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Policías a juicio por una fuga

Luego de la recaptura del evadido y la confesión de que se había ido tras pagarle 10 mil pesos al oficial de guardia, éste fue procesado por favorecimiento doloso de evasión. Otros dos uniformados fueron encausados por omisión.


A principios de abril, un hombre de 29 años que estaba preso en la Alcaidía Mayor desapareció de la vista del guardia, mientras estaba realizando tareas de limpieza y destape cloacales en el penal ubicado por avenida Francia al 5200, minutos antes de la medianoche del sábado santo (7 de abril). Esa fue la explicación oficial dada por el uniformado, que se derrumbó 11 días después cuando el evadido fue recapturado en la casa de su familia, ubicada en la zona oeste, y terminó contando que se fue luego de pagarle una suma de dinero a su carcelero. Esta semana, el juez de instrucción de la 7ª Nominación, Juan Andrés Donnola, procesó al guardia, Matías Alberto O., por “favorecimiento doloso de evasión en concurso real con cohecho pasivo” y a sus compañeros José y Nicolás V., por omisión, ya que debieron haber dado a conocer la irregularidad. En la misma resolución también fue procesado, por evasión y cohecho, el preso Emiliano Gabriel R.

Minutos después de las 18 del sábado 7 de abril, el interno Emiliano Gabriel R., de 29 años, que retirado de su celda, ubicada en el contenedor A de la Alcaidía Mayor de Jefatura, por el oficial de guardia Matías Alberto M., de 30 años, para que realizara tareas de limpieza y destape cloacales en el ingreso al penal, cerca de la salida que da a avenida Francia al 5200.

La salida fue asentada en el libro memorandum de guardia por el agente José Miguel V., de 29 años, aunque no se mencionó quién había autorizado dicha salida. A las 19, este agente policial fue relevado por su hermano, Nicolás Alberto V., de 30 años, quien según consta en la investigación del caso no encontró anomalía alguna en el libro.

Cerca de las 23, según consta en el informe policial de esa jornada, se descubrió la evasión, y desde ese primer momento se encontraron irregularidades.

Es que quien dio aviso del faltante del preso fue el uniformado Matías Alberto O., quien a esa hora ya había entregado la guardia a su compañero Raúl Ezequiel R., de 22 años. Pero, según sostuvo en su momento, él en persona estaba vigilando al preso y en un momento recordó que había omitido comentarle a Raúl sobre ciertas salidas transitorias que habían ocurrido durante la tarde, por lo que se acercó hasta la guardia. Cuando volvió, el preso ya no estaba. Ante esto, dio aviso a las autoridades del penal, quienes buscaron sin éxito al preso en todo el perímetro de la Alcaidía y también en los alrededores.

Diez mil por una salida

Aunque el caso pasó a estar en manos de la División Judiciales, la pesquisa se abocó en un primer momento a dar con el paradero de Emiliano, quien finalmente fue hallado el miércoles 18 de abril en la casa de sus padres, ubicada en Donado al 1300, en la zona oeste de Rosario. En sede policial, sus dichos derrumbaron la versión dada por sus guardias, que ya estaba bajo sospecha.

Es que el recapturado contó que esa tarde, el agente Matías Alberto O. lo había retirado de su lugar de detención para que le arreglara su moto, ya que “era mecánico”. Y que mientras estaba realizando dicha tarea se le acercó para decirle: “Enano, ¿tenés 10.000 pesos?, con eso te vas”. El hombre dijo que sí, pero que no tenía ese dinero encima, aunque si le facilitaban un teléfono en minutos lo conseguía. Según su propio relato, el preso llamó a su hermano y un rato después alguien llegó con el dinero, salvoconducto que le permitió irse del penal por la puerta principal, ya que el portón de salida no tenía llave o candado sino un pasador.

Con estos datos, más las imágenes de las cámaras de seguridad existentes en el penal; los datos de los llamados efectuados desde la Alcaidía esa tarde, el horario en que se realizó dicha tarea, el supuesto momento en que “perdió de vista al interno” (más de las 22.30) y que todo se destapó pasadas las 23, es decir casi 5 horas después del horario presunto del escape, el juez Donnola procesó al agente Matías Alberto O. por los delitos de favorecimiento doloso de evasión en concurso real con cohecho pasivo, en concurso ideal con omisión de cumplir actos de su oficio; trabó embargo por 40 mil pesos y confirmó su estado de libertad hasta que se lleve a cabo el juicio oral. Además, procesó a los hermanos José Miguel y Nicolás Alberto V., como coautores  del delito de omisión de cumplir actos de su oficio; trabó embargo por 10 mil pesos para cada uno, y confirmó su estado de libertad.

El juez Donnola también procesó al preso Emiliano Gabriel R., como autor de los delitos de evasión y cohecho, en concurso real, convirtió su actual detención en prisión preventiva y mandó trabar embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de 30.000 pesos. Finalmente, sobreseyó a otros dos uniformados que se vieron implicados en el caso, el agente que reemplazó a Matías Alberto O. como oficial de guardia y a su superior inmediato, quien en su momento quedó salpicado por la evasión.

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