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Policía preso por un crimen

El viernes a la madrugada, en el barrio Toba de zona norte, mató de un tiro en la cabeza a un joven. Para la familia de la víctima fue una ejecución, para el uniformado todo ocurrió durante un enfrentamiento.

Un cabo primero de la URII quedó detenido y a disposición de la Justicia luego de un confuso episodio registrado en la madrugada del viernes en el barrio Toba de zona norte, tras matar a un joven de 27 años, en un caso que para los familiares de la víctima fue de gatillo fácil, mientras que para el agente involucrado se trató de un enfrentamiento, aunque el fallecido –que contaba con antecedentes– no portaba armas.

El hecho se desencadenó cerca de las 5 de anteayer, cuando una mujer que reside en el barrio Toba ubicado entre Juan José Paso, las vías del ferrocarril, Génova y avenida Albert Sabin (ex Travesía) fue hasta la subcomisaría 24ª a denunciar agresiones físicas de parte de su pareja en la vivienda que ambos compartían, ubicada en Almafuerte al 2000.

Luego de contar lo sucedido, la mujer pidió ser acompañada, por temor a represalias de parte de su pareja, por lo que un cabo primero con casi 12 años de servicio fue caminando con la señora, remarcaron voceros del caso.

Pero cuando estaban a pocos metros de la casa, el agente y la mujer se encontraron con varias personas que estaban charlando en una esquina. Según familiares de la víctima, éste salió corriendo cuando vio llegar al policía, al parecer porque tenía un arma blanca entre sus ropas y tenía miedo de ser arrestado, y cuando huía, y sin mediar palabra, el policía comenzó a disparar. “Le tiró al menos cinco veces, todas a la cabeza”, dijo una mujer a Canal 3.

En tanto, la versión que dio el cabo primero es distinta. De acuerdo a voceros de la pesquisa, mencionó que cuando estaba acompañando a la mujer que fue a hacer la denuncia en la subcomisaría 24ª, se le apareció el hombre y le habló en malos términos a su pareja. Ante esto, el policía le habría dicho que se calmara, pero como respuesta el agresor sacó un pistolón tipo tumbera y le disparó al uniformado.

Tras esto, el cabo primero respondió el ataque, hiriendo gravemente a su oponente, quien cayó al piso de tierra, dejando bajo su cuerpo una gran mancha escarlata. El disparo ingresó en la cabeza del atacante, quien falleció a los pocos minutos.

El fallecido fue identificado como Dionisio Paredes, de 27 años, quien poseía varios antecedentes y dos condenas. El juez a cargo de la investigación, Juan Andrés Donnola, ordenó la detención del policía y su posterior traslado a otra dependencia policial en resguardo de su seguridad.

En el lugar, personal de Criminalística solamente levantó una vaina calibre 9 milímetros, que se presume es la usada por el uniformado, con lo cual la versión dada por los familiares del fallecido sobre varios disparos por parte del policía no se corresponden con lo hallado en el lugar; pero tampoco se encontró una pistola tipo tumbera cerca del cuerpo del fallecido. Un arma de esas características fue hallada en la vivienda de la víctima, aunque las fuentes remarcaron que la misma no puede dispararse porque le faltan piezas, hecho que pone en duda la versión del uniformado, quien prestará declaración mañana por la mañana. El caso es investigado por la División Judiciales de la Unidad Regional II.

Paredes, también conocido como Pinino, fue detenido en varias oportunidades y actualmente estaba cumpliendo condena en la cárcel de Piñero. Según las fuentes, tenía un pedido de captura ya que había salido del penal con permiso y nunca había regresado.

El 26 de abril de 2007, Pinino y otros tres reclusos de la seccional 12ª se fugaron del penal de dicha comisaría, tras forzar una reja que da al patio y subir a los techos y huir por las casas vecinas.

Al momento de la evasión, seis presos, entre ellos los cuatro evadidos, estaban tomando una clase con un profesor particular, en el marco de un proyecto educativo. “Cuando el cabo de cuarto hizo la requisa se dio cuenta de que faltaban cuatro,  el profesor dijo que no se dio cuenta de nada”, refirieron en su momento los voceros.

A mediados de junio, Paredes fue recapturado en la zona donde fue asesinado el jueves. Sus otros tres compañeros de escape ya habían sido apresados en distintos puntos de la ciudad. Fue cerca del mediodía del 14 de junio cuando personal de la subcomisaría  24ª que patrullaba la zona de Juan José Paso y las vías, lo reconoció caminando por la zona y lo detuvo. “El pibe no se resistió y no estaba armado”, explicó un vocero de la pesquisa.

En noviembre de 2004, Pinino, junto a otros dos jóvenes, asaltó una heladería ubicada en bulevar Rondeau y Sorrento, pero minutos después, tras ser perseguidos por el propietario del comercio y un policía retirado que encontró en la persecución, fue detenido tras tirotearse con el ex uniformado. Según fuentes del caso, Paredes recibió un disparo en la pelvis, que no revistió gravedad, y fue socorrido por vecinos de Siria y Uspallata, en barrio Sarmiento, quienes en un primer momento intentaron liberarlo, hasta que llegaron varios patrulleros y el intento quedó en la nada.

Por entonces, Paredes ya tenía al menos un antecedente, del 13 de agosto de 2001, cuando había sido detenido acusado de cortarle el cuello y golpear a una mujer de 65 años que estaba como clienta en un telecentro de bulevar Rondeau y Matorras, a cuatro cuadras del lugar donde dos años y medio después fue baleado, tras robar 168 pesos y algunas tarjetas magnéticas.

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