrado dispuso la prisión preventiva del imputado por 60 días.

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